El pasado 14 de noviembre, el sitio 24CON publicó el siguiente artículo sobre las increíbles confesiones del "Principito" británico a casi 30 años de la Guerra de Malvinas: “A casi 30 años de la Guerra de Malvinas, un miembro de la realeza británica habló sobre una de las misiones más osadas realizada por los pilotos argentinos en la contienda. El 30 de mayo del 82, dos aviones Super Etendard de la Armada Argentina y cuatro A-4C de la Fuerza Aérea atacaron al portaaviones, buque insignia de la Task Force. Este ataque nunca fue reconocido por el bando inglés. Sin embargo, en una entrevista televisiva el Príncipe Andrés, Duque de York, habló del momento en que el barco estuvo bajo ataque”, señala la nota.
“En un artículo publicado por el The Telegraph sobre un programa documental de la BBC de Londres, el príncipe, que durante la guerra actuó como piloto de helicóptero a bordo del emblemático portaaviones reconoció que tenía ‘ansiedad’ sobre si era ‘correcto o no’ combatir en Malvinas.”
“Además, relató el momento justo que vivió sobre la cubierta del portaaviones cuando se declaró la alerta roja por el ataque sobre el buque: ‘Recuerdo momentos de hilaridad. Estábamos bajo ataque de misiles un día y un amigo y yo estábamos tratando de terminar el cubo Rubik. Y cuando tuvo lugar el ataque de misil, lo completamos. Nos ordenaron que nos acostemos sobre la cubierta, nos pusimos a cubierto con el cubo terminado entre nosotros. Siempre pensé, imaginé, qué habría pensado la gente, si ocurría algo terrible y dos cuerpos eran encontrados con un cubo Rubik entremedio. Me hizo pensar que frágiles somos los seres humanos”, agrega el artículo.
“Aún cuando el relato es una anécdota del ex combatiente, sería la primera declaración oficial sobre un ataque al portaaviones”, indica 24CON.
El Comodoro Roberto Briend —quién durante el conflicto pilotó aviones de transporte C 130 y durante la misión de bombardeo al Invencible abasteció de combustible en vuelo a los aviones que ejecutaron el ataque— le expresó a ese medio que “Sería la primera vez que un inglés habla sobre el tema. Será que no estábamos tan equivocados los que hablábamos del bombardeo al Invencible”.
A casi 30 años de aquel conflicto, la revelación efectuada por el príncipe Andrew tiene una importancia sin precedentes, siendo la primera vez que un combatiente británico de ese entonces admite el ataque al emblemático HMS Invincible. De su boca, salió una verdad oculta bajo siete llaves impuesta desde ese eterno lunes 14 de junio de 1982, cuando Lady Thatcher decretó sumario secreto de Estado a todo lo concerniente al asunto Malvinas, hasta el mismo día pero de 2082. O sea, un cerco informativo de un siglo.
Una verdad incómoda
A pesar de esta censura, también avalada de manera indirecta en estos lados en forma oficial, desde ese momento se han filtrado datos contundentes acerca de que la cacareada invencibilidad británica en aquella breve contienda de 74 días, fue solo propaganda “para la gilada”. Pues se sabe que desde su inicio, la Task Force comenzó a sufrir pérdidas contundentes a manos de la FFAA y la Aviación Naval, contabilizando 38 buques averiados, hundidos o tocados de un total de 113, amén de 14 Harrier y Sea Harrier derribados por acción de la artillería antiaérea argentina, conjuntamente con 31 helicópteros perdidos. Y las bajas en combate terrestre, que en forma oficial han propalado solamente 255 muertos, se presume que contabilizarían alrededor de 2000, dada la naturaleza encarnizada y la duración de los enfrentamientos con los defensores argentinos, que en ocasiones como en Monte Longdon, se llegó a la bayoneta y al cuerpo a cuerpo.
Por eso, teniendo en cuenta que el próximo 2 de abril de 2012 se cumplen las tres décadas de estos acontecimientos, sería coherente efectuar presiones para que el Foreing Office se deje de divagar con cifras inventadas y por fin reconozca los alcances de estos guarismos incómodos.