Esta semana, el vicepresidente Amado Boudou fue citado a prestar declaración indagatoria en la causa que investiga el caso Ciccone, acusado por su presunto interés para salvar de la quiebra a la imprenta cuando era ministro de Economía. Está apuntado también de negociaciones incompatibles con su función pública por haber contribuido a dejar en manos de supuestos allegados suyos la gestión de la empresa.
Laura Muñoz, exesposa del empresario Alejandro Vandenbroele —también citado a declarar y acusado de ser testaferro de Boudou— fue una figura clave en este caso.
“No es inédito que un vicepresidente sea llamado a indagatoria, sino que un vicepresidente haya hecho lo que hizo”, dijo.
“Quiero recalcar que no es inédito que un vicepresidente sea llamado a indagatoria, sino que un vicepresidente haya hecho lo que hizo, eso es lo inédito”, remarcó Muñoz este sábado, entrevistada por Christian Sanz en MDZ Radio.
Con respecto al avance de la causa luego de que el juez Ariel Lijo citara a Boudou a prestar declaración indagatoria para el próximo 15 de julio, la exesposa del presunto testaferro del vicepresidente dijo: “La verdad que es como un alivio, cada vez que uno ve que la Justicia avanza y empieza lentamente a despertar y ve que pierden el miedo, reconforta. No fue así cuando corrieron los rumores de que apartarían al juez Lijo”.
Pese a las numerosas declaraciones de Muñoz, las cuales hasta comprendieron diversos peritajes psicológicos, Boudou en todo momento negó conocer a su exesposo. “Dice que no lo conoce porque es torpe, miente y miente mal. Le convendría más decir que lo conoce, ya hay vastas pruebas de que se conocen. Él se sigue sosteniendo con una mentira”.
En vez de decir que es víctima de un linchamiento mediático tendría que aclarar por qué es inocente.
Laura Muñoz también contó cómo empezó a hilvanar los comentarios de Vandenbroele con el escándalo del “Boudougate”. “Él me dio a entender que los negocios con Boudou no eran muy lícitos y que podía quedar 'enganchado'. Luego le gustó el dinero y el poder y se dio cuenta que me estaba contando demasiado, se empezó a preocupar y comenzó una etapa muy agresiva y violencia”.
En este contexto, Muñoz contó que la violencia “primero fue verbal, después psicológica, de desprecio, de maltrato y de ir recortándome las posibilidades de pedir ayuda. Luego la violencia se transformó en física”.
En relación a estos hechos, la mujer contó que “el fiscal Carniello tiene una denuncia mía por maltrato, con un audio, pero la archivó y dijo que el audio podía ser de cualquiera”.
“La familia de Vandenbroele era muy antikirchnerista. De un día para otro pasaron a ser fans de los Kirchner. Al parecer el dinero compra hasta la moral”, añadió.
“A mí me gustaría que se haga justicia. Estuve luchando todos estos años para que la justicia salga a la luz, para demostrarle a mis hijos que los malos de la película no ganan y que los ricos que roban también van presos. También quiero que el juez Lijo pase a la historia como el juez que se animó a juzgar a la corrupción, para que los políticos se empiecen a cuidar más”.
Laura Muñoz ahora
“Estoy trabajando, cuidando a mis hijos y tratando de darles la vida más normal que puedo, dentro de todo este caos. En una pelea constante para tener la tenencia de mi hija, de que Vandenbroele me pase el dinero que debe para que mi hija no pierda el banco en el colegio. No logro que la Justicia haga lo que corresponde en ese punto. Él intentó secuestrarla y cada vez el juez de familia le da más ventajas y garantías”, contó Laura sobre su actual estilo de vida y situación.
Redacción de TDP
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