Finalmente, llegó el tan esperado "segundo semestre". Segundo semestre en el cual, según el oficialismo, se iban a comenzar a ver los frutos de las primeras medidas tomadas por el gobierno.
¿Cuáles serían estas mejoras? Principalmente, que se le aplique un freno a lo más importante para el común de la gente, la inflación, y que no se siga deteriorando el salario o el poder adquisitivo.
Sin embargo, estas mejoras, todavía no aparecen o, por lo menos no son palpables para el ciudadano común.
Más allá de cuales sean las preocupaciones de la ciudadanía, lo real es que hoy, sigue habiendo cuestiones que Macri, ni su equipo pudieron solucionar, como ser recesión, desocupación, déficit fiscal y lo ya mencionado, inflación. Sin embargo, respecto a este último punto hay que hacer una aclaración importante; el índice real bajó al 1,5%. Dato que se verá impactado y reflejado en el mes próximo, en parte, y el posterior, o sea agosto y septiembre.
Otro dato no menor al que también deberá abocarse el gobierno en los próximos meses debe ser el atraso cambiario y tarifario. ¿Atraso cambiario y tarifario? Si, efectivamente. El descontrol realizado por la anterior administración tratando de ocultar la inflación y la devaluación de nuestra moneda fue tan desproporcionado y tan mal hecho que el sinceramiento del precio real del valor del dólar y las tarifas, especialmente las de luz y gas, han quedado desactualizados, incluso después de los ajustes realizados por el actual gobierno.
Cabe aclarar, además, que tanto el sinceramiento del valor de la moneda estadounidense como el ajuste —que en realidad es blanquear el valor real— de las tarifas, fueron los principales motivos de la inflación generada durante el primer semestre.
Otro dato no menor es que se frenó la obra pública, y esto no es responsabilidad de esta administración, sino que fue debido a la impresionante cantidad de irregularidades detectadas durante la gestión anterior, que son de público conocimiento.
Una noticia alentadora, solo a modo de ejemplo y que marca la diferencia, en este sentido, es que tras diez años, arranca el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Obra que permitirá que el tren pueda recorrer 22,4 kilómetros bajo tierra y se eliminen 38 barreras. Se trata de un proyecto clave para el transporte que fue anunciado seis veces desde 2006. Hace cuatro años bajaron la máquina para hacer el túnel, pero nunca se movió un metro.
Tampoco debemos olvidar que hubo algo que no estaba prácticamente en los planes de nadie, que es la crisis económico/política de Brasil, principal socio comercial de Argentina, que afecta directamente nuestra economía, ya que es el principal destinatario de nuestras exportaciones.
Pero el balance, ¿es positivo o negativo? En líneas generales, pese a que la economía no mejoró, ni mejora y, probablemente en ciertos aspectos haya empeorado, no es más que el resultado de haber tomado medias claras, concretas y necesarias, pero sobre todo, correctas. Y en honor a la verdad, era todo previsible. Quien dice lo contrario miente o no tiene la más mínima idea de cómo funciona el sistema económico de una nación.
¿Hay cosas para corregir y mejorar? Por supuesto que sí, y la principal es el déficit fiscal, uno de los peores, sino el más, castigo recibido dentro de la calamitosa herencia que dejó el kirchnerismo.