La jornada legislativa vivida este jueves en la provincia de Santa Cruz, recordó a la del 2007, uno de los puntos más álgidos de la mala relación entre la sociedad y la clase política.
Es que esta tarde, la Cámara de Diputados provincial fue escenario de un nuevo embate de un sector de vecinos autoconvocados, justo cuando se cerraba el año legislativo con la 16º y última sesión del año.
Según informó OPI Santa Cruz, que tomó imágenes del momento, los diputados fueron repudiados desde el exterior del edificio de la legislatura antes, inclusive, de comenzar el acto. De hecho, algunos legisladores ingresaron al edificio más temprano, para evitar el encuentro con la gente, aunque debieron enfrentar a la ofuscada muchedumbre una vez concluida la sesión.
“A las 15:30 horas terminó la sesión y dentro del recinto se vivía una gran tensión, dado que los diputados advertían que afuera los ánimos no eran los mejores. Gritos, insultos, cánticos, habían acompañado durante toda la jornada las ponencias de los legisladores, quienes en algunos casos debían levantar la voz para hacerse escuchar”, contó OPI.
Sin embargo, nada evitó que los legisladores aprobaran el pedido de empréstito y endeudamiento que necesitaba el Ejecutivo para aliviar la crítica situación financiera de la provincia. Cuando desde afuera del recinto llegó la información de que no habían tratado ninguno de los proyectos para financiar el pago de haberes, la gente se enfureció aún más.
“Los legisladores se cruzaban en los pasillos, iban y venían, hablaban por teléfono y luego de más de una hora y media tomaron una decisión: saldrían, porque información del exterior les indicaba que mucha gente se había retirado y que solo quedaba un grupo de manifestantes, conformado, en su gran mayoría, por jubilados y mujeres”, dio cuenta ese medio sureño.
Alrededor de las 5 de la tarde, hicieron el primer intento de salida del recinto, escudados bajo la protección de los escudos policiales; sin embargo, no bien fueron avistados los diputados, los manifestantes desbordaron el cordón policial y los legisladores debieron retroceder al interior del edificio.
Quince minutos más tarde hicieron el segundo intento, esta vez con el objetivo de lograrlo recorriendo unos 15 metros a pie, hasta ascender a un camión de Infantería de la policía provincial puesto a disposición para los legisladores.
Sin embargo no alcanzó, ya que los presentes —alrededor de 100 manifestantes— se abalanzaron sobre los diputados y comenzaron a arrojarles huevos y gritarles insultos.
La Infantería dio protección a través de sus equipos antimotines, hubo presencia de perros, dispararon balas de gomas al aire y agitaron peligrosamente la tensión que había en ese momento, sin que se registraran incidentes más graves, ya que la poca gente que quedaba en el lugar, no insistió con la revuelta.
Entre los pliegos que pudieron aprobar se destacan:
- La prórroga de concesión por 10 años a la empresa Roch, si bien algunos querían pasarle esas áreas a YPF.
- El marco regulatorio para los juegos de azar.
- La ampliación del ejido urbano de Río Gallegos y de El Calafate.
- La intangibilidad de los recursos provenientes del Tesoro Nacional para el financiamiento de las obras públicas provinciales y municipales.
- Un pedido para que el gobierno provincial haga un convenio con Prefectura Naval Argentina para reforzar las tareas de prevención del delito.
- Un proyecto donde intimaron al gobernador Daniel Peralta para que resuelva el problema de la falta de agua potable en Caleta Olivia.
- Otro proyecto que permite que los municipios firmen en forma directa el plan de inversión pública con el ministro Julio de Vido.
- La autorización a que las inversiones sobre el acueducto se hagan con fondos provenientes del acuerdo con YPF, y la formalizaron la nueva Ley de Educación que adapta el sistema educativo a la nueva reforma realizada a nivel nacional.
Luego de la ardua jornada, los diputados provinciales iniciaron sus vacaciones hasta el mes de marzo del próximo año, no sin un sabor amargo provocado por remembranzas de situaciones que creían haber superado.
María Luisa Torres