Casi 30 profesionales de la salud de La Rioja viajan quince días al mes a la clínica chilena La Candelaria para desempeñar funciones. La misma está a cargo de la ex diputada provincial Judith Díaz Bazán, quien puntualmente cumple la función de Directora General del Servicio de Salud Integral. La pregunta que se hacen muchos, quien es el propietario de la clínica ?. Algunas versiones indican que sería Luis Beder Herrera, gobernador de la provincia de La Rioja.
Pero la polémica surgió porque muchos de los galenos que trabajarán una quincena al mes por unos 2.500 dólares de salario en el vecino país son empleados del Estado riojano y cumplen tareas en distintos hospitales o centros de salud, principalmente de la Capital. Y donde muchos de ellos también cumplen funciones en clínicas privadas locales, descuidando por cuestiones de tiempo sus obligaciones en la salud pública.
Esto fue confirmado por el ministro de Salud, Marcos Perera, quien indicó que esos médicos tienen permiso para hacer dicho trabajo en Chile y serán reemplazados durante los períodos que viajen a la localidad de Copiapó por otros profesionales en los nosocomios riojanos. Siendo falso, pacientes del Hospital Vera Barros tienen que esperar turnos hasta de dos meses para un especialista. “Hay un convenio firmado con la Universidad de Atacama, que a su vez tiene otro convenio con la clínica La Candelaria, donde profesionales asistirán a Chile a realizar capacitaciones y atención a pacientes” dijo Perera.
Igual, el funcionario sostuvo que “para dejar tranquila a la población riojana, dispusimos reemplazar el personal que sería movilizado por otros profesionales mientras se ausenten de sus puestos”. El intendente de Atacama, Miguel Vargas, dijo que esto fue charlado con el gobernador Luis Beder Herrera ya que abordaron la necesidad de que esa zona chilena no cuenta con especialistas médicos.
Detrás de todo esto, se agrega un incidente en la frontera, cuando su directora Judith Díaz Bazán, paso 300 mil dólares, después de haber sido descubierta y detenida por personal aduanero. Basto un mensaje de texto y un llamado para destrabar tal ilícito. Testigos afirman que el propio gobernador “toco” sus contactos nacionales para liberar a la ex diputada.
La clínica La Candelaria en Copiapoófunciona hace un poco mas de un año con equipamiento donado por Lundin Mineng socio de la multimega minera Barrick. Entre los aparatos donados existen un tomógrafo, equipos radiológicos y otros por un valor de 1.800.000 dolares, contando con todos los servicios y especialidades hasta terapia intensiva.
Mientras nuestro médicos gozan de este gran beneficio de poder ganar en dólares, en nuestra provincia la salud quizás esta atravesando la peor crisis desde la venida de nuestra democracia, sin insumos, sin protocolos, y sin médicos, ya que la mayoría de ellos trabajan también en clínicas privadas de La Rioja, dejando en segundo o tercer plano, la salud pública. La lógica consecuencia la tiene la población con menos recursos, teniendo a los hospitales públicos como único mal beneficio, por su falta de atención, y poca inversión del estado provincial.
Mientras unos afirman que no se debe mezclar lo público con lo privado, justamente para que el profesional no priorice su actividad. En este caso obviamente los galenos y sin lugar de dudas, van a elegir los beneficios de ganar en dólares, y trabajar en nosocomios privados locales. ¿Tienen que renunciar? ¿Es posible que la actividad privada influya en el servicio público?
Preguntas que ya han dado sus respuestas por lo que vivimos en el servicio de salud pública. La realidad indica que la crisis existe, y hasta se ha perdido la confianza paciente-médico, esencia primordial para tener la tranquilidad de ocupar los servicios de los nosocomios locales. Y a la hora de buscar responsables, todo indica y apunta a una sola persona que permite que esto suceda, el gobernador Luis Beder Herrera. Que dió precisas instrucciones para dar permiso a los médicos para que partan a Chile.
Somos testigos nuevamente de una maniobra muy sospechosa donde los perjudicados son los que más necesitan. El poco interés y sensibilidad por parte de los políticos de turno que priorizan otras cosas. Se reafirma esto también porque no hay inversiones en cuestiones básicas como guantes descartables, sueros o medicamentos, y donde en el interior provincial se agudiza aún más la mala atención. Somos testigos de esta gran crisis en salud que mantiene a los riojanos sumidos en una mala atención y muertes sospechosas.
Me gustaría saber la opinón de los galenos que se prestan a esas maniobras. Forzadas o no. Mientras se siga votando populismos, aumentará el vicio y la desaveniencia de las instituciones. Massa o Scioli, Macri, De la Sota, no nos vana salvar de nada, al contrario, vendrán por nosotros.
Página de la Universidad de Atacama, Chile: http://www.uda.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=1205:centro-medico-de-especialistas-argentinos-firmo-convenio-de-colaboracion-con-la-u-de-atacama&catid=15&Itemid=277
Hace ya unos años un médico amigo, mendocino él, me comentó que por ese espíritu de aventuras propio de los jóvenes, apenas recibido se cruzó a Chile, Santiago más precisamente, y se presentó en un hospital solicitando ser aceptado como concurrente. A los pocos días de desempeñarse como tal fue citado por la secretaría y grande fue su sorpresa cuando le preguntaron por los honorarios que deseaba percibir. Claro, acostumbrado a Argentina, donde el profesional en los hospitales trabaja por años en forma gratuita, para terminar, si tiene suerte, con un contrato basura y encima es constantemente desvalorizado por la caterva de mediocres que dominan el país, fue muy grande su sorpresa y contestó que nada, que solo era concurrente. Le respondieron que en Chile no se acepta que ningún profesional trabaje gratuitamente por una simple razón de respeto hacia la profesión. Este respeto luego tuvo oportunidad de corroborarlo en su práctica diaria. Cuando regresó al país, al que amaba profundamente, le costó readaptarse al manoseo y falta de respeto al que son sometidos los profesionales. Prueba de este manoseo y falta total de respeto hacia su trabajo y hasta en lo personal, fue lo que llevó a ese gran médico René Favaloro a quitarse la vida. Si se recuerda, cuando solicitó que se le pagara solo una parte de lo que se le debía para poder salvar su Fundación , verdadero orgullo nacional, los mismos políticos y funcionarios que lo habían usado, los radicales, le cerraron las puertas y hasta, según se comentó en la época, lo hicieron atender por secretarias ya que ni se dignaron a recibirlo personalmente. Esto viene a que nos preguntemos si esos profesionales una vez que conozcan el respeto que existe en Chile, puestos a elegir por qué lado se inclinarán. Es fácil hablar y decir "se van a Chile", pero no es tan fácil plantearse y contestar el por qué. No es tan fácil explicar la total falta de consideración a la que se ven sometidos los profesionales en nuestro país. falta de consideración que no solo se refiere al monto de sus sueldos u honorarios, sino a las condiciones de trabajo, a la falta de medios e insumos para practicar una medicina tal como la sienten y, si se desempeñan en un hospital público, el reclamar y el exponer a la opinión pública, que es el que mantiene al sistema de salud con sus impuestos, las falencias y las condiciones en que se ven obligados a ejercer, les significará muy probablemente su carrera hospitalaria o ser demonizados por los políticos de turno y, como se ha visto muchas veces, por los mismos medios de prensa del sistema. Del sistema, porque aquí llegamos a la madre del asunto: en Argentina desde 1976 a la fecha, con un gran impulso a partir de 1989, se ha instaurado una política de destrucción del sistema de salud pública para derivar la misma a un sector privado que ya no depende más de un conjunto de médicos asociados en una clínica, sino a sectores capitalistas, locales e internacionales, para los que la salud es una inversión de negocios y por tanto su interés primario es el beneficio económico y no la persona, es decir el paciente. Negocios por demás que abunda en medicamentos truchos y reintegros desde el Estado por prestaciones no realizadas, como forma de obtener jugosos beneficios la asociación ilícita entre políticos, funcionarios y empresarios (privados o sindicales), como hemos visto y cabe pensar que continúan como entonces. Esta política, que da lugar a las corruptelas conocidas, nace a partir de las políticas impuestas por el Banco Mundial. Por lo tanto Beder Herrera no es más que una mancha, y por cierto muy pequeña a comparación, entre muchas. Beneficiados: pocos. Perjudicados: muchos, la gran mayoría del pueblo argentino.