El
conocer lo que nos pasa es importante, pero conocer lo que nos va a pasar, es
directamente extraordinario
En los
últimos gobiernos, la prioridad fue el asistencialismo lo cual les da a los que
detentan el poder la total paternidad sobre los actos y la “obediencia
debida” a la hora de emitir el voto
Más allá de esto, debemos considerar que todo lo inherente a la economía
social
es tan o más importante que lo político. Si no, recordemos la famosa frase de
Clinton ”Es la economía, estúpido”, ¿Qué
quiso decir con esto? que la economía está supeditada a la política, o mejor
dicho que la política se maneja en función del poder económico
Esto
no es nada nuevo y a cada momento lo vemos reflejado en lo que nos ocurre. En
tal sentido, les
recomiendo ver la película Las Razones de la Guerra, documental sumamente
interesante sobre las causas reales de los conflictos bélicos en el mundo.
También puede ingresarse a la siguiente página
web: http://www.pentagonstrike.co.uk/pentagon_sp.htm#Main,
donde puede verse lo
que verdaderamente ocurrió en el ataque al Pentágono, lo que indica hasta qué
punto se puede llegar cuando los objetivos económicos superan el valor de la
vida humana
En
nuestro país, tenemos también nuestros “accidentes”. En la ciudad de Río
Tercero, con la explosión de Fabricaciones Militares ¿Cuántas miles de
acciones fueron pergeñadas, con el sólo objetivo de ganar y tener más dinero y
con ello poder?
Es por
lo anteriormente acotado, que es sumamente necesario, que veamos y analicemos
otras opiniones, que nos pueden ubicar en la realidad de lo que nos pasa o va a
pasarnos
Es
evidente que no vamos a poder cambiar el mundo con el solo hecho de
informarnos, pero considero que el conocimiento es un primer y fundamental paso
para lograr un mejor nivel de vida. No es casual que una de las principales
luchas -tal vez la más resistida por el Gobierno- sea la educacional, donde no
se atiende los reclamos del sector, que son más que justos. Es evidente que hay
que mejorar
los niveles de enseñanza, pero esto va a contrapelo de los modelos que nuestras
autoridades buscan por encima de los enunciados que nos venden.
El motor del dinero
Bernard Lietaer, quien tuvo una exitosa experiencia como especulador
cambiario para los fondos de cobertura Gaia, es investigador del Centro para
Recursos Sustentables de la Universidad de California, Berkeley.
"En 1975, alrededor de 80 por ciento de las
transacciones de divisas estuvieron dirigidas a la realización de negocios en
la economía real. Por ejemplo, las monedas cambian de mano para importar petróleo,
exportar automóviles, comprar empresas, invertir en carteras o construir fábricas.
Las transacciones reales producen o comercializan bienes y servicios. El 20 por
ciento restante de las transacciones en ese año fueron de carácter
especulativo, es decir que el único propósito era el de obtener lucro a partir
de la compra y venta de monedas.
Actualmente, las transacciones de divisas en la economía real bajaron al 2,5 por ciento, y ahora el restante 97,5 por ciento es de carácter especulativo. La economía real se ha convertido en un pequeño porcentaje de la actividad monetaria financiera total.
En 1997 hubo cerca de dos millones de dólares diarios de transacciones monetarias, lo que equivale volcar cada tres días todo el volumen del producto interno bruto (PBI) anual de Estados Unidos en la comercialización monetaria. Hay tres causas acumulativas de este aumento explosivo de la especulación monetaria:
* Redefinición sistémica: la primera acción importante fue la liberación del dólar del patrón oro en 1973, por el entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon. La "flotación" del dólar permitió que los valores monetarios estuvieran determinados por los agentes de los mercados de divisas. Se le dio más valor a las monedas de países con economías fuertes y políticas monetarias y fiscales saneadas que a las monedas de países con economías y políticas inestables o débiles. Esta "apertura" del sistema creó un marco para el juego especulativo.
* Desregulación legal: En los años 80, el ex presidente de Estados Unidos Ronald Reagan y la ex primera ministra británica Margaret Thatcher introdujeron estrategias de desregulación. El Plan Baker, aplicado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), introdujo esos cambios a una docena de países claves del Tercer Mundo, lo que dio más margen al movimiento internacional del capital y a las empresas que anteriormente no habrían participado de la especulación.
* Tecnología: el fenómeno estructural que subyace detrás del sistema es el cambio tecnológico; la electronización del dinero y la computarización de los sistemas de mercado.
El punto de vista empresarial
Los textos económicos dicen que empresas e individuos compiten por mercados y recursos. Esto no es verdad. Empresas e individuos compiten por el dinero utilizando mercados y recursos. La apertura del sistema, que llevó a la "flotación de las divisas", también creó una nueva clase de activos. Las clases tradicionales de activos son las propiedades inmobiliarias, los bonos, las acciones y los productos básicos (commodities).
Actualmente también tenemos las monedas. Esto significa que el dinero, la vía de intercambio, se ha convertido en un activo que interviene en las carteras de inversión. Este cambio tiene distintas repercusiones según se trate de un inversionista o un comerciante "real". Desde el punto de vista de un inversionista, esta nueva clase de activos -las monedas- tiene ventajas importantes respecto de las anteriores:
* Costos de transacción extraordinariamente bajos. Colocar algunos miles de millones de dólares en divisas es 10 o 20 veces más barato que una transacción de acciones.
* Un mercado que funciona las 24 horas del día.
* El de divisas es, por lejos, el mayor mercado. La colocación de unos miles de millones de dólares en el mercado accionario implica una alteración del valor de las acciones y es visible a los demás inversionistas. Esto es así en la mayoría de los mercados de bonos, salvo en Estados Unidos y algunos mercados europeos por su gran tamaño.
Debido a estas tres ventajas, la prestación de dinero a la gente -para comprar inmuebles, automóviles o ampliar el giro comercial- ya no es la mejor forma de hacer dinero. El mercado de divisas es lo ideal. Los bancos ya no son más los grandes actores en términos de proveedores de crédito. En los últimos 25 años, el porcentaje de prestación total de crédito de los bancos, como fuente de financiamiento en América, cayó del 75 al 26,5 por ciento. Para los grandes bancos internacionales, como el Chase Manhattan, Citicorp, Bank of América, Barclays o Simitomo, el comercio de divisas generalmente representa como mínimo el 20 por ciento del total de ingresos. En un buen año será más del 50 por ciento.
Al considerar el punto de vista de los llamados negocios reales -los que fabrican automóviles, minas, o productos electrónicos-, el "riesgo cambiario" ha llegado a ser el mayor riesgo de la actividad comercial internacional, con frecuencia mayor aún que el político o de mercado. Por ejemplo, si una empresa química alemana invierte en una fábrica en India, hace la inversión en marcos alemanes. Los productos químicos de esa fábrica que se venden a escala local son pagados en rupias, la moneda de India. Si el valor de la rupia llega a caer con relación al marco alemán, entonces también caerá la rentabilidad de la inversión original. En resumen, el mayor riesgo de tales inversiones no es si los indios comprarán los productos químicos (riesgo de mercado) o si el gobierno nacionalizará la fábrica (riesgo político), sino los cambios de los valores de las monedas en juego (riesgo
cambiario)".
Concluyendo
El dinero, que fue creado como herramienta
para facilitar el intercambio de
bienes y servicios -es decir, producción, sinónimo de trabajo- se ha
convertido en una pieza de poder para los que lo "imprimen". Esto es
algo que está muy
claro, ya que si nos dirigimos a los distintos bancos centrales del mundo lo único que
nos darán cuando queramos "convertir" nuestro dinero es otro papel en canje.
La pregunta
que me hago y les hago a quienes han tenido la paciencia de leer este largo
artículo
es ¿qué va a pasar cuando a alguien se le ocurra cobrar su parte -tal vez una
“gran parte”- de los dos billones de dólares que circulan por el mundo?
Walter A. Gazza
Fuente: El futuro del dinero, Bernard Lietaier