Lo ratificó la presidenta Cristina Fernández ayer miércoles 17 de Agosto. La megamuestra de ciencia, tecnología y arte, cuya finalización estaba pactada para el 22 de agosto, tendrá su corolario el 27 de noviembre de 2011.

Cerrará sus puertas un par de días —para su reacondicionamiento— y volverá a lucir sus galas el 2 de septiembre (Día de la Industria).

Increíblemente, la prensa adicta K —Página /12— sentenció: “La inesperada reapertura de la megaferia de ciencia y técnica fue anunciada ayer por la presidenta Cristina Fernández, quien explicó que mediaron pedidos de gobernadores y escuelas para que la exposición se extendiera”.

 Tribuna, ya lo había anunciado el 13 de agosto describiendo la utilización de esta usina de propaganda política, como mascarón de proa.

 Pero hay más, una serie de hipótesis se vislumbran en el horizonte K:

a) El uso de este megaexposición: como contralor de posibles vaivenes políticos de la administración nacional. Como exposición permanente o itinerante. Incluso con posibilidad de exportación a otros lares.

b) Kristinóplis polifuncional: el predio de 50 hectáreas donde está emplazada, y sus múltiples utilidades a futuro. Ora como “centro de exposición” (para confrontar con “La Rural”, que siempre le fue esquiva a sus pretensiones hegemónicas de poder), ora como recurso de convocatoria de huestes afines al gobierno K. Tecnópolis como fortaleza de un modelo que amenazado por sus contradicciones.

 Es la alienación objetiva del individuo ante los hechos que promueven. Contradicciones de un proyecto que político que se extingue. ¿Qué no es posible? Todo es posible en la dimensión kirchnerista...

Gustavo Contarelli