El gobierno ha tenido aciertos y errores. La mayoría de los aciertos pueden ser cuestionables ya que se han dado como consecuencia de la disponibilidad de recursos económicos generados por una fuerte presión fiscal sobre los actores de la economía relacionados al valor de las materias primas que el país exporta y de los sectores más productivos. Estos “logros” se basan principalmente en el populismo y el clientelismo político.
En la actualidad, la mitad del país vive de la otra mitad económicamente activa, de los primeros me refiero empleados públicos, jubilados y personas que sobreviven de diversos subsidios, etc.
No hace falta ser un erudito para darse cuenta que los números no cierran. La presión fiscal es de no menos del 50% de los ingresos, incluyendo todos los impuestos pero mientras tanto carecemos de calidad en servicios como salud, educación y justicia, que debería ser lo más elemental que el estado nos debería proveer como contraprestación de los pagos obligatorios a los que nos someten (el ciudadano está obligado a pagar castigado hasta con la cárcel o la pérdida de sus bienes si no lo hiciese pero para el estado parecería que la responsabilidad no es reciproca).
Este Estado, como se presenta, cada vez más grande, poderoso y monopólico nos está acorralando y dejando cada vez con menos recursos para desarrollarnos como individuos y como nación.
Sumemos los gastos superfluos, creo que no es muy simpático que lo diga pero Futbol, Automovilismo y Boxeo para Todos, realmente ni es para todos ni tampoco es gratis. Sumado a esto que el gobierno lo utiliza para propaganda política y escarches diversos de forma descarada.
Nuestra presidenta en algún discurso ha mencionado —y retado— las malas administraciones de algunas provincias ¿Esto que su gobierno hace es administrar bien?
¿Utilizar los recursos del estado para beneficio propio es honesto o digno? El uso del avión presidencial para trasladar a su hijo a una clínica privada desde Río Gallegos a Buenos Aires es tan solo una muestra de esto.
La gran mayoría de los ciudadanos no tenemos estos privilegios a costa del resto. ¿Porque esta gente se cree con el derecho de gastar dinero que no les pertenece y quien les dio ese derecho?, nadie, ellos se los han apropiaron sin nuestro consentimiento pero tampoco hicimos nada para evitarlo.
Es increíble que todavía haya personas desnutridas en un país que tiene la capacidad de alimentar al menos 400 millones de personas —10 Argentinas—, que tengamos déficit habitacional y rutas que ocasionan cientos de muertes al año. ¿Esto es distribución de riqueza?
Un buen administrador entre otras virtudes debe ser honesto y mencionando algunos ejemplos como tasa de inflación, valor del dólar, desempleo, reservas del banco central, no vemos mucha honestidad en la gestión.
Deberíamos analizar que nos deparará el futuro con la continuidad de esta gestión. Si se miente en forma tan grosera en aspectos tan evidentes podemos esperar que nos mientan también en aspectos muchos más graves como el fraude electoral.
Cuando en el párrafo anterior menciono lo que nos deparará el futuro con la continuidad de esta gestión es porque no me caben dudas que por las características de las personas que integran el gobierno van a hacer lo posible e imposible por permanecer en el poder y no les importará el costo de alcanzar dicho objetivo
Por este motivo, es fundamental que nuestra sociedad madure para detener el avasallamiento, el robo y la corrupción, porque además y para colmo de que pasan todas estas cosas y muchas más, el gobierno tiene la desfachatez de retarnos como si fuésemos niños.
Es hora de que las personas tomemos las riendas de nuestras vidas, es evidente que la comodidad que nos da delegarle el manejo a terceros nos ha traído muchos dolores de cabeza. La decisión de hacernos cargo genera la incómoda situación de ser responsables de nuestro destino aunque esta es la única forma que seamos libres y dignos.
Pablo Rodríguez
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