Hoy se enfrentan por fondos que la Nación le debe a la provincia de Córdoba y se destinan duros epítetos. Sin embargo, las críticas que hoy el kirchnerismo muestra sobre José Manuel De la Sota no se condicen con el trabajo que en el pasado llevaron adelante un espacio y el otro.
Sobran los ejemplos, aunque basta recordar cómo en el año 2007 Kirchner acordó con De la Sota la fórmula cordobesa para competir por la gobernación. En esos días, Juan Schiaretti, del partido Unión por Córdoba, y Héctor Campana, del Frente por la Victoria, acordaron integrar una fórmula gubernamental para competir en las elecciones provinciales.
"El ex basquetbolista secundará en el binomio al actual vicegobernador, que es el candidato elegido por el gobernador José Manuel de la Sota con la aspiración de que lo suceda al frente de la provincia cuando concluya su segundo mandato, el 10 de diciembre próximo", según relató diario La Nación en esos días.
"El Pichi" Campana había llegado a la política cuatro años, de la mano del entonces intendente Luis Juez, enfrentando a los candidatos de sus nuevo aliados.
"Más tarde, Juez y Campana se fueron distanciando hasta un punto irreconciliable. Paralelamente, el Secretario de Transportes de la Nación, Ricardo Jaime, le abrió la puerta del despacho presidencial y Néstor Kirchner lo ungió como su preferido en Córdoba: fue el único que recibió un apoyo explícito del jefe de la Rosada", según el mismo diario.
La fórmula se presentó entonces como un acuerdo entre el Frente de la Victoria y Unión por Córdoba y tuvo apoyo del propio Néstor Kirchner. Quien confirmó esto último fue el hoy procesado ex secretario de Transporte, Jaime, a través de declaraciones a Radio Mitre Córdoba.
Hoy el kirchnerismo parece haber olvidado esos días, al igual que los medios alineados a este. Para todos, aunque cueste creerlo, hoy De La Sota es la suma de todos los males. Lo mismo cabe para el Gobernador cordobés, quien hoy se muestra crítico con el Gobierno.
María Luisa Torres