El Senado aprobó esta madrugada por amplia mayoría el proyecto que establece la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF, en poder de la empresa española Repsol. La sanción de la norma, que deberá ser refrendada por la Cámara de Diputados, concluyó con 63 votos a favor, 3 en contra y 4 abstenciones.
Luego de 15 horas de debate, la UCR, el Frente Amplio Progresista (FAP) y algunos senadores del Peronismo Federal acompañaron al oficialismo en la votación en general, aunque propusieron modificaciones a la iniciativa enviada por el Ejecutivo. El bloque del Frente para la Victoria, que conduce Miguel Ángel Pichetto, no aceptó esas modificaciones al proyecto pero introdujo una referida a la expropiación de la empresa YPF Gas, dedicada al comercio de garrafas y a la producción de gas licuado de petróleo.
Con una asistencia casi perfecta (sólo fue comentado el faltazo de Carlos Menem), el Senado a debatió la iniciativa desde pasadas las 10:00 de ayer miércoles, cuando 58 legisladores se anotaron para tomar la palabra, aunque todos los discursos tuvieron similitudes debido al apoyo que cosechó el espíritu general de la norma. En efecto, la aprobación estuvo casi garantizada desde el principio, dado que a los 38 votos que reunió el oficialismo entre propios y aliados, se le sumaron 15 de la UCR, 3 del Frente Amplio Progresista (FAP) y al menos dos del Peronismo Federal, que respaldaron la norma en términos generales pero con objeciones particulares.
La senadora oficialista por Jujuy Liliana Fellner cuestionó la "especulación que Repsol ha tenido, hasta la decisión de la presidenta (Cristina Kirchner), sobre el manejo de los recursos nacionales". "Jujuy está creciendo, pero es inevitable preguntarse cómo hacemos para crecer en provincias como la nuestra si no hay combustible y estamos presos de la especulación", interrogó Fellner durante su discurso.
El bloque de la UCR anticipó su voto a favor en general pero buscará introducir cambios durante la votación en particular, entre ellos, que se lleve a cabo una negociación de 60 días entre el Estado y Repsol para la compra venta de la empresa, antes de disponer la expropiación. El senador radical Gerardo Morales adelantó el voto positivo al tiempo que salió al cruce de sectores de su propio partido: "Por más que sigan haciendo las operaciones que hasta último momento están haciendo algunas minorías de mi partido con ayuda de otros, vamos a votar a favor de la nacionalización". El interbloque del FAP también votará a favor en general y propondrá modificaciones en particular, con excepción de la senadora cordobesa Norma Morandini, quien optó por abstenerse.
En el Peronismo Federal las posturas están aún más divididas, dado que lo puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso, el salteño Juan Carlos Romero y el sanjuanino Roberto Basualdo votarán en contra, mientras que la salteña Sonia Escudero lo hará a favor pero en disidencia. Por su parte, la senadora de la Coalición Cívica María Eugenia Estenssoro decidió finalmente abstenerse de votar la expropiación, tras demorar hasta último momento su postura respecto de la iniciativa. "La razón me dice que debería votar en contra porque esto es un engaño, una estafa emocional a todos los argentinos", explicó Estenssoro, aunque agregó que "el corazón" le indica que "los hidrocarburos son estratégicos" y que "algún día hay que cambiar el país", por lo que decidió abstenerse.
Menem brilló por su ausencia
El senador riojano y ex presidente Carlos Menem finalmente no participó del debate sobre la expropiación de YPF, a pesar de haber anunciado días atrás que votaría a favor de la iniciativa del Gobierno. Cuando transcurrían diez horas de debate, Menem todavía no había llegado al Senado y tampoco figuró en la lista de oradores, aunque a diferencia de otras ocasiones, esta vez su presencia no fue determinante, dado que el proyecto se perfilaba a ser aprobado por una amplia mayoría.
No obstante, se mantenía la expectativa de que el senador riojano arribara al recinto a la hora de votar, debido a que días atrás anticipó que a pesar de haber impulsado la privatización de YPF durante su primer mandato como presidente, en esta oportunidad iba a "apoyar la estatización". "El escenario ha cambiado, la situación no es igual a cuando yo la privaticé. Sé que me van a dar con un caño, pero no va a ser la primera vez", había argumentado Menem el último viernes en declaraciones a la prensa.
A pesar de haber sido el impulsor de la privatización de YPF durante su Gobierno, el voto favorable de Menem al proyecto enviado por el Ejecutivo no sorprende, debido a que el senador riojano se convirtió en uno de los aliados habituales del oficialismo en la Cámara alta. Menem acompañó las iniciativas del oficialismo con su voto, su abstención o su ausencia desde 2010, cuando le permitió al bloque del Frente para la Victoria que preside Miguel Ángel Pichetto aprobar el pliego de designación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central.
En aquella oportunidad, Menem anunció a viva voz en el recinto su abstención, lo que sirvió para que el dictamen de mayoría impulsado por la oposición, que rechazaba el nombramiento de Marcó del Pont, obtuviera 34 votos a favor y 35 en contra, mientras que el dictamen de minoría que ratificaba a la funcionaria finalmente fuera aprobado. La abstención de Menem en esa votación fue clave para el oficialismo, dado que si el ex jefe de Estado hubiera votado junto con la oposición como se preveía, se habría dado un empate que resolvería el entonces presidente del Senado, el radical Julio Cobos.
No obstante, el voto favorable del riojano al proyecto del oficialismo sobre YPF contrasta con su actuación como Presidente de la Nación, dado que en 1992 impulsó la privatización de la petrolera y terminó de cederla a Repsol en 1999. En efecto, durante el primer mandato de Menem, el Estado vendió el 46 por ciento de las acciones de la empresa y se reservó para sí el 20 por ciento más la acción de oro. El proceso privatizador culminó en 1999, cuando el Estado vendió a Repsol el 15 por ciento de su capital accionario.
Restricciones a la prensa
El personal de Seguridad del Senado restringió el acceso de cronistas y fotógrafos al palco de prensa del recinto y luego de varios reclamos permitieron el acceso pero en tandas y sólo por cinco minutos.
El Círculo de Periodistas Parlamentarios (CPP) decidió elevar una nota al presidente de la Cámara alta, Amado Boudou, para manifestar su preocupación ante esta medida inédita. De hecho, durante el inicio de la sesión los periodistas acreditados en el Senado también tuvieron dificultades para ingresar tanto al recinto como al palco de prensa.