Ficha técnica:

Título para Latinoamérica: La Oscuridad (Desaparición en la Calle 7)

Título original: Vanishing on 7th Street

Dirección: Brad Anderson

Guión: Brad Anderson y Anthony Jaswinski

Género: Terror / Sobrenatural – Solo apta mayores de 13 años.

Reparto: Hayden Christensen, Thandie Newton, John Leguizamo, Pamela Croydon, Jimmy Bennett, Jacob Latimore.

Fotografía: Uta Briesewitz – Música: Lucas Vidal- Montaje: Jeffrey Wolf

Producción: Tove Christensen, Lawrence Mattis, Kelly McCormick

País: EE.UU. - Año: 2010 - Duración: 91 min.- Estreno Argentina: 11/8/11

El thriller psicológico Vanishing on 7th Street (La Oscuridad) es la nueva propuesta del director Brad Anderson. El tópico universal de la existencia y la esencia humana, conlleva fantasmas que parecen reales. Tan reales, como la insuficiencia de un film que se agota al promediar su metraje.

 Atravesada por una dinámica apocalíptica y escatológica, la narración corporiza el eterno miedo a la oscuridad. La puja de la oscuridad (las tinieblas, el mal), versus la luz (el bien, la salvación), en clave cinematográfica. Todo comenzó en una población de Detroit (EE.UU.), y la llegada de un ejército de sombras misteriosas que fagocitan a los humanos. Dicha manifestación espectral, es la culpable del apagón absoluto de la ciudad.

 Singularmente, quedan cuatro personajes —portadores de adminículos luminosos— para combatir a las tinieblas. Dos hombres (Hayden Christensen y John Leguizamo), una mujer que ha perdido a su bebé (Thandie Newton) y un chico que ha perdido a su madre (Jacob Latimore). Para hacer frente al Armagedón, hacen base en un bar muy iluminado. Pese a los ingentes esfuerzos de estos valientes, la oscuridad irá por ellos ¿los capturará?

 El género de terror es esquivo: por un lado, creador de multiplicidad de interrogantes y por otro, el peligro de tropezar con vetustos clisés. Es el caso de esta cinta. Un sabor amargo de Déjà vu estético, sentencia el éxito de una historia que a priori prometía. Así mismo, una serie de aciertos de pulso directriz, elevarán la puntuación de una historia mal resuelta.

 Certezas a la hora de conceptualizar el lenguaje cinematográfico: notable fotografía aérea (“planos en picado” etc.), travelling de 360 grados —envolviendo al protagónico Luke (Hayden Christensen)— encarnando a un inquieto periodista de TV. El quinto protagonista (la sombra movediza), que sella el destino de las personas, se transforma por derecho propio en una “escena cristalizada” catalizadora (un significado en sí mismo, que marca al texto).

 El “excipiente” de la trama, lo da la música propuesta por Lucas Vidal. Un éxito a lo largo de los 91 minutos del film. Los sonidos acompasados, vehiculizan el sentido visual al tiempo que tapan los defectos de la narración. Lo cual no es poco. Los sonidos abren y cierran las partes neurálgicas de las escenas. No es arbitrario que el nombre del responsable del área (Vidal), se inscriba al inicio de los créditos.

 En cuanto al trabajo de los protagónicos (léase, el rol del actor), cumplen sin sobresaltos con un guión poco exigente. El obstáculo mayor de la interacción de los mencionados, lo da la percepción que tienen ellos mismos de su máscara. No se convencen como sujetos, ni tampoco fascinan al espectador. El sentido de cada personaje —su legitimación— es la esencia de la actuación.

La Oscuridad: momentos de tensión en un pueblo donde sus habitantes se esfuman. Tras las nubes siempre sale el sol. El ciclo vital universal se cumple una vez más...

El largometraje se asocia con clásicos del cine: La Noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968), El último hombre vivo (Boris Sagal, 1971), Pitch black (David Twohy, 2000), etc. Allí en la comparación, radica su virtud o su demérito. Según la apreciación del observador. Dícese con frecuencia que en el género de marras, deben interactuar los sujetos con los objetos; tornándose estos últimos, como potenciador de sentidos de la narración. Es el tiempo del fetichismo sobrenatural. 

Más allá de cualquier exploración, el tema central de las sombras y la luz es muy apetecible, pese a las debilidades preexistentes. Quizá las tinieblas no son tan oscuras, quizá no son tan malas. Todo es cuestión de apreciación…

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 3Tribunas

Puntaje actor protagónico: Hayden Christensen 4 Tribunas

Referencias:

5 Tribunas: excelente/imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta - buena

2 Tribunas: regular

1 Tribuna: mala/pésima