Una Evita dulce y suave para los discursos con buenas noticias y conciliadores; la otra Evita, combativa y dura para los anuncios confrontativos y retos a empresarios.
Según publica hoy diario Clarín, las maquetas que corresponden a la representación a escala de los murales de Eva Duarte de Perón —que se encuentran en el edificio de Desarrollo Social (y que costaron 36 millones de pesos más de lo previsto)— están cuidadosamente ubicados allí, dependiendo del tono discursivo que vaya a afrontar la Presidenta Cristina Fernández en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada.
Una mira hacia el sur, donde están los pobres y descamisados, y la otra hacia el norte donde viven los ricos, según la explicación de la propia Cristina.
“Causalidad o no, se la gira de acuerdo a cómo será ese día la alocución presidencial”, sostiene el periodista Alfredo Gutiérrez.
“La Evita buena y dulce acompaña a Cristina con las buenas noticias —cuando anuncia aumentos a cooperativas o logros del Gobierno en teleconferencias con las provincias—. La Evita combativa, en cambio, está detrás de la presidenta cuando arremete contra empresas, anuncia conflictos con el orden establecido o le pega a la prensa”, afirma.
Según ese matutino, la Evita bondadosa acompañó el discurso de Cristina del 28 de diciembre, cuando se anunció que tenía cáncer, la misma enfermedad se padeció la líder del peronismo hace 59 años. Se trato de la primera vez que la maqueta con el rostro de Evita apareció detrás de la presidenta, pese a que las maquetas se encontraban en esas instalaciones desde marzo de 2010, aunque más apartadas.
El 25 de enero de 2012, cuando retomó la actividad, se hizo presente la cara combativa. “Estaba mirando hoy el allanamiento a esta consultora internacional Fitch, por parte de la policía tributaria italiana. ¿Dónde está Moreno? Un príncipe usted al lado de los italianos”, había dicho en esa ocasión, mientras que advirtió a los empresarios: “Se acabó la avivada”.
La Evita buena volvió el 9 de febrero, al recordar al fallecido Luis Alberto Spinetta durante la inauguración de obras en las provincias. También el 28 de febrero, cuando Cristina anunció el aumento a cooperativistas del plan Argentina Trabaja, el mismo día que presentó a la “enfermera militante” que ayudó en la tragedia de Once.
El 1 de febrero Evita giró su cara combativa cuando Cristina reveló que “hay sueldos de ejecutivos de 10 millones de pesos, 2 millones de pesos, 4 millones de pesos (…), 20 u 80 veces de lo que gana cualquier funcionario público”.
¿Estrategia comunicacional presente hasta el más mínimo detalle o pura casualidad? Habrá que ver si el próximo discurso de la mandataria apunta al mismo perfil que la maqueta.