Londres
bajo la máscara, gas del sueño,
la muerte es un fraude,
pálida fuente, jardín colgante,
qué rosas, qué buganvillas,
cemento no te arrodilles,
una luz de huérfanos
pálidos pétalos subterráneos,
Liverpool
Street, King´s Cross,
estaciones, el horror hiela los
rieles,
la
sangre de Londres,
aroma de perros infieles,
la muerte es un ladrillo,
ay
amapolas, lirios ciegos,
la vida es un folletín,
pasajero
sin estación,
el traje del muerto habla,
corrige los siete puntos cardinales,
la
ciudad tiene rodillas blandas.
Julio
es más cruel, engendra rojas amapolas,
la
sangre fría del verano de los muertos.
La ciudad extiende sus sábanas rojas,
plumas que vuelan, señoras,
un sombrero cabecea entre mis manos,
dentaduras doradas, oh cocodrilo,
estas calles dolidas, fangosas,
conversa con mis sueños en un pub
de nalgas aterciopeladas, pelo chamusquina rojas,
aquí la muerte idolatra su escena
y
a Londres no hay quien le gane en tristeza.
Un pedazo de mierda vomita el Picadilly,
las ratas viven sin colorete el sueño de Londres.
Londres
ok, Londres one way, Londres 7. Stop.
Todos somos impostores vieja capital del capital.
La soga estrecha la cuerda del ahorcado,
mi casa arde en llamas y mi muerte agoniza,
payasos
de mi risa, apláudanme,
el público vuela con mis
carcajadas.
Escupe un verso para mí, Londres, digo,
la nariz rota, el gusano de oro muerde,
el
cuerpo es un libro sin palabras
que
el forense hojea.
Támesis,
testigo de excepción,
te
compro un boleto
con
Alicia en el País de Las Maravillas,
until
I find you.
Rolando
Gabrielli
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