En el marco de movilizaciones y rechazos masivos a medidas antiambientales —que a su vez se caracterizan por el nulo acompañamiento oficial— en Dolores, pueblo del mismo partido, día a día se manifiestan para evitar la tala de más de un centenar de árboles para la construcción de un museo por parte de la provincia de Buenos Aires con la aprobación de la Municipalidad y el Concejo Deliberante local.
Tal es así, que un grupo de vecinos autoconvocados tratan de impedir la tala de árboles en el parque del Museo Libres del Sur de Dolores para pedir la suspensión de las obras hasta que se haga público el informe de impacto ambiental, ya que están en juego más de 100 especies arbóreas que, hoy día, constituyen el único pulmón verde que existe en el espacio público de la zona.
La construcción tiene que ver con el “Museo de la Aventura Atlantis”, obra que contendrá como principal atracción la balsa de Expedición Atlantis, un repaso por la historia de los descubrimientos mundiales y sus pioneros, y una Biblioteca Mundial de las Exploraciones.
Sin embargo, los vecinos se oponen a que sea construido en ese preciso lugar, una reserva natural con árboles donados por los mismos dolorenses a principios del siglo pasado.
“No es necesario que el Museo de la Aventura elimine este parque para sentar sus bases, ni plantando miles de árboles en otro sitio se compensa la destrucción de este predio”, mantienen los pobladores, que ya presentaron un petitorio a los funcionarios municipales y concejales oficialistas y de la oposición, y estuvieron presentes durante la sesión extraordinaria para promover que las autoridades se expidan en torno al reclamo de la preservación del lugar.
“Queremos expresar la disconformidad ante una decisión que perjudicaría a la ciudanía en su conjunto y a las generaciones futuras dado que se quitará un pulmón verde, en una ciudad donde los árboles de por sí ya son escasos”, sostienen en Dolores.
Paradójicamente, desde el sitio web de la Secretaría de Turismo de Dolores describen a ese predio como un “Hermoso recreo a la vera de la Ruta 2, enmarcado por añosos árboles.”
Mónica Filippi