Lamentablemente, los gobiernos en general y el actual en particular, a través de su fuerte propaganda en buena parte de los medios que maneja y también por voz propia, han hecho de determinadas palabras algo mal visto, haciendo a buena parte de la oposición su mejor aliado.
Este artículo intenta desmitificar algunas de ellas y dar algo de claridad al respecto. Por tal motivo, paso a mencionar las que más llaman la atención; algunas están dirigidas en forma positiva y otras en forma negativa.
Las que direccionan positivamente:
Lo gratuito
Deberíamos saber que absolutamente nada es gratis, ni el futbol ni Tecnopolis ni la salud, ni la seguridad, nada. Es más, en la mayoría de los casos el costo que terminamos pagando es mucho más elevado que si la mano de los gobernantes no estuviese en el medio. Además, no nos da opción a elegir si lo queremos o no, simplemente todos debemos pagar por ellos sin siquiera poder negarnos.
La igualdad
Se pretende poner a todos en una situación de igualdad siendo que no existe una persona igual a otra. Es una buena forma de nivelar hacia abajo a través de la demagogia que la palabra contiene. A simple vista es una palabra que suena bien en boca de los políticos pero la igualdad ha llevado a algunos países a la más absoluta pobreza económica y educativa. En la igualdad el ser humano no encuentra motivaciones.
Una excelente frase del escritor español Pedro Schartz dice: “No me importa la desigualdad porque no soy envidioso. Me importa la pobreza”. Siempre existirán personas que estén en mejor y otras en peor situación económica que cada uno de nosotros, lo que realmente importa es que la única igualdad que haya sea ante la justicia, cosa que hoy pareciera que no se da.
Lo popular
Esta, es una palabra tan demagógica como la anterior y pretende indicar que lo que sea popular está bien, algo que dista mucho de la realidad, sino solo recordemos que pasó el día que Argentina ocupó las islas Malvinas; la plaza estaba repleta de gente y eran muy pocos los que estaban en contra de la intervención bélica.
El pensamiento en masa no garantiza la coherencia; el caso de la Alemania nazi es uno de los mejores ejemplos.
El estado
Pocas cosas son tan abstractas como esto. ¿Qué es el Estado? ¿Somos todos? Absolutamente no! El estado no es más que un grupo de personas que en forma legal o no digitan como se vivirá en el transcurso de su mandato y peor aún como vivirán las futuras generaciones. El estado puede endeudar, adoctrinar, maleducar a los niños actuales y a los que no han nacido aún.
Las que direcciona negativamente:
La especulación
Realmente con esta palabra han conseguido holgadamente su objetivo y sería bueno aclarar que las personas desde el momento que nos levantamos realizamos cientos de especulaciones durante el día. “Si desayuno en casa, llego tarde a trabajar, mejor tomo un café en la oficina”. Pero el significado más basteardado está relacionado a lo económico. ¿Realmente, que tiene de malo pensar cómo obtener la mayor ventaja de una transacción económica si es que los medios que se han utilizado son honestos?
El verdadero problema no es la especulación sino los valores que aplicamos en nuestra vida.
Los mercados
El mercado está integrado por todos, a diferencia del estado. Todos somos consumidores y/o proveedores de bienes y servicios a diferentes escalas, y el consumidor en relación al punto anterior, cuando hace una compra también especula. Más allá de ser algo negativo, es algo absolutamente positivo, ya que ayuda a que la competencia haga esforzar a los oferentes a que sean más eficientes y bajas los precios. El gran karma de los mercados son los monopolios que irónicamente solo pueden existir con el visto bueno del estado.
La riqueza
Hablando siempre en términos de honestidad, tiene mucho que ver con el permanente ataque contra el éxito. Si no nos estuviesen inculcando en forma permanente el hecho que de que no está mal tener mucho dinero, la sociedad no tendría esta aversión con las personas ricas. Esto sencillamente es la prédica y el fomento de la envidia y el resentimiento.
El neoliberalismo
Pocas personas saben su real significado pero esta palabra es frecuentemente utilizada para acusar de todos los males de pasados y presentes. Cualquier medida que para los actuales gobernantes fue negativa, es denominada “neoliberal” y seguidamente se lo relaciona con la fatídica década de los noventa que poco o casi nada tuvo que ver con medidas liberales. Estos son algunos ejemplos para desterrar de plano esta idea: Anclaje de nuestra moneda al dólar, privatizaciones que enriquecieron a gobernantes y transformaron monopolios estatales en oligopolios o monopolios privados, aumento del gasto público, aumento de la deuda pública, mayor presión fiscal y casi nula división de poderes entre otras han sido medidas que nada tienen que ver con el liberalismo.
Las palabras son muy importantes en nuestra existencia sobre todo el significado y objetivo que estas tienen y creo conveniente dar otro punto de vista de las mismas cuando en estos días se ha celebrado en “Tecnopolis” el “Encuentro Federal de la Palabra” con entrada libre y “gratuita”.
Pablo Rodríguez
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