De la construcción del relato ya se ha escrito mucho, al punto que nadie puede considerarse desprevenido. “Hay otro país, hay otro relato diferente del que nos quieren convencer", dijo Cristina Kirchner, y en sí resumió todo su plan de gobierno. La frase es textual, de un discurso de Ella, y lo incorporó el excelente blog “Relatos del Presente” en su tapa.
En dicha frase se define la idea definitoria del gobierno ficcional kirchnero-cristinista, en donde los mayores esfuerzos se comprometen a crear un relato, aún obtuso de la realidad, aún contrario a ella. Lo importante es que muchos se convenzan del discurso, convenientemente difundido por el Holding K de medios, cada día más obeso, cada día más aplastante, cada día más “bolivariano”.
En el segundo plano se encuentran las acciones del relato, las cuales deben ser “bajadas” de manera alienante, para aparentar que “algo” está ocurriendo. Por ejemplo: hoy se confiscan acciones de YPF (confiscan, porque “expropian” significa que se paga el valor al dueño) y se mide el efecto. En el ejemplo, para el caso, la movida duró dos semanas en la TV, con lo cual el “relato” pasadas las dos semanas, exige otra intervención en la construcción ficcional de dicha realidad (o “relato”) que suplante el ya “quemado”, al cual ya nadie atiende. Entonces, para seguir el ejemplo, viene la designación de Miguel Gallucio. Cinco días dura la “noticia”.
La designación de Gallucio es “adornada” con “relato” de inversiones que, o son un cuento, o un tiro por las dudas de que sí ocurran. Muere la noticia “Gallucio”, se emiten bonos de YPF, al 19%, justo en el momento que se dispara la inflación: ocurre otro “yerro” del relato (en realidad es una seguidilla de ellos, a modo de noticiero de la realidad ficcional) los bonos son en pesos, apenas incluyen interés al 19%, y no los traga ni un cocodrilo.
Entonces se dispara el dólar negro. Sí, es “negro”, porque andan tipos de la AFIP encanando a los que compran o venden; en consecuencia, no es “blue”. Y salta a 12 mangos. Ajuste del “relato” de inmediato…. Aparecen los Cedines para ocupar la tele, 17 horas diarias, con señores de inmobiliarias que despotrican porque las constructoras (amigas del poder) construyen departamentos en pesos, pero los inmuebles siguen costando el doble de lo normal. Y les jodieron el negocio… porque los pesos no los quiere nadie… y luego aparecen los “cinco grandes del mal humor” económico, diciendo que todo el que tiene plata negra, afanada, del narco o lo que sea, que la lleve al Estado y que el Estado no lo va a averiguar en su ilicitud. Y que el que tiene dólares ya no es ladrón, como dijeron los mismos cinco cretinos, porque ahora, resulta que son “señores que ahorran en dólares” que no se pueden comprar.
El lector, sabrá disculpar el laberíntico resumen, pero son las acciones laberínticas con las cuales se intenta correr con acciones a la realidad, para, precisamente, lograr que este relato ocupe el lugar de la realidad.
El Déjá Vú
Dentro de la construcción del relato, ocupando una parte importante para los propios, o “militontos”, está la falsa ideología, o mito kirchnerista.
Veamos: construcción de dos esculturas de hierro de Evita imitando la del “Che Guevara”, en las caras sur y norte sobre el edificio de Salud Pública.
Cientos de calles con el nombre Kirchner, escuelas, obras, obras mentidas, rutas, etc. etc.
Pseudo obras de arte, que ocupan cientos de oficinas públicas funcionariales.
Escuelas, con bustos y banderas alusivas.
Las agresiones gratuitas al nombre y memoria del Presidente General Julio Argentino Roca; agresiones por lo general propia de ignorantes, bestias y salvajes.
La recalificación oral de conceptos, como por ejemplo llamar a Belgrano “doctor” cuando todo el mundo y la historia lo reconoce como “general”. También el haber recalificado (relatado) material de estudio, o a la Escuela de Guerra la llaman “Centro de Estudios de las Fuerzas Armadas”.
Hay cientos, miles de ejemplos, a lo largo y ancho del país. Pero, me voy a detener en uno en especial, para que los jóvenes entiendan el pescado podrido que les venden.
Es la futura estatua de 15 metros (¡!) de Juana Azurduy, en reemplazo de la escultura que conmemora a Cristóbal Colón —Cristóforo Colombo— y que fuera donada por los inmigrantes y la Nación Italiana. No es poca cosa, la estatua da al Río de la Plata, símbolo del ingreso de los inmigrantes, nuestros viejos y abuelos. Está rodeada por la Avenida Paseo de la Rábida, en homenaje a la Iglesia de La Rábida, sita en España, donde Don Cristóbal rezó antes de la partida (en realidad se escondió de espías que querían matarlo o hacerle abortar el plan).
Y además porque las tierras a descubrir iban a ser descubiertas para la corona de los reinos de Castilla y Aragón, y para evangelizar las gentes, o sea, contaban con la banca Papal. Lo que le jode a la presidente, en el fondo, pero muy a la perspectiva, es la hispanidad del monumento. Ella quiere la estatua de Azurduy, esa de la canción que solía cantar Mercedes Sosa —una reconocida comunista, no como su amigo Carlos Zannini, y otros personajes inferiores, que lo ocultan— porque habla del “heroismo montonero” algo también ficcional, que parece exaltar a los militontos que la siguen, y que no parecen darse cuenta que las montoneras del siglo XIX en nada se parecían o eran asimilables con las tristísimas guerrillas subversivas de 1970 en adelante, más emparentadas con los secuestros, los servicios de inteligencia, la SIDE, el SIE y la CIA que con la Patria.
Cristina quiera hablarles a sus militantes-funcionarios, a la vez que abrir las ventanas del Salón de las Mujeres “y que se vea Juana Azurduy, la mujer montonera”.
Busca un “arquetipo” —de comic realmente— y le jode Colón, un italiano que descubrió América en 1492 y es “genocida” según los dichos de su entorno. Las comillas responden a los propios dichos vertidos por la mandataria en reuniones privadas de las que se supo, por haber sido trascendidas a los medios de comunicación.
Juana Azurduy… prestame tu fusil
Lo más sórdido es la comidilla de los ex “jóvenes brillantes” de los 70 —o “viejitos chorros” como demostró Jorge Lanata—, comentario de algunos respecto de cuál sería el verdadero motivo por el cual se le pidió el “regalo” del monumento al presidente Evo Morales. La cuestión, no es menor, en el imaginario montonero.
Corría el año 1972, y en el marco del descongelamiento político, se hace una gala de música popular en el Teatro Colón —valga la paradoja— al cual estaba invitado el entonces hombre fuerte, el presidente de facto, Alejandro Lanusse. Como cantaba una, entonces, mucho más joven Mercedes Sosa, y los montos sabían que iba a cantar el tema de Juana Azurduy, y que también iba a estar presente la TV, coordinaron para copar la sala, y cuando Mercedes cantara el tema, levantando con sus dos brazos la guitarra (como solía hacer en homenaje a quienes toman las armas para revelarse) la imitarían y levantarían sus brazos en señal de que “ellos también eran guerrilleros”.
Así ocurrió, textual, lo tomó la televisión, decenas de jóvenes levantaron sus brazos con su ficcional fusil imaginario, y lograron el efecto deseado, Lanusse y su esposa, agraviados, se levantaron del palco, emprendiendo la retirada. Nunca hubiera imaginado Don Alejandro el monstruo que, dos años antes, hubo de inventar.
Hora de la realidad
Pero las épicas, los relatos y los grandes cuentos enlatados que hoy nos pasan de la BBC de Londres, la Universidad de Exxex, ya sea en el Canal Encuentro, La TV Pública, y demás porquerías kirchneristas anglófonas, no podrán, nunca, tapar la realidad.
Los romanos decían para explicar el absurdo: “No se puede tapar el sol con las manos”, hoy diríamos, las relaciones políticas, no coinciden con el relato.
En la comunicación, pasa lo mismo. Es como en la teoría de los conjuntos. Las cosas son ciertas o no, depende la trascendencia que logren. El ámbito de trascendencia las hace cada vez más valiosas. No importa si se publica, cobra más importancia (llega a una cantidad, a un conjunto mayor) si lo publica un medio nacional. Daniel Gatti publico “El Amo del Feudo” hace muchos años, y eso iluminó el camino de muchos, pero Lanata iluminó el camino de la gran masa, del público por millones. Cada uno ocupa su rol, por intrincado que sea, quizá el que su ética le indica, y por eso esta nota saldrá publicada en Tribuna de Periodistas, y no en otro diario.
Hoy “ella” tendría, apenas, un 29% de imagen e intención de votos, y el miedo cunde. Es sabido que se acompaña, pero hasta la puerta del cementerio, nadie se entierra con el muerto.
Lo anterior lo consignamos por la nota de Perfil, revista Noticias, por la cual se deja trascender el maltrato de Ella a los propios, y su soledad. La mujer no solo está sola, la soportan, ya sean los intrascendentes, o los inoperantes, o los avariciosos, o los decididamente inútiles, o aquellos que no tienen más remedio, por las también muy difíciles normas de la administración, esa máquina de picar carne.
Y el gobierno, de Ella, tiembla en su inestabilidad, arriba de un montón de soja, que ni siquiera se dieron cuenta que son los mismos radares que no ponen para tapar a los gobernadores transa, tampoco por no ponerlos descubren la soja que se exporta (de trompa, trucha) para evitar el 35%, más el dólar oficial inexistente.
Y las reservas bajan, y no es la “Embajada” la que esta repodrida (que también lo está), sino que es Dilma, y México, y Chile, y Colombia, y Uruguay, y la Comunidad Europea los que ya no soportan ni les conviene este país anacrónico.
Habrá que estar muy atento el 12 y el 22 de junio, porque las deserciones en el ex aliado más importante del gobierno nacional, el peronismo, no se la va a perdonar. No acostumbra a hacerlo.
José Terenzio