Fueron varios los acontecimientos que avizoran la franca decadencia del Régimen K. Algunos de esos eventos pasaron casi desapercibidos y bien vale la pena reflexionar al respecto.
Por un lado, el más que llamativo “accidente” —que el gobierno pretendió ocultar y la descerebrada presidente admitió ante el ecuatoriano Rafael Correa— que el 16 de noviembre pasado sufriera el monje negro del kirchnerismo: el poderoso Secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos “Chino” Zannini. Fuentes reservadas aseguran que no fue casual.
Por otra parte, el portal OPI Santa Cruz, dio a conocer que Zannini decidió viajar al comando de una camioneta Blazer hacia Río Gallegos y en proximidades del Paraje La Esperanza, perdió el control y volcó, saliéndose de la ruta siendo su conductor eyectado del habitáculo, lesionándose la clavícula.
Se consideró más que interesante el dato relativo a que Zannini era el único ocupante del rodado, lo cual evitó daños colaterales. No es habitual que el funcionario se desplace en solitario, máxime cuando es conocido el uso y abuso de custodia particular.
La Cámara de Diputados aprobó esta semana un proyecto de ley para indemnizar a soldados formoseños muertos por Montoneros. Ahora, deberá tratarlo el Senado.
El proyecto de ley aprobado el miércoles por la noche por la Cámara de Diputados es justo porque otorga a los defensores del cuartel la misma indemnización que ya cobraron los familiares de la mayoría de los guerrilleros muertos.
Estos militantes montoneros habían sido considerados como víctimas del terrorismo de Estado a pesar de que murieron atacando un regimiento del Ejército en los suburbios de Formosa y durante el gobierno constitucional de la presidenta Isabel Perón.
Aquel 5 de octubre de 1975, mientras los formoseños dormían la siesta, murieron en total 24 jóvenes, todos peronistas: doce guerrilleros, diez soldados, un subteniente y un sargento primero.
Hasta el hiperkirchnerista Carlos Kunkel se ocupó de que sus díscolos adláteres aprobaran el proyecto que generó conatos de rebeldía interna. Todo un símbolo.
Y para desestabilizar aún más la febril y desequilibrada mente de la Reina de Tolosa, hoy los camaristas del fuero civil y comercial federal extendieron la cautelar a favor del Grupo Clarín, con lo cual la aventura pergeñada por la bipolar mandataria y sus esbirros, con el mercenario Martín Sabbatella a la cabeza, de copar las empresas del multimedios adoptado como “enemigo”, si no se frustra dejará en evidencia el inexorable camino totalitario y arbitrario por el que transita el gobierno nacional hacia la réplica venezolana.
Lo único que falta, para desmoronar los sueños de eternidad KK, es el llamado a la presencia de Dios del bolivariano Hugo Chávez Frías. Aunque en realidad quienes lo reclaman son Satanás y el ausente con presunción de fallecimiento Néstor Carlos I.
Enrique Piragini