Luego de escuchar a la Presidenta en el anuncio sobre la prohibición de la publicación del Rubro 59 y otras que incentiven el comercio sexual, necesariamente nos vemos en la obligación —en orden a la nobleza humanitaria que merece la desgracia humana que combatimos— compartir estos cuatro interrogantes.

1) Lo que prohíbe el decreto, es la publicación de los avisos. Si esto es así, el decreto presidencial logró su objetivo: no se verán más publicidades de oferta sexual en los medios gráficos. A los bebés, cuando le ocultamos el sonajero interpretan que no está, pero para nosotros, que somos los que lo escondimos, nos consta que le estamos creando una ilusión porque en realidad el juguete sigue estando. En orden a ello nos preguntamos ¿este decreto está direccionado a luchar contra la trata de personas o simplemente a que no se vea y poco a poco, como no se ve, no hay?

2) Casi con curiosidad y para compartir en este espacio que nos une, un interrogante fuerte que tenemos los argentinos… ¿alguien cree estas cifras de mujeres desaparecidas y rescatadas de la trata de personas? ¿Por qué nunca nos dicen a quién o a quiénes se refieren puntualmente? ¿Acaso no sería una campaña política espectacular dar por cadena nacional el nombre y documento de identidad, de cada una de las 2.221 rescatadas?, ¿o están dispuestos a perderse tan fenomenal evento político con el cual podrían dar por tierra con el reciente informe del Departamento de Estados Unidos al respecto?

3) Si desde abril del 2008 hasta hoy el Gobierno ha rescatado a 2.221 personas sobre la cantidad de 40.000.000 de habitantes, quiere decir definitivamente estas tres cosas:

a) Se terminó en la Argentina con la trata de personas.

b) No hay ni policías, ni funcionarios, ni jueces corruptos, sino tan sólo traficantes presos.

c) La Argentina, es el primer país del mundo que no tiene trata de personas y por humildad se guarda tamaña novedad.

d) En atención a todo esto… ¿qué significado tendría hacer un decreto prohibiendo los avisos del Rubro 59?

4) Mientras alguien se arroga el derecho a mentirnos tan descaradamente… ¿nos cabe a cada uno de nosotros el deber de no decir nada?

Julio César Ruiz
Fundación Adoptar