Impulsada por el gobernador de Chubut y líder de la organización de provincias petroleras, Martín Buzzi, la idea de crear una "Petrobras argentina", con capitales mixtos, para la explotación de áreas quitadas a YPF, parece avanzar a pie firme.
La propuesta cuenta incluso con el respaldo de un sector de la oposición y tomó fuerza en las últimas horas, sobre todo después de que Chubut y Santa Cruz advirtieran, como paso previo a la reversión de los contratos, con declarar la caducidad de las licencias de la firma hispano argentina en dos significativos campos petroleros de la Patagonia.
Se trata de los yacimientos Manantiales-Behr (en el distrito chubutense) y Cañadón Vasco, Los Perales-Las Mesetas y Pico Truncado-El Cordón (Santa Cruz), que concentran el 21 por ciento de la producción nacional de hidrocarburos de YPF, controlada desde 1999 por la española Repsol y manejada aquí por la familia argentina Eskenazi. Después de que los gobernadores de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) iniciaran una implacable ofensiva contra la petrolera, impulsada por la Casa Rosada, Chubut y Santa Cruz, le asestarían un golpe a YPF en caso de cristalizar sus advertencias.
En este contexto, los papeles de YPF en la Bolsa porteña comenzaron a crujir con intensidad en las últimas semanas y acumulan un retroceso anual del alrededor del 25%. El propio secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Chubut, Rubén Zárate, reconoció que "se encuentra en debate" la posibilidad de que el Estado nacional compre acciones de YPF, aunque no necesariamente utilizando fondos de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS).
Ocurre que éste es un paso necesario que tendría que dar el Gobierno para desembarcar con más fuerza en el Directorio de YPF y tomar el control de la empresa, convertida tal vez —para ese entonces— en una "Petrobras argentina". La Casa Rosada acusa a YPF de falta de inversiones y por una deliberada caída en la producción nacional de hidrocarburos, en medio de rumores sobre una eventual estatización de la firma.
Tanto Buzzi como su colega de Santa Cruz, Daniel Peralta, proporcionaron en las últimas horas señales inequívocas que dan cuenta de su intención de despojar a YPF de esas dos grandes zonas de explotación en la Patagonia. "Para revertir la caída de inversión entre 2006 y 2011, YPF debería invertir más de 1.000 millones de dólares en esa área. Y dudo de que lo haga ya que hasta ahora no firmaron la renovación de la concesión, que vence en 2015", sostuvo Peralta.
El mandatario santacruceño expresó entonces que su decisión de recuperar para el Estado provincial los yacimientos Cañadón Vasco, Los Perales-Las Mesetas y Pico Truncado-El Cordón es prácticamente "irreversible".
Una vez que se declare la caducidad de los contratos, ¿qué planean hacer ambas provincias, y los demás integrantes de la OFEPHI, con las áreas petroleras que hasta el momento estaban en manos de YPF, entregadas en concesión? "Explotaremos los yacimientos con el armado de una Petrobras a nivel provincial", sostuvo Buzzi, que consideró que le resulta "por demás interesante" el esquema de gestión mixto de la empresa brasileña, que combina capitales nacionales y privados.
"Existe una situación límite que se tiene que resolver en el corto plazo", remarcó el gobernador, y destacó la importancia de que sea el Estado el encargado de tomar las "decisiones estratégicas" en materia de explotación petrolera. Buzzi se expresó en estos términos en momentos en los que se intensifica en la Argentina el traspaso de estaciones de servicio de Petrobras a la firma Oil Combustibles, que encabeza el empresario Cristóbal López, cercano al kirchnerismo.
De todos modos, el modelo de gestión mixto es recomendado incluso por referentes de la oposición: el diputado nacional por Proyecto Sur Fernando "Pino" Solanas consideró en declaraciones al programa Asteriscos AM de radio El Mundo que el modelo de gestión de Petrobras es el que debería implementar Argentina para la explotación de sus reservas de hidrocarburos. Río Negro también redobló su ofensiva contra YPF, con la quita de una segunda área petrolera, Ñirihuau, en cercanías de San Carlos de Bariloche, argumentando también "falta de inversiones", pero la estantería de la petrolera realmente tambalearía con la reversión de las áreas en Chubut y Santa Cruz.
Emiliano Rodríguez
NA