En medio de una polémica, el Frente para la Victoria, junto a legisladores radicales y macristas defendieron el aumento de las dietas de diputados y senadores, al considerar que el incremento del 37 por ciento sirvió para subsanar "el retraso" salarial de los legisladores.
El aumento, que fue otorgado a fines de diciembre pasado pero recién se hizo efectivo este mes, avivó la discusión especialmente entre los sectores sociales y de centroizquierda, que consideraron "excesivo" el incremento salarial de los legisladores, que ahora quedó entre los 30 y los 35 mil pesos.
Sin embargo, las quejas principalmente tuvieron que ver con una información publicada en el diario La Nación, que afirmaba que el aumento había sido del 100 por ciento, cuando en realidad fue del 37 por ciento, igualmente superior a la media de incrementos negociados por las distintas ramas de actividad.
El presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, ratificó la decisión tomada por las dos Cámaras y sostuvo que "a través de este aumento se subsana un retraso en la dieta de más de seis años, que ubicaba a los legisladores en una situación de desfase respecto del personal legislativo de planta".
"Ahora lo que se hizo fue establecer que la remuneración de los legisladores sea un 20 por ciento más que lo que cobra un agente de la máxima categoría con 20 años de antigüedad", enfatizó el rionegrino. A su entender, "la remuneración que ahora perciben diputados y senadores es totalmente razonable, y está equiparada a la de un secretario de Estado del Poder Ejecutivo Nacional (PEN)".
La diputada del PRO, Laura Alonso, avaló también el aumento de las dietas, al considerar que los ingresos de los legisladores estaban "muy atrasados desde la última década". Según dijo, se trata de una "buena oportunidad para aumentar el nivel de transparencia y de rendición de cuentas" en el Congreso. "Es un ajuste de una dieta que efectivamente venía muy atrasada desde la última década, desde la crisis de 2001", evaluó Alonso.
A su turno, el diputado de la UCR, Juan Pedro Tunessi, sostuvo que el aumento "es un sinceramiento", ya que explicó que "había un desfasaje porque las dietas estaban por debajo de los salarios jerárquicos de la Cámara y eso era insostenible". De todos modos destacó que, si bien se incrementó el sueldo, "bajaron los gastos de representación y el (concepto por) desarraigo".
En tanto, al entender que la suba había sido del 100 por ciento, el diputado nacional y titular de Proyecto Sur, Fernando ‘Pino’ Solanas, afirmó que la suba era "una barbaridad". "Está a contramano de la situación del país. Es una barbaridad", sostuvo el legislador en declaraciones radiales. Solanas sostuvo que "el aumento en relación a la inflación, es una cosa, pero no el cien por ciento".
A su turno, Raúl Castells, asesor del monobloque Socialista del MIJD, sostuvo que su espacio, que es representado en la Cámara baja por Ramona Pucheta, presentó "un proyecto para que ningún legislador cobre más que el sueldo de un profesor de escuela secundaria de 6 mil pesos". "¿Cómo el Gobierno va a dar 100 por ciento de aumento a los diputados? A los jubilados le da el 17, a los trabajadores les plantean el 18 y ellos se van a dar el 100 por ciento", enfatizó Castells.
Agregó: "Después se enojan con nosotros porque hacemos público estas cosas, pero un jubilado tiene 53 pesos para vivir y los diputados un ingreso diario de 3000". El incremento fue firmado por los titulares de ambas Cámaras en diciembre pasado, cuando los legisladores cobraban un ingreso neto mensual de entre 15 y 17 mil pesos, a lo que sumaban el paquete de pasajes aéreos y terrestres para movilizarse a la Capital, además de otros beneficios, como el de desarraigo, con los que llegaban a casi 25 mil.
Boudou y Domínguez dispusieron por resolución conjunta que el ingreso de un legislador debía ser un 20 por ciento superior al del máximo cargo de dirección de los empleados del Congreso. También se dispuso una reducción del 21 por ciento en el beneficio por desarraigo, pero se mantuvo intacto el cobro de pasajes, 20 tramos aéreos y otros 20 terrestres por legislador para movilizarse desde y hacia la Capital.
Con esta medida, los salarios de diputados y senadores alcanzarán los 30 y 35 mil pesos.