No son pocos los que conocen mi falta de simpatía por el Frente para la Victoria y sus integrantes, pero no por eso puedo dejar de reconocer la tarea realizada por algunos de sus integrantes. Es el caso de José Ramón Granero (un viejo militante del MID de Santa Cruz) y Gabriel Abboud (un técnico sin militancia política conocida) que desde Sedronar hicieron un trabajo impecable en el combate a las drogas y en particular contra el tráfico de efedrina.
Los que denunciaron las primeras irregularidades en el movimiento de efedrina por parte de la empresa Farmacéuticos Argentinos fueron nada menos que Granero y Abboud desde Sedronar en mayo del año 2008 cuando nadie hablaba del tema, lo que tuvo como consecuencia directa la furia de Aníbal Fernández sobre la entidad de lucha contra las drogas, la que venía marcando una conducta clara en el tema y venía ya hacía tiempo llevando a los estrados judiciales a por lo menos medio centenar de personas y empresas.
Debo aclarar que las denuncias sobre importación de efedrina que realizó Sedronar antes de que se tipificara como delito, eran tomadas por los estrados judiciales como una mera falta administrativa. Luego, cuando gracias a Granero y Abboud, se intenta tipificar como delito federal y de esa forma caer con toda fuerza sobre los desviadores de ese material, los intentos se vieron frustrados por la intervención directa del superministro Aníbal Fernández.
El 23 de julio de 2008, cuando el Fiscal Federal de Campana Dr. Orlando Bosca le pide ayuda a SEDRONAR para ahondar en la investigación sobre el accionar de la banda que fabricaba metanfetaminas en Ing. Maschwitz (Bs. As.), Sedronar a través de Abboud responde rápida (menos de 24 horas) y claramente: Unifarma ha comprado a Malladi Drougs & Farmaceutical Limited de India, la partida de clorhidrato de efedrina Nº 196.107, aclarando que la factura original estaba en poder de la Dirección General de Aduanas.
Debo aclarar que Sedronar no tenía injerencia en Aduana, se hizo cargo frente a todos los otros organismos con intervención obligatoria en la materia y asumiendo un enorme riesgo, tomó la potestad de denunciar los volúmenes de efedrina que estaban ingresando al País y de esa acción de la SEDRONAR surge la posibilidad de desatar la madeja que hoy tiene en Comodoro Py a Ibar Pérez Corradi y contra las cuerdas a “La Morsa”.
Todas las causas sobre ingreso legal y posterior desvío ilegal de efedrina desde Argentina surgieron por primero investigaciones administrativas que se transformaron en denuncias presentadas por Ramón Granero y Gabriel Abboud desde Sedronar.
Así figuran en expedientes judiciales como el que llevara la Fiscal Yacobucci de Capital Federal (triple crimen de General Rodríguez), o el ya mencionado caso de Unifarma que fue la punta del hilo para desbaratar la ruta de la efedrina desde el laboratorio de metanfetamina de Ing. Maschwitz.
Luego de todos estos éxitos investigativos (ningún descontrol), alguien importante se molestó. La sala SIDE de la Cámara Federal de Capital, y su homónima de la Cámara Federal de San Martín, al unísono ordenan investigar a los funcionarios que venían descubriendo las maniobras, sus complicidades y efectuaban las correspondientes denuncias.
La llamada Sala “SIDE” es la Sala 1 formada por los doctores Ballesteros, Freile y Farah. Se cuenta que era manejada por Javier Fernández uno de los adláteres de Stiuso. Es esa Sala la que inicia la causa contra los funcionarios de Sedronar que se habían atrevido a denunciar, a ellos lo acompañó el camarista Rudy de San Martín.
Es decir, los casos denunciados por Granero y Abboud desde Sedronar sirvieron para acusar y procesar a los denunciantes como partícipes, pero no para frenar el flujo de efedrina y/o pseudoefedrina que se importa desde Argentina para alimentar los cárteles mexicanos.
Dentro de la larga lista de enmarcados en la justicia por Sedronar durante aquellos años puede recordarse a Farmacia San José de los Corrales, Droguería Saporiti, Distribuidora del Sol, Farmacéuticos Argentinos (FASA), Reagents, Aristobulo Gómez Ruperez, Multinvestmem, , Famérica, Farmacia Puelo, Farmacia El Hidalgo, Farmacia Dr. Beláustegui, Farmacia La Paz, Farmacia El Cóndor, Droguería Meg-Farm, Distridrogueria, Farmacia El Mercurio, entre otras empresas, abarcando a particulares que intentaban comercializar éste producto, alguno de ellos desde avisos en Segundamano.
Vale recordar que muchos de los nombrados, además aparecen como aportantes-blanqueadores del dinero que llegara a la Argentina en el año 2007 desde Venezuela o algún cártel mexicano para la campaña del Frente para la Victoria (recordar caso Antonini Wilson).
Concluyendo
Si Gabriel Aboud Subsecretario de Narcotráfico de Sedronar y José Ramón Granero Secretario de Estado de Sedronar, fueron quienes iniciaron el camino para descubrir el accionar de quienes aprovecharon la legislación argentina para desviar ilícitamente efedrina y para frenar el accionar de quienes fueron descubiertos en plena producción de metanfetaminas en Ing. Maswitch, aparte de medio centenar de denuncias por idéntico motivo ¿pueden estar hoy procesados como participes necesarios de delitos que fueron destapados por sus denuncias?
La única respuesta posible es que la causa donde se los imputa solo sirve para encubrir a otros. Otros con Poder (poder permanente, con Mayúscula). Habría que preguntarle a la Sala SIDE de la Cámara Federal de Capital, quién dio la orden de ir tras Granero y Abboud.
Argentina da para todo, por ejemplo, para procesar a los denunciantes y hacerlos compartir el expediente con aquellos que denunciaron.
De esta forma la justicia nos dice que aquel que denuncia y presenta pruebas irrefutables sobre un delito será procesado y que los autores intelectuales de éstos delitos estarán gozando de libertad perpetua.
Granero y Abboud fueron sino cómplices necesarios al menos negligentes y procedieron con absoluta desidia. Eso es innegable....
Habría que ver bien el expediente judicial y las pruebas que se hallan volcadas en el mismo. Pero lo que si se que por aquellas épocas la SEDRONAR (Secretaría de Estado que estaba a cargo de Presidencia de la Nación), no solamente era un descontrol total. Y esto es así porque la supuesta trazabilidad de los precursores químicos a la cual supuestamente es llevada por dicha Secretaría en cuestión, se contradecía con la comprobación de productos lícitos elaborados con esos precursores, por lo tanto no existía control ni de eso, ni del número de partidas y lotes que tienen ciertos productos (ejemplo el Eter Sulfúrico), por lo tanto la empresa que fracciona el producto mencionado puede duplicar dichos números. Y esto es así por falta de controles reales. Es por ello que este tipo de precursores como tantos otros siguen apareciendo en forma constante en las cocinas de cocas allanadas. Por otro lado existen falta de controles en la distribución de dichos productos. Hoy ir a cualquier ferretería y conseguir ácido clorídico o soda caustica es tan simple como conseguir caramelos en un kiosco. Entonces de que controles hablamos?