Ficha técnica:
Título para Latinoamérica: Mujeres al poder
Título original: Potiche
Dirección: François Ozon
Guión: François Ozon sobre la obra de Pierre Barillet y Jean—Pierre Grédy
Género: Comedia – Solo apta mayores de 13 años.
Reparto: Catherine Deneuve, Fabrice Luchini, Gérard Depardieu, Jérémie Renier, Sergi López, Karin Viard.
Web: http://www.altafilms.com/site/sinopsis/potiche_mujeres_al_poder
Fotografía: Yorick Le Saux - Música: Philippe Rombi
Montaje: Laure Gardette - Distribuidora: Alta Classics
País: Francia - Año: 2010 - Duración: 104 min.- Estreno Argentina: 12/5/11.
Un interesante film francés donde todos los condimentos sazonan un interesante plato fílmico: costumbrismo y moralinas; una familia tradicional burguesa; la sempiterna lucha de clases; la homosexualidad, y la asediante infidelidad conyugal. Todo se licua y dan vida a una comedia con rasgos singulares.
La historia se concentra temporalmente en el año 1977. Norte de Francia, Sainte-Gudule. Suzanne (Catherine Deneuve), la clásica mujer “bien casada”, con todo lo que ello conlleva: ejemplar ama de casa; sumisa a su pareja; considerada madre; una reputación sin fisuras. Su pareja el industrial Robert Pujol (Fabrice Luchini), director de una fábrica de paraguas que gestiona con puño firme. Un duro que saca patente de intratable: con sus hijos y con todo aquel que se atreve a desoírlo.
El autoritario Pujol, tendrá que lidiar con los revoltosos operarios de su fábrica que lo toman de rehén tras una huelga. Momento culmen en la trama, ya que Suzanne aparece en otro plano: como administradora de dicha empresa. Pese a todos los pronósticos, la dulce y tranquila ama de casa muda a un temperamento de hierro. Ahora es el turno de una mujer de negocios, con pulso y cintura de inteligente gestora. Pero cuando Robert vuelve renovado de un viaje de crucero, las cosas se complican.
En francés el vocablo potiche, alude a una especie de jarrón grande ú objeto carente de valor. Su único fin es el decorativo. Peyorativamente en la trama, se lo utiliza como mujer que no tiene una función independiente, que vive a la sombra de su marido. A menudo Suzanne, se llama a sí misma “mujer florero” (potiche). Por tanto su parlamento involucra la auto discriminación. Pero con el correr del metraje, las cosas no serán lo que parecen. La mujer florero, develará un pasado de ocultamiento. Por ende la frase cristalizada de “mujer florero”, es relevante en el guión a la hora de marcar virajes, en las capas de sentido del mismo.
Es en ese contexto que los tópicos costumbristas se entrecruzan: el poder, la lucha clasista, los problemas de alcoba, pasan por las manos de la reina de los electrodomésticos (como se denomina irónicamente Suzanne). Un personaje especial de rasgos histriónicos le dará fuerza para lidiar con su nuevo rol: Maurice Babin (Gérard Depardieu). Un político comunista devenido a menos, a la sazón un antiguo amor de Suzanne.
La estética propuesta por el director François Ozon es esquiva: aciertos y desencuentros colisionan en ciertos puntos. “El afrancesamiento” o rococó innecesario a la hora de montar escenas. Cierto peinado con “afectación” que luce la protagónica, son clisés que no pasan desapercibidos. Si la idea fue marcar un clasismo inteligente, no tuvo éxito.
El problema del film es la “construcción del verosímil”. El espectador lo notará al percibir que ciertas escenas no cierran. Por innecesarias o por no creíbles. Los primera parte de la narración es lenta. Se verifica en los parlamentos largos y ausencia de acontecimientos próximos, que mina una comedia chispeante como la propuesta. No obstante, la conceptualización — la idea a transmitir— es inteligente.
Por si queda dudas del aserto anterior, pensemos un instante la problemática del hijo de Suzanne: entronizado como asesor de su madre, un joven inteligente pero con cierta afectación no resuelta. No hay mención expresa a su condición sexual. Ozon juega con esta dualidad que asedia una definición. Es homo o heterosexual (¿?).
La fotografía del film merece una mención especial. Una saturación de tonos pasteles dominan por momentos los campos del fotograma. La monocromía de esta paleta —exitosa al comienzo— se torna en demérito al promediar la cinta.
Potiche es la pugna por el poder. Encarnado en un feminismo posmoderno, que no mira los errores del pasado. Al contrario, los usa para potenciar las virtudes del presente. Y en eso, los hombres tenemos que aprender del sexo opuesto. Ya lo dijo lúcidamente el viejo Karl Marx “el hombre en la familia es el burgués; la mujer representa en ella al proletario”
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 4Tribunas.
Puntaje actor protagónico: Catherine Deneuve (Suzanne) 5 Tribunas
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta-buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima