Después de leer la nota Carta abierta al juez Lijo, que publicó el 15 de agosto el señor Christian Sanz, Director Ejecutivo de Tribuna de Periodistas, sentí la necesidad imperiosa de vincular la misma con la forma de pensar sobre este tema que tenía nuestro Libertador.
Para ello, me tomare el atrevimiento de transcribir parte de una nota del historiador Felipe Pigna, editada en el diario Clarín el 24 de agosto de 2008.
El general de todas las epopeyas:
San Martín era un claro defensor de la división de poderes y conocía el valor central que ocupa el Poder Judicial en un Estado. En el Reglamento de los Tribunales del Perú, quedó expresada una vez más la categórica convicción sanmartiniana: "La imparcial administración de justicia es el cumplimiento de los principales pactos que los hombresforman al entrar en sociedad. Ella es la vida del cuerpo político, que desfallece apenas asume el síntoma de alguna pasión y queda exánime luego que, en vez de aplicar los jueces la ley, y de hablar como sacerdotes de ella, la invocan para prostituir impunemente su carácter. El que la dicta y el que la ejecuta pueden ciertamente hacer grandes abusos, mas ninguno de los tres poderes que presiden la organizaciónsociales capaz de causar el número de miserias con que los encargados de la autoridad judicial afligen a los pueblos cuando frustran el objeto de su institución".
Sepa cumplir el Poder Judicial con el mandato Sanmartiniano y “Será Justicia”
Ricardo Alfredo Rey