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El maravilloso mundo de la credulidad humana

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LAS RELIQUIAS IMPOSIBLES
LAS RELIQUIAS IMPOSIBLES

    Alguna vez Carl Sagan dijo que si un engaño se mantiene durante mucho tiempo dentro de la sociedad, con el tiempo comenzamos a negar toda prueba de que hemos sido engañados y no estaremos ya interesados en saber la verdad. Tal vez nos lastimaría demasiado saber que hemos sido tan crédulos.

 

    Los invito a hacer un pequeño recorrido por algunas de las catedrales del mundo cristiano. Grandes santuarios edificados en su mayoría durante la plenitud del reinado de esta religión en Europa.

    Durante la Edad Media, dentro de estas catedrales se produjo un extraño fenómeno que vale la pena detenerse unos minutos a analizar: Las santas reliquias.
    Durante centurias la leyenda de la busqueda del Santo Grial, el cáliz que usó Jesús durante la última cena, inspiró, entre otras, la historia del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Los caballeros templarios eran custodios de objetos sagrados, llegando incluso a hablarse de que habían recuperado la famosa Arca de la Alianza y el venerado cáliz.

    El santo Grial ha inspirado incluso historias tan dispares como el Best Seller EL CODIGO DA VINCI, donde se interpreta al cáliz sagrado como una metáfora de la sangre de Cristo (Santo Grial-San Greal-Sangre Real), mezclada con la de Maria Magdalena dejando descendencia a lo largo de los siglos.

    Podríamos seguir enumerando derivados de esta leyenda, pero detengámonos en un punto. Mas precisamente en la Catedral de Valencia. Dentro de ella se venera una reliquia importantísima en el mundo cristiano: Nada menos que el cáliz de la última cena. Señores, hemos encontrado el Santo Grial.

    ¿Sabía usted de su existencia comprobada y material?. No se que opinará usted, pero si la Iglesia Católica Apostólica Romana permite la exposición de semejante objeto santo, tengo que tener la seguridad de que ESA ES la copa de Cristo. Lo llamativo es que muy pocos saben que está allí, en Valencia, a la vista de los que quieran ir a observarlo. En esa misma catedral está la toalla con la que Jesús secó los pies de los apóstoles durante esa misma última cena. Al parecer alguien supo que estos objetos se convertirían en venerables y se llevó todos los elementos posibles del lugar.

    Pero eso no es todo, voy a seguir recorriendo Europa y viendo las maravillas que encierran sus majestuosos templos de gran valor arquitectónico.

    El “mantel” de la última cena está en la catedral de Coria. La “mesa” en la catedral de Sevilla, aunque existe otra en Roma. ( Tal vez como eran muchos los comensales usaron dos mesas esa noche).

    En San Pantaleone, según dicen, se exponen -o exponían- nada mas ni nada menos que el brazo, el corazón, el hígado y la lengua de ¿Adivinen quien? La virgen María, la madre de Cristo. Cabe recordar que el mismísimo credo católico dice que la virgen ascendió de cuerpo y alma al cielo, de ser así lo que ocurre en San Pantaleone contradice abiertamente a la propia iglesia.

    Ya mismo se me ocurre algún sacrilegio ¿Qué pasaría si con una muestra de tejido clonáramos a la Santa Madre? Pero en esa linea de pensamiento aparecen cosas aún mas interesantes en nuestro recorrido:

    En Santiago de Compostela se venera nada mas ni nada menos que el prepucio de Jesucristo. Claro que si usted no pasa por allí cuando visite Europa puede ver los otros dos prepucios de Jesús que se exponen como verdaderos en las catedrales de Hildesheim o Amberes. ¿Tengo que agregar algún comentario?

    Si sumo todos los dedos de San Juan Bautista expuestos como reliquias en distintos templos y monasterios a lo largo del mundo, me suman mas de sesenta.

    O alguien miente o San Juan tenía cruza con pulpo. Me inclino más por la primera opción.

    ¿Qué explicación tiene para esto la Iglesia? Algunos dicen que dichos elementos, a pesar de no ser reales son objetos de culto para exaltar la fé de los visitantes a los templos. ¿Esto valida el velado engaño? ¿Existe algún cartelito advirtiendo a los fieles que la reliquia no es verdadera?

    El famoso Santo Sudario (que fue estudiado por la ciencia en 1988), expuesto en Turín es una pintura del siglo 14, y por mas polémica que se genere sobre el tipo de técnica utilizada para su creación NO ES la mortaja de Jesús. Sin embargo se sigue venerando como tal.

    Otro sudario se expone en Sanguesa y uno mas en la Catedral de Oviedo, sólo con la imágen del rostro del mesías. Y pensar que algunos hombres de ciencia se rompieron la cabeza estudiando todos los elementos posibles desde lo antropológico, lo étnico y lo biológico para determinar qué aspecto habría tenido Jesús, sabiendo que existen esas imágenes de su cara misma. ¿Que extraño no?

    Si juntamos todos los restos de madera que teóricamente pertenecieron a la Cruz de Cristo y que se exponen en los templos católicos se puede construir una flota de veleros.

    Nadie retira las reliquias de las Iglesias. Nadie aclara nada. La gente se postra ente ellas y llora, pide, adora entre otras cosas: Dos cordones umbilicales del niño Jesús en San Marino y en Santa Maria de Pópolo en Roma. Nadie se pregunta cómo se conservaron durante dos mil años, quien las tuvo en su poder, y por sobre todo ¿Por qué hay dos?

    ¿Seguimos? Leche de la Santa Virgen Maria en la Catedral de Oviedo, y tambien en Roma. Lentejas y Pan de la última cena en el Sancta Santorum de Roma, la oreja de San Pedro en la Abadía de Cleirac.

    Pañales del niño Jesus son custodiados por los Servitas de San Marcelo en Roma. ¡Pañales originales!.

    La Catedral de Valencia tiene el manto púrpura que le dio Herodes al redentor.

    Pero la reliquia mas increíble de todas es el suspiro de San José, que se encuentra en una botella dentro del Sancta Santorum del Vaticano.

    Señores, todo lo expuesto y mucho mas, pretende ser real.

    La lista puede seguir. Pelos de la virgen y de Maria Magdalena, una muestra de la sangre de Jesús (¡Que tentación para los clonadores!), Una paja del pesebre de Belén. La lanza que hirio a Jesús en la cruz . Espinas de la corona, velos de la santa madre.

    En Liria hay plumas (¡Asi como suena señores!) de los arcángeles Gabriel y Miguel. ¿Nadie se pregunta si los ángeles realmente tienen plumas o porque las pierden? De tenerlas, ¿Debo pensar que son corporeos? ¿Necesitan alas como una paloma para volar?. ¿Algúna linea aérea ha reportado tráfico de angeles en el cielo terrestre?. ¿Increíble no?

    Muchísimos de estos elementos de los que hablo, de ser verdaderos, representarían las reliquias arqueólógicas mas importantes de la humanidad.

    Nadie habla de ellos en terminos científicos, nadie analiza muestras de esos objetos para determinar feacientemente su origen y antigüedad. Después del papelón del Santo Sudario ¿Quién se atrevería a exponer un pelo de la virgen a un lector de ADN? ¿O la sangre de Jesús mismo a un análisis completo? ¿O descubrir que las plumas a las que me refería son de alguna gallina ordinaria?

    La Edad Media terminó. Pero sus resonantes alabanzas cantadas en coro resuenan en algunos rincones del mundo moderno tecnificado.

    Si viaja a Europa, además de ver La Mona Lisa, pase a ver la cola del burro que llevó a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalen, está en un museo de "prehistoria contemporénea" en España.

    Pero no se engañe, advierta que no existe ni una sola prueba de su autenticidad. Esos elementos nunca han sido estudiados por la ciencia. Esa posibilidad parece remota e impensable.

    Ahí es donde una vez mas escucho los coros medievales exaltando  peligrosamente la credulidad por sobre el pensamiento crítico y racional.

 

Martin Gianola

 

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