En una larga nota, que incluyó el testimonio de la presidenta Cristina Kirchner y del canciller Héctor Timerman, la influyente revista norteamericana The New Yorker se preguntó si el fiscal Alberto Nisman se suicidó o fue asesinado.
"¿Suicidio o asesinato?", se preguntó el periodista Dexter Filkins, quien destacó de todos modos que en el cementerio judío de La Tablada el cuerpo de Nisman no yace junto a quienes se quitaron la vida sino "con las víctimas del atentado a la AMIA".
En la nota, Filkins señaló que la denuncia realizada por Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner fue montada "a toda prisa" y que se trata de un documento "laberíntico y a veces exasperante".
"Aunque Nisman acusó a (Cristina) Kirchner de dirigir el acuerdo secreto y Timerman de llevarlo a cabo, no hay evidencia que vincule directamente a alguno de ellos a la supuesta conspiración" para encubrir el atentado a la AMIA, indicó.
El periodista evaluó que "la mayor parte de las conversaciones telefónicas grabadas son crípticas y podrían interpretarse de maneras que no son necesariamente incriminatorias.
"Aún así, la acumulación de detalles y circunstancias sugiere que los hombres estaban discutiendo algún tipo de acuerdo diseñado para dar lugar a la eliminación de los iraníes de la lista de buscados por Interpol", agregó.