En este artículo publicado en Tribuna el 28 de diciembre del 2006, titulado Dame un dólar decía:
“El dinero, que fue creado como herramienta para facilitar el intercambio de bienes y servicios —es decir, producción, sinónimo de trabajo— se ha convertido en una pieza de poder para los que lo "imprimen". Esto es algo que está muy claro, ya que si nos dirigimos a los distintos bancos centrales del mundo lo único que nos darán cuando queramos "convertir" nuestro dinero es otro papel en canje.
La pregunta que me hago y les hago a quienes han tenido la paciencia de leer este largo artículo es ¿qué va a pasar cuando a alguien se le ocurra cobrar su parte —tal vez una “gran parte”— de los dos billones de dólares que circulan por el mundo?”
Hoy veo con preocupación que lo expresado hace 5 años, se está plasmando en la realidad, sin que se vislumbre la solución, ya que hoy serían cinco los billones que se encuentran circulando, con el expreso reconocimiento del gobierno estadounidense, de que no van a poder pagar, sin seguir aumentando la deuda.
Según mi criterio, considero que EEUU, ya está en default, dado que al ser mayor las salidas que las entradas de su presupuesto, lo que les queda es seguir imprimiendo dólares.
Los republicanos le exigen, congreso mediante, el recorte de gastos en lo social y no en su presupuesto militar, que el año pasado ascendió a 780 mil millones de dólares, ya que están previendo desde la élite armamentista, una posible intervención en Irán, con el argumento, ya usado en Irak, de que los iraníes se están preparando en armas nucleares, aunque en años venideros, aseguren, fue un error de información.
Sobre todo tenemos que tomar en consideración, la realidad así lo indica, que el presidente Obama, no se caracteriza precisamente por hacerle honor al color de su piel, en lo referente a ser pacífico y no hombre de guerra, recomiendo ver la película “La guerra que Ud. no vé”, ya que siguen las ocupaciones y conflictos en Irak, Kosovo, Afganistán, Israel-Palestina, Colombia y otras sordas guerras del saqueo.
Frente a esto, que considero tan irreversible como el refinanciamiento de sus obligaciones y el aumento de su deuda, que no estamos debidamente preparados para una crisis internacional, que será de mayor magnitud que la de los años 2008-2009.
En su discurso inaugural de campaña de la embajada argentina en Brasil, no la escuché a la presidenta Cristina K, pese a que su anterior disertante, Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, sì lo enunció, sobre preparase frente a la crisis, de las consecuencias que podrían llegar a la Argentina.
El presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller, al que no podemos asociar con la oposición al Gobierno, declaró que no estamos blindados, ante el conflicto económico, agrego, ni política ni económicamente.
También es de destacar que pese a la muy buena recepción que se le prodigó a la presidente y el recuerdo de Lula y Dilma, de su fallecido esposo, debemos tomar en cuenta la cantidad de grandes empresas nacionales que fueron adquiridas por el Brasil, lo que indica que para nuestros hermanos brasileños, su principal objetivo es el de avanzar, crecer y convertirse, ya lo es, en una potencia en América del Sur.
También deberíamos ver, que si bien, ninguna fuerza de la oposición esta en condiciones de desarmar el “modelo” de financiamiento de la desocupación y el subsidio a las empresas no competitivas, así, nos va a resultar muy difícil armar un País para enfrentar la crisis, no se puede sostener una economía en la que trabajan la mitad de los habitantes y la otra mitad vive de la anterior.
Por lo tanto, recomiendo ir viendo cuales son las acciones que deberemos tomar en nuestra propia economía y tratar de influir en la opinión pública a través de este, principalmente, y de cualquier otro medio que nos permita expresarnos, repito “No te quejes de lo que te pasa, si lo dejas pasar”.
Walter A. Gazza