El domingo, los argentinos evidentemente pusieron en un platillo de la balanza la corrupción, la inseguridad, la inflación, la justicia bajo sospecha, la falta de respeto a las instituciones; y en el otro un pseudobienestar económico, que en algún momento habrá que pagar, y el consumismo pagado en cuotas.
Pesó mucho más este platillo y se tradujo en un aluvión inesperado de votos.
Los valores que nos trasmitieron los padres de la patria y los valientes inmigrantes que vieron en estas tierras un lugar de paz y de progreso bendecido por el trabajo honesto —y que sustentaron una fuerte y pujante clase media en la cual yo, como muchos de mi generación, hemos sido educados— han caído estrepitosamente.
Que Dios nos ayude a los argentinos a encontrar el camino del esfuerzo y del valor de los principios republicanos.
María Inés Magliola de Gwozdz
DNI 710.394
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