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La vida de Adèle

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ADÉLE Y SUS ALIENANTES FANTASMAS SEXUALES
ADÉLE Y SUS ALIENANTES FANTASMAS SEXUALES

Ficha técnica:

 

Título para Latinoamérica: La vida de Adèle.

Título original: La vie d'Adèle / chapitres 1 & 2 / Blue Is the Warmest Color.

Dirección y Guión: Abdel Kechiche. Basado en la novela gráfica de Julie Maroh.

Género: Drama, Romance, Erótico - Calificación: Apta para mayores 16 c/res.

Reparto: Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux, Aurélien Recoing, Salim Kechiouche, Mona Walravens, Jeremie Laheurte, Alma Jodorowsky, Aurelien Recoing, Catherine Salée, Fanny Mautin, Benjamin Siksou, Sandor Funtek.

Web: http://laviedadele-lefilm.com/

Distribuidora: Vértigo Films.

Productora: France 2 Cinéma, Wild Bunch, Vértigo Films, Scope Pictures.

Fotografía: Sofian El Fani – Música: Varios.

País: Francia - Año: 2013 – Duración: 180 min. - Estreno Argentina: 02/01/14.

 La vida de Adèle (2013) es un acabado retrato de un profundo amor entre dos mujeres. Un amor íntimo y sin barreras: los tormentos —por la sexualidad no resuelta— de identidades en crisis, donde el “progresismo ético”, concluye en burla de sí mismo. Un guión sembrado de clisés y estigmatización lo confirman.

 A sus 15 años, Adèle (Adèle Exarchopoulos), estudiante de literatura francesa, no tiene dudas de la sexualidad de su entorno. El varón es distinto a la mujer, y por ende la atracción hormonal. El problema es que tiene dudas sobre su propia sexualidad.

 Lentamente inicia su búsqueda homosexual: se enamora de Emma (Léa Seydoux), estudiante de bellas artes, una joven de pelo azul muy extrovertida. Someterá a Adèle a una serie de juicios por parte de familiares y amigos. La identidad sexual es su norte.

 La cinta nos propone un interesante juego de criterios y selección: amor, homosexualidad, identidad (lo diferente), vocación, amistad, arte. Pero lo que subyace en el relato, lo invisibilizado, es la crisis existencial de Adèle. Que nada la conforma, siempre está explorando y no encuentra para su mal remedio.

 El director franco-tunecino Abdel Kechiche, maneja con cintura la filmación. Asociación de planos, luz, montaje, música y fotografía conforman un sólido producto estético. Su principal error: pretender retratar y validar como éxito, las carencias de un guión que se agota en lugares comunes y costumbrismo. Pretende universalizar un tema, que logra entretener por morbo/fetichismo y un juego clasista. Ese postulado no es rupturista, provocador o inteligente. Los “planos secuencias” de tinte erótico manifiesto, sólo avergüenzan / sonrojan a mi tía Eduviges…

Pese a todo, los planos cortos de erotismo están logrados con suficiencia. No provocan rechazo. Adèle Exarchopulos como Adele y Lea Seydoux en el de Emma, logran corriente empática en la trama. Aunque es probable que sus tres horas resulten excesivas para algunos, la historia se digiere con agrado. El uso de elipsis y flash back habrían ayudado. No obstante, su récord en premios impone respeto (Ej.: Goya, Cannes, Globos de Oro, BAFTA, etc.).

 Veamos los clisés: el amigo gay de Adèle (Valentín) que la lleva a boliches homos; los besos debajo de un frondoso árbol (el viejo truco de “la declaración de amor eterno” de la literatura clásica de autor); tratamiento entre mujeres con el mote “marimachos”; Adèle pasa todo el metraje deglutiendo alimentos. Cooptada por una angustia oral: ¡Un nutricionista por favor! Un sinfín de incidentes como este, reducen a la mujer y a su liberación de la opresión, en una caricatura de sí misma.

 Para rescatar (y que pocos críticos han indagado en este rol), es “la liberación positiva”, la felicidad en planos múltiples, cuando la protagonista es tomada en la “protesta social”. En esa locación, la militante, la activista de las minorías, es plena. Se reconcilia con la vida.

 Es ese el “lugar de encuentro o cita” entre el autor /director y público. Adèle en árabe significa: justicia. La justicia poética narrativa de la adolescente francesa, se da en el marco de su plenitud. Incluso hay tiempo para la reflexión filosófica. Recitan al viejo Jean-Paul Sartre (1905 -1980): “La existencia precede a la esencia”.

 La adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh, peca de los mismos deméritos que su alma mater: una historia pequeña-burgués, donde los clisés, el qué dirán, y el costumbrismo de clase, pueden más que las ideas de dos adolescentes en pugna. ¿Qué diría Sartre, el pensador mimado de la juventud sesentista?

 

Adèle Exarchopoulos (izq.) y sus fantasmas: una construcción notable de personaje, de un modelo estigmatizante y costumbrista que se agota.

 

Gustavo Contarelli 

Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Adèle Exarchopoulos 5 Tribunas ¡imponente!

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

3 comentarios Dejá tu comentario

  1. Una historia que deja pensando en todos los problemas de Adele. Sus tormentos la marcaron. Muy triste en fin su vida. ¡Recomiendo la película!

  2. Brillante film, tocando un tema complejo con escenas de alto contenido erótico de manera magistral y no vulgar. Hermosa y triste historia de amor, Sobresaliente la actriz protagónca

  3. El film «La vida de Adéle»: hedonismo y propaganda gay, pero en el fondo da la razón al cristianismo http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32650

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