La quita de subsidios avanza de toda manera posible, intentando dar respiro a las deficitarias cuentas públicas argentinas. En vista del fracaso que resultó la renuncia voluntaria a ese beneficio, el coordinador del Ministerio de Planificación Federal Roberto Baratta confirmó que el Gobierno solicitará a los intendentes bonaerenses que identifiquen las áreas más ricas de cada distrito para avanzar en esas zonas con la quita directa de subsidios a los servicios de agua, gas y electricidad.
La Casa Rosada pretende que los jefes comunales "marquen" a los ciudadanos más acaudalados para incluirlos en el mapa sobre el que está trabajando antes de anunciar sus próximas medidas como parte de la eliminación de la ayuda estatal que brinda a los consumidores de servicios básicos.
Según rememora Noticias Argentinas, el Gobierno nacional ya le quitó los subsidios a zonas del norte del Gran Buenos Aires, a clientes de seis barrios porteños, Retiro, Recoleta, Palermo, Belgrano, Núñez y Puerto Madero, y a los countries de todo el país, entre otros usuarios, como parte de un acelerado ajuste fiscal.
Ahora, apresura el paso para continuar adelante con sus planes de eliminación de la ayuda estatal en el Conurbano, región a la que el Estado le destina millones de pesos en subsidios, tanto en materia de servicios como en transporte.
"Estamos trabajando con cada uno de los intendentes también para que nos marquen y definan, aparte de la marcación que tenemos nosotros, cada una de las cuadras o barrios o zonas de mayor poder adquisitivo de cada una de las intendencias", indicó Baratta, que de todos modos agregó: "Vamos gradualmente y despacio".
En declaraciones a Radio 10, el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del ministerio que lidera Julio De Vido retiró a su vez que el Gobierno estudiará "caso por caso" para determinar qué usuario se quedará sin la ayuda estatal y quiénes podrán retener ese beneficio.
El funcionario planteó que "por ahora" la quita de subsidios afecta a unos 300 mil usuarios, lo que significa un ahorro de unos 5.000 millones de pesos para el Estado, aunque confirmó que desde el 1 de enero próximo clientes las zonas norte de la Ciudad y el Gran Buenos Aires recibirán una "declaración jurada" para solicitar la continuidad del beneficio.
Baratta insistió en que "a los jubilados no se le quita ningún subsidio" y manifestó que los usuarios de servicios públicos que viven en asentamientos, que sean jubilados y quienes perciben asignación familiar —porque cobran menos de $ 5.200 por mes— "van a mantener" la ayuda estatal.
El funcionario explicó que hasta el momento, unos 16.200 clientes renunciaron en forma voluntaria a los subsidios, por intermedio de la página de internet oficial del Ministerio de Planificación (www.minplan.gob.ar), aunque dijo que en el Gobierno esperaban que fuesen más.
De todos modos, expresó que el trámite para sumarse a ese listado es "rápido, ágil y dinámico" y estimó que las autoridades nacionales tendrán un "criterio amplio" para evaluar los pedidos de usuarios que estimen que sus "ingresos familiares resultan insuficientes" y desean mantener el subsidio.
Como puede verse, el kirchnerismo hará lo que esté a su alcance para salirse con la suya. Eso sí, los que pagarán las consecuencias serán los ciudadanos de a pie, como siempre.
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas