En relación a la orfandad de líderes políticos que padece la mayoría del pueblo, en su lucha contra la mafia que nos gobierna, y atentos a la atomización de la oposición, sería conveniente tomar alguna iniciativa que resuelva el egoísmo exacerbado de quienes tienen una opción de liderar la indignación colectiva.
Si consideramos los últimos 30 años de vida política en el país, el 70% del tiempo han gobernado los peronistas, por eso podemos decir que somos todos peronistas, porque el radicalismo ya fue.Peronistas de derecha, de centro y de izquierda.
¿Por qué no hacer un ejercicio ciudadano y por una vez dejamos de usar boletas con el escudito de Perón y Evita?
Hagamos tres tipos de boletas. Partido de derecha, Partido de centro, Partido de izquierda.
Hagamos una lista de ideas para cada tendencia. Luego que ellos (los políticos) se partan y repartan bajo cada bandera y, nosotros, votemos ideas y veremos qué sale.
La pelea por el escudito de Perón y Evita es un engaño, y muchos distraídos creen que votan a las míticas figuras, cuando en realidad quien haya logrado adueñarse de tan preciado loguito, jamás gobierna según Perón o Evita, sino que los enarbolan, pero hacen todo lo contrario de lo que dice la doctrina peronista.
Los guerrilleros decían: "Si Evita viviera, sería montonera". Mintieron y mienten todavía hoy, ya que en su intimidad hablan despectivamente del "viejo milico" y la "momia".
Perón fue para la Argentina lo que Mao para China, éste murió siete años después de aquel, y en China políticamente, ya lo olvidaron.
No pretendo que se olvide a Perón, pero al menos dejémoslo descansar en paz. Gobernó hace 40 años, en otras circunstancias , cuando se votaba al más carismático, y el ejército era un referí, que podía intervenir cuando se violaba la constitución groseramente, y él formó parte de la revolución del 43, que luego le permitió llegar al gobierno.
Ni la seguridad ni la economía eran las mismas, la droga no reinaba, tampoco la violencia de los delincuentes, que además tenían códigos. La economía no padecía la globalización y nuestro agro no producía el caudal de hoy.
Es cierto que los pobres habían aumentado sus ingresos y no tenían tantas demandas insatisfechas, pero no demandaban los bienes de hoy, ropa de moda, teléfonos última generación, y autos, que en aquellos años estaban fuera de alcance. Nuevos tiempos, demandan nuevas ideas y estrategias. La tecnología, permite hoy que el pueblo se organice, y que comience a pensar en equipo, utilizando la sinergia del grupo. Hay muchas maneras de hacerlo, tenemos que tomar acción, el tiempo apremia.
Braulio Quevedo
baqnatura@hotmail.com