Como si no bastase con el Vatayón Militante armado por La Cámpora para cooptar lúmpenes alojados en establecimientos carcelarios dependientes del Servicio Penitenciario Federal, cuyo Director, Víctor Hortel, generosamente comparte juergas y salidas culturales, ni la existencia de comandos que ingresan a establecimientos escolares para adoctrinar a inocentes alumnos y sorprender a desprevenidos progenitores y educadores, ahora se formó un nuevo núcleo militante denominado ORKA, que no tiene nada que ver con los cetáceos, la ecología o la protección del medio ambiente.
Aclaro que no se trata de la palabra horca mal escrita como acostumbra el kirchnerismo populista degenerando el idioma de Cervantes, sino de la sigla que significa Organización Kirchnerista de Ajusticiamiento. Léase bien, ajusticiamiento, no adoctrinamiento, pues sus miembros están convencidos que no alcanza con los tibios procedimientos para convencer sobre las bondades del Modelo K y se hace necesario utilizar vías de hecho, emulando al Secretario de Comercio Guillermo Moreno del cual recordamos la invitación a boxear que hiciera en una asamblea de la empresa Papel Prensa, es decir, acción pura. “¡Basta de cháchara!” es su grito de guerra y reclama la utilización de la fuerza bruta.
ORKA ya ha cobrado varias víctimas, especialmente entre empleados y funcionarios de menor nivel que protestaron ante exigencias indebidas. Pueden dar fe de ello varios empleados y funcionarios del INDEK y se sospecha que esta nueva fuerza de choque K tuvo su debut en el marco de la trifulca que cobrara la vida de Mariano Ferreyra, el joven militante del Polo Obrero asesinado cobardemente durante la protesta laboral por la regularización de los tercerizados de las empresas ferroviarias.
Los miembros de esta asociación ilícita están a disposición de la Casa Rosada y responden directamente a la Caja manejada desde el Ministerio comandado por Alicia KIRCHNER que sufraga todos los gastos de movilización e incentiva generosamente con fondos públicos a estos buenos muchachos.
Lo más grave de todo esto es que los ORKA´S se consideran los “verdaderos soldados” y miran con desprecio a otras agrupaciones kirchneristas militantes. Los ORKA´S son fanáticos que pretenden descollar para deslumbrar a su Jefa y no pretenden cargos públicos ni las migajas de los planes clientelares, aunque reciben importantes fondos para viáticos y vituallas. No quieren figurar “en blanco” y se mueven en las sombras, bastándoles el reconocimiento que en privado les hacen los miembros de la cada día más chica mesa de toma de decisiones con base operativa en Olivos.
Sólo califican para ingresar a la ORKA jóvenes sub 30, de excelente estado físico aunque con serias carencias en punto a escrúpulos, ética y moral, resultando imprescindible la dedicación exclusiva y el acatamiento sin miramientos de las órdenes impartidas.
La mayoría tiene cuentas pendientes con la Justicia, personalidad paranoica y un perfil netamente agresivo, tanto hombres como mujeres, y los más jóvenes son los más violentos. Muchos se jactan de su pasado carcelario y de sus contactos con el submundo villero, lo cual les permite convocar en escasas horas a decenas de ocasionales compañeros de tropelías.
Ninguno es ajeno al manejo de armas blancas y de fuego, pero se ufanan de romper cráneos con palos y a manos limpias. Desprecian a los niños bien y consideran careta a quien trabaja y vive de su trabajo, repudiando especialmente a quienes estudian. La franja etaria objeto de desprecio incluye niños, adolescentes y ancianos, en particular aquellos que viven en la Capital Federal y barrios acomodados del conurbano bonaerense.
Algunos de ellos incendian coches estacionados en la vía pública y evocan antecedentes de incendios de cajeros automáticos en sus juegos de rol.
Todos ellos conocen de memoria un nombre y un teléfono al cual acudir si alguna autoridad los detuviese.
Esta cobertura, que garantiza absoluta impunidad, la tienen disponible las 24 hs. de los 365 días del año. A cambio también ellos están disponibles sin limitación horaria para cualquier clase de mandado.
Un enfrentamiento interno por el liderazgo, que se está desarrollando actualmente, evidenciará la existencia de esta nefasta entidad, pues no se descarta algún desenlace fatal.
Enrique Piragini