Este jueves, casualmente —¿Casualmente?— en el día que se cumple un nuevo aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Cristina Kirchner encabezó un acto en esa entidad junto con el titular de la entidad, Adelmo Gabbi, durante el cual anunció la salida del "corralito" generado en la crisis del 2001 y 2002, con el pago de la última cuota del Boden 2012 por unos 2.200 millones de dólares.
Como se preveía, la mandataria anunció que mañana viernes la Argentina efectivizará el pago con reservas del Banco Central —como viene ocurriendo en los últimos años— de U$S 2.198 millones en capital y otros 9 millones en intereses, por un total de 2.207 millones de dólares, para cancelar de ese modo el bono más emblemático de la última década en el país. Un dato: el acto se hizo un día antes de formalizar ese trámite, ya que el dinero ya fue transferido al Tesoro Nacional.
En su disertación, la Presidenta abusó del uso de datos, la mayoría de ellos erráticos, basados en filminas que no contemplaron tópicos como la inflación y las restricciones a las importaciones. Es decir, se trató de números oficiales engañosos.
En su extensa diatriba, Cristina fustigó a quienes pergeñaron el corralito y señaló duramente a los impulsores del gran fraude que significó el Megacanje llevado adelante por el entonces ministro Domingo Cavallo. Lo interesante del caso es que, cuando este ocurrió, ella era legisladora y no quiso acompañar la denuncia que sí presentaron Graciela Ocaña y otros diputados.
Es curioso que la mandataria recordara hablar de un suceso tan lejano, pero no se refiriera a temas que preocupan a la sociedad como la inflación o la inseguridad. También sorprendió el hecho de que se jactara de los paupérrimos incrementos brindados a los jubilados por su gobierno y el de su marido, siendo que hoy los pasivos cobran un haber que no llega al 40% movil y ninguna de las sentencias judiciales a su favor se cumplen.
Tampoco parece acertado que se quiera mostrar el pago del Boden 2012 —que solo benefició a un 22% de ahorristas, como la propia Presidenta destacó— como un acto de liberación económica. Como explicó oportunamente Tribuna de Periodistas:
De acuerdo al balance del 23 de junio, el tesoro le debe al BCRA $ 330.525 millones, que al tipo de cambio oficial son unos U$S 32.072 millones en letras intransferibles que vencen el día del arquero. Además le debe otros $ 79.480 millones (U$S 17.396 millones) en adelantos transitorios (emisión monetaria para financiar el déficit fiscal).
Solo este último número es casi igual al monto original del Boden 2012. En total el tesoro le debe al BCRA el equivalente a U$S 49.468 millones, casi tres veces más que el monto original del Boden 2012. Pero, al mismo tiempo, el BCRA le debe al mercado, por bonos y pases de corto plazo, el equivalente a otros U$S 28.418 millones.
Como dice Lorenzino, ya no se va a hablar más del Boden 2012, pero habrá que empezar a hablar de esta monumental deuda del tesoro con el Central y del Central con el mercado que supera ampliamente la deuda original del Boden 2012. Me parece que están festejando tan anticipadamente, que al abusar tanto de las burbujas del champagne no les permite ver el lío que armaron y que se viene.
Esas líneas fueron escritas por Roberto Cachanosky y tienen una vigencia que espanta. Pocos podrán entender luego de lo antedicho por qué festeja Cristina en estas horas. Tal vez ni siquiera ella lo sepa.
Carlos Forte
Twitter: @fortecarlos