Cristina Kirchner concluirá esta semana y comenzará la próxima con la sensación de haberse sacado de encima el lastre político de la acusación en su contra que había hecho el fiscal Alberto Nisman por encubrimiento del atentado a la AMIA.
La decisión del juez federal Daniel Rafecas de derribar la denuncia de Nisman, que había sido convalidada por el fiscal Gerardo Pollicita, cambió el clima de derrota en el que estaba sumido el oficialismo en las últimas semanas.
Con la Justicia sospechada en todas sus expresiones, ahora la oposición se ocupó de sembrar dudas sobre la independencia del juez que fue apartado del caso Ciccone.
Pollicita puede apelar la decisión de Rafecas y luego la Cámara Federal podría ordenar la reapertura de la investigación, pero se suman voces de la misma Justicia que coinciden en señalar debilidades en los argumentos de Nisman. De todos modos, sería bueno que se profundice el trabajo del fallecido fiscal.
Más allá de lo que ocurra con la investigación por la denuncia y por la muerte del fiscal, el derrotero judicial para el Gobierno no concluyó con el guiño de Rafecas ya que hay otras causas amenazantes como la que lleva Claudio Bonadío por Hotesur, la sociedad hotelera de la familia presidencial.
Así las cosas, los fallos a favor y en contra del poder se gritan como goles y marcan el pulso de la campaña.
Agenda y calle
El alivio oficial pudo palparse el mismo jueves en que se conoció la decisión de Rafecas durante la jura de Aníbal Fernández, Eduardo "Wado" De Pedro y Daniel Gollán como nuevos jefe de Gabinete, secretario general de la Presidencia y ministro de Salud, respectivamente, en reemplazo de Jorge Capitanich y Juan Manzur.
El cambio de guardia reacomodó las piezas dentro del elenco presidencial, dio aire al propio Fernández como gestor y comunicador y también institucionalizó el aprecio de Cristina por De Pedro. Además, permitió el regreso sin gloria de Capitanich al Chaco y de Manzur a Tucumán, donde se pondrán al frente de elecciones complicadas frente a alianzas con médula radical.
La Presidenta buscará capitalizar este domingo la palmada judicial con su último discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Según distintas fuentes, habrá anuncios centrados en la economía -¿Ganancias, créditos hipotecarios, asignaciones?- para mantener elevados niveles de consumo y saturar la actividad legislativa hasta las elecciones.
El discurso será seguido por la movilización con mayor energía organizativa de las que coordinó el kirchnerismo. Todas las agrupaciones trabajaron esta semana para mostrar frente al Congreso la contracara de la masiva marcha en homenaje a Nisman.
El oficialismo volverá así a pelear la agenda y la calle, dos de sus obsesiones, y los distintos precandidatos del Frente para la Victoria se sienten revitalizados, ya que el corral informativo negativo amenazaba fuertemente sus pretensiones.
En ese contexto, habrá que ver cómo se resuelve la disputa interna. ¿Tendrá el ascenso de Aníbal Fernández alguna incidencia en una pulseada que aparecía reservada para Daniel Scioli y Florencio Randazzo?
Las encuestas siguen mostrando a Scioli como el principal exponente del oficialismo, pero Randazzo confía en que los gestos de Cristina Kirchner le permitan crecer.
El gobernador concentró sus energías en garantizar el inicio de las clases en la Provincia. Ese objetivo parecía encaminado pese a que la Federación de Educadores Bonaerenses no aceptó el aumento salarial ofrecido por la Gobernación ni quería acatar la conciliación obligatoria dispuesta tras su rechazo.
No obstante, en las últimas horas creció la posibilidad de que Martín Insaurralde, retornado a la Intendencia de Lomas de Zamora, decida quedarse en el FPV y mostrarse como su candidato a gobernador, pese a haber coqueteado todo un año con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
Por su lado, cerca del responsable de la cartera de Interior y Transporte aseguran que Máximo Kirchner es un propulsor de su candidatura, junto a otro de los referentes camporistas, Andrés "Cuervo" Larroque, mientras que De Pedro parece alineado a Scioli.
El espaldarazo a Randazzo podría volverse explícito si se concreta el acto de lanzamiento del ministro en el estadio de Vélez Sarsfield previsto inicialmente para mediados de marzo y pospuesto a partir del dominio informativo del caso Nisman.
El titular de la cartera política sabe que su compañero de fórmula podría surgir de un "dedazo" presidencial, pero sueña con repetir la organización transversal pergeñada por Néstor Kirchner ensamblando fórmula con un socialista, el gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, con quien tiene muy buena relación.
En la oposición, Mauricio Macri todavía festeja la incorporación de algunas figuras ligadas al Frente Renovador, especialmente la de Carlos Reutemann, pero también la de Gustavo Posse y quizás Jesús Cariglino, quien todavía no rompió con Sergio Massa pero coquetea con el PRO y con José Manuel de la Sota.
El intendente de San Isidro competirá en las PASO del PRO para gobernador bonaerense con una estructura radical y vecinalista frente a María Eugenia Vidal, quien fue lanzada como la candidata oficial del partido.
Massa, por su lado, siente que con la incorporación de Francisco de Narváez mantiene una buena perspectiva para el principal distrito del país, pese a las últimas deserciones.
Mientras tanto, reparte encuestas que contradicen a las que lo muestran en retroceso frente al electorado (NA).