En el 2009 anticipé cómo el gobierno estaba preparando un gran fraude para las elecciones de medio tiempo, el artículo se denominó “Más sencillo de lo que parece” y que fue reproducido por más de 100 publicaciones digitales nacionales y extranjeras.
Evidentemente la oposición del momento leyó el artículo en Tribuna de Periodistas y algunos se contactaron conmigo pidiendo más detalles y si tenía pruebas, querían estar seguros de no comenzar un trabajo inútil y descuidar otros flancos de la campaña. El gobierno intentó otras maniobras como duplicar el número de mesas, los dejaba casi sin fiscales a la oposición, más los aprietes de punteros que ya son normales en nuestra política, pero no tuvieron éxito, perdieron por más Néstor Kirchner candidato a diputado, o Daniel Scioli (candidato Testimonial). Una contundente derrota.
En las elecciones presidenciales del 2011 seguramente se cometió fraude (no tengo pruebas) por el escandaloso porcentaje ganador 54,4% cuando un mes antes las encuestas estaban entre el 35 y 38%, un salto de casi 20 puntos es más que milagroso. En esta oportunidad se trabajó no para la reelección dela presidente, eso se descartaba, los diputados y senadores eran muy importantes, debían lograr la mayoría total y poder aprobar todas sus leyes, hasta la reelección indefinida. Casi lo lograron.
Lo único diferente, por lo menos lo que pude notar desde donde estaba, es que unos meses antes del comicio la presidente subía y subía en las encuestas y todos hablaban del fenómeno, los de los medios oficiales y también como tontos los opositores e independientes. ¿Qué había pasado? o ¿Qué había hecho esta señora?, nada espectacular, todo seguía igual y en franca decadencia. Pero los medios hablaban todo el día de ella y su popularidad, una bandada de funcionarios y legisladores del gobierno salieron a opinar sobre la compañera o la camarada según quién.
Para que se entienda, su imagen era la misma, la pobre viuda doliente daba lástima y hasta usó vestimenta de luto por casi ¡¡ dos años !!, pero la intención de voto estaba igual, entonces debían hacer creer que ella estaba sobre la cresta de la ola, algunos legisladores hablaron de un 60% y otras barbaridades de la medición por “encuestas”. La consigna mentir y hacer creer, preparar a la población para que no sospeche o se asuste por el resultado que harían aparecer.
Hoy, en una situación diez veces peor que en el 2011, comenzaron a martillar los mismos de siempre con que la señora tiene más del 40% de intención de voto, que Scioli tiene asegurado ganar en 1° vuelta con más del 40% y que al segundo le saca más de 12 puntos. Lo triste es que la oposición ha caído nuevamente en la trampa y se queda callada dejándole la cancha libre para que el oficialismo diga lo que quiera sin retrucar nada, ¿ es que allí no hay nadie que piense?
La Gestión de la Percepción, es una manera de fabricar “La Verdad” a la escala que se desee, como lo indican los manuales del Departamento de Estado de EEUU, solo planificadas por expertos y nunca por principiantes. Normalmente se la denomina GP y es más que seguro que actualmente el gobierno además de usar los Servicios, la AFIP y la PSA, tiene un muy buen equipo de especialistas GP trabajando. Sería más que tonto pensar que el ministerio de Forster (ese del nombre raro y largo) se creó para lo que ella dijo, si se investiga se encontrarán muchos numerarios Venezolanos, Cubanos y algún Ruso, es un lugar donde concentrar los del GP y que trabajen muy tranquilos “creando ideas para el pensamiento Nacional”. Entre los delirantes pasan desapercibidos. Negarlo o ignorarlo es suicida.
Ella no puede ser reelecta pero ayuda con decir que “tiene gran intención de voto” y el hijo que no es una lumbrera se encargó de poner en boca de todos eso de compitan con ella, en ese momento se inició la campaña “Engaño”.
Scioli pasó milagrosamente de un 19,8% a tener casi un 41% (¿?). Lo llamativo es que no ha hecho nada significativo, al contrario la inundación le destapó a él que no realizó las obras necesarias y a Kisillof que desvió los más de 700 millones de las obras hidráulicas en BsAs para la futura represa “Nestor Kirchner” en el sur patagónico. Sin hablar de los gravísimos problemas de la inseguridad que nunca soluciona, muchos discursos pero nada, de las industrias cerradas, de los maestros mal pagos y de sus opinión es sobre la justicia (caso Bonadío) pero se olvida de los propios problemas que se encuentran “demorados” o “encajonados”.
Scioli tiene mucho que esconder y si por casualidad llega a presidente, ¿quién gobernará la República o lo que quede de ella? ¿Él o alguien en las sombras? Pero supongamos que realmente sea el elegido por ella, ¿es necesario que le dinamite el futuro? Porque lo que están haciendo es de una maldad increíble.
Las contramedidas son simples y se deben implementar lo más rápido posible:
1. “Ella no puede ser reelecta por lo tanto es intrascendente su intención de voto”.
2. “Ella no es candidata ni lo puede ser”
3. “Scioli tiene 40% de intención de voto, solo el 19% en BsAs, en el resto 12%”
4. “Para que Scioli saque el 40% o más deben hacer fraude”
5. Todos los días debe salir uno de la oposición a repetir la cantinela en la mayor cantidad de canales y radios posible.
6. Que no falten fiscales (como en el 2009)
7. Controlar a muerte los telegramas de los presidentes de mesa (así ganaron en 2011)
Nos enfrentamos a una gente que no solo miente, sino que miente tanto que construye un mundo paralelo con sus mentiras y, en ese mundo, esas mentiras son verdades. Para esas personas no se trata de lo que es, sino de lo que ellos deciden creer que es. (Kenneth Wishnia).
“La verdad es lo que se hace creer” (Voltaire = Francois-Marie Arouet 1694-1778)
Es por eso que esta campaña mentirosa de los porcentaje altos de intención de voto tiene una finalidad, preparar a la población para el resultado del fraude, no es aconsejable la sorpresa mágica, es como el cuento del caballo del comisario, todo el mundo hablaba de que ganaría, y el animal ganó, todos contentos, ya se lo habían anticipado, claro que el otro se dejó ganar pero eso no se comentaba.