La Campora, agrupación kirchnerista comandada por Máximo Kirchner pero visiblemente por Andrés “el cuervo” Larroque, modelo de militancia política para los jóvenes recomendado por 678.Posee nostalgia sententista, se extiende a través del país, esta presente en casi todos los actos oficiales de CFK sobre todo si estos son para anuncios populares en los cuales se debe enaltecer el modelo, se identifican por hacer sonar bombos y platillos, por enarbolar banderas del FPV con la cara de Néstor o Cristina o mas bien la de ambos.De allí han surgido jóvenes economistas como Ivan Heyn o jóvenes políticos como Juan Cabandie, la lista sigue hasta llegar a Mariano Recalde, titular de Aerolíneas Argentinas e hijo de Héctor Recalde mano derecha del sindicalista Hugo Moyano.
El escenario en estos días muestra largas colas y molestias en los aeropuertos internacionales de Ezeiza y Aeroparque Metropolitano "Jorge Newbery", pasajeros durmiendo en los pasillos sin poder llegar a destino, aquellos que elijen la aerolínea de bandera para transportarse se sienten equivocados y no lo recomiendan. Por otro lado la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico comandada por Ricardo Cirielli y el Gobierno nacional enfrentados, porque este último lo acusa al sindicalista de un paro encubierto y la decisión de la Presidenta de devolverle el control aéreo ( un decreto en 2006 de Néstor Kirchner pasó el control aéreo a la esfera civil ) a la Fuerza Aérea. Además el peso más pesado, Hugo Moyano, inclina la balanza para el lado de APTA y apoya a su conductor, esto se debe a que el señor capaz de parar a todo el país cuando lo desea esta pasando el peor momento político con el kirchnerismo.
La empresa nacional tiene un déficit de mas de 300 millones de dólares a pesar de que el Estado invierte en ella 2 millones diarios para sostenerla. De todos modos su titular asegura que Aerolíneas no genera perdidas para el país y que es rentable económica y socialmente.
Queda a la vista el mal manejo que hace la Campora en esta área en el cual se maneja hegemónicamente, sin competencia alguna. Manejan la caja con discrecionalidad, pero esto no es lo único que quedo a la luz en un conflicto que estallo por sorpresa para el ejecutivo nacional que no lo había incluido en su agenda. Salieron los trapitos al sol, la aerolínea de bandera esta en manos de grandes sindicatos que de manera minuciosa acumularon poder y hoy expresan su conflicto, sumado a esto la inexperiencia en el manejo de la empresa que demuestra la Campora, la utiliza solo para hacer “clink caja”.
Tiene el gobierno, en este ¿segundo o tercer? mandato, la posibilidad de que se realice un saneamiento económico de la empresa pero para que esto suceda también debe darse en el ámbito político y dirigencial de Aerolíneas, para que de una vez por todas los perjudicados dejemos de ser los 40 millones de argentinos que aportamos para que diariamente se vuelquen 2 millones en la misma y los pasajeros que elijen viajar por la bandera nacional dejando de lado la opción de una empresa extranjera. Para muchos la opción era Aerolíneas Argentinas pero mañana no se sabe, ya que nadie les asegura el correcto despegue de su vuelo para llegar en tiempo y forma a destino y la imposibilidad del mal rato al quedar varados. En fin no sienten seguridad ¿la empresa estatal se las podrá devolver en algún momento?
Mariana Sánchez
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