La amenaza argentina de cancelar los vuelos a las Islas Malvinas no es indiferente a Chile, país al que los isleños buscaron acercarse para evitar su aislamiento y punto de partida y destino de esos servicios aéreos.
No fue casual que la cuestión Malvinas haya formado parte de la reunión que mantuvieron los presidentes Cristina Kirchner y Sebastián Piñera en Nueva York, en la misma jornada en la que la jefa de Estado lanzó la advertencia ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
"Cristina Kirchner planteó que el diálogo con Inglaterra no está prosperando y habló de zonas de exclusión marítima", dijeron fuentes de la diplomacia chilena a la agencia AFP respecto del encuentro mantenido entre los jefes de Estado.
Según estas fuentes, la mandataria argentina no se refirió a la cuestión del vuelo diario entre Punta Arenas (sur de Chile) y Malvinas, sobre el cual lanzó una advertencia a Gran Bretaña el miércoles en la Asamblea General de la ONU.
Durante el encuentro bilateral, Piñera ratificó que Chile "apoya a Argentina en su legítima aspiración de recuperar la soberanía" del archipiélago, aunque también recordó que su país está "integrado en el mundo" y tiene vínculos y compromisos firmados con la Unión Europea y, por ende, con el Reino Unido.
El vuelo semanal de LAN hacia Malvinas es clave para los isleños, sobre todo después de que en mayo de 2010 el barco que zarpaba desde Punta Arenas hacia las islas dejó de cubrir la ruta debido a los altos costos de operación en el terminal chileno, el fin del contrato y las restricciones impuestas por la Argentina.
Si LAN dejara de volar, la única vía para que los chilenos regresaran a Punta Arenas sería a través de la isla Ascensión, de ahí Inglaterra y luego Chile, un trayecto muy caro, indicó el diario chileno El Mercurio.
Un promedio anual de 3.000 pasajeros viajan por LAN, que desde 1999 opera vuelos regulares a la isla con un Airbus 320 para 168 pasajeros, precisó ese matutino.
La Argentina ya había dejado caer acuerdos provisorios de cooperación con el Reino Unido, bajo la fórmula del "paraguas de soberanía" —es decir que esa cuestión medular no era afectada por esos entendimientos— en materia de pesca e hidrocarburos.
En 2003, el gobierno de Néstor Kirchner canceló los vuelos charters que cubrían el trayecto Punta Arenas con las Malvinas y ahora su esposa se dispone a asestarle otro golpe a la industria turística de ese territorio administrado por el Reino Unido.
En esa oportunidad la Argentina no necesitó ningún acuerdo con el gobierno trasandino para impedir el paso de aviones hacia las islas por su espacio aéreo y ahora tomaría una medida similar.
Ya en 1999 los isleños habían sufrido de manera determinante la decisión chilena de suspender esos vuelos en represalia por el arresto del ex dictador Augusto Pinochet en Chile.
Luego se firmaron los acuerdos de 1999 entre los gobiernos de Carlos Menem y Tony Blair y se incluyó una vez por mes la escala de Río Gallegos.
El punto es que el gobierno británico de las islas intentó en los últimos años acercarse a Chile y en uno de esos gestos donó la suma —simbólica— de 5.000 libras esterlinas para las tareas de reconstrucción del país tras el terremoto de febrero de 2010.
Coincidentemente con el anuncio argentino, que también fue reflejado, el diario de las islas Pengüin News publicó una nota en la que se reflejó a miembros de la comunidad chilena que trabaja en las islas celebrando el Día de la Independencia chilena en un bar administrado por un chileno.
El tema seguramente estará en la reunión que Cristina Kirchner y Piñera sostendrán en Chile luego de las elecciones del 23 de octubre, cuando abordarán una amplia agenda de temas en común entre los que se destacan las rispideces generadas por los asilos pedido por el ex guerrillero Galvarino Apablaza Guerra –concedido por Argentina— y el del ex juez Otilio Romano acusado por complicidad con la dictadura y fugado a Santiago de Chile.
En ese marco, el embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, ratificó hoy que si Gran Bretaña "se niega a negociar" y continúa con la exploración de petróleo en la zona de Malvinas, la Argentina podría bloquear los vuelos al archipiélago.
"¿Por qué Argentina unilateralmente va a seguir facilitando el vuelo de los ciudadanos británicos a las islas en disputa, mientras unilateralmente Gran Bretaña se niega a negociar y avanza en la pesca y está explorando petróleo en las aguas en disputa?", enfatizó Argüello.
(Fuente NA)
Redacción de Tribuna de Periodistas