La oposición venezolana quiere obligar al gobierno a medirse en unas elecciones u obligarle a que soporte el peso de aplazarlas o suspenderlas.

Por lo tanto, la coalición de partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), este miércoles, llego al acuerdo de presentar candidatos para las elecciones regionales, previstas para el 10 de diciembre.

El dirigente opositor, Andrés Velásquez, en razón de explicar la decisión, exclamó: “Para una dictadura, una elección en la que se cuente contra otro, se califica como un acto subversivo”.

Algunos partidos se mostraron en contra explicando que inscribir candidatos era legitimar a un Consejo Nacional Electoral, al que acusan de fraude luego de la reciente elección del 30 de julio de la Asamblea Nacional Constituyente, el suprapoder en el que no está representada la oposición y que ya está instalado. Su misión final es redactar una nueva constitución.

La oposición no quiso participar por considerar un fraude su propia convocatoria.

Algunos países dicen no tener conocimiento del nuevo poder plenipoteciario y permaneces preocupados por lo que consideran como una deriva autoritaria e incluso dictatorial.

La dirigente opositora, María Corina Machado, dijo que “el país no lo entendería”, fue la más crítica con participar en las elecciones, que deberían haberse celebrado en diciembre del pasado año, pero que fueron pospuestas.

Sin embargo, se impuso la opinión mayoritaria de seguir adelante con el proceso para forzar al gobierno a realizarlas o a suspenderlas. Desde el amplio triunfo opositor en las legislativas de diciembre de 2015 no se oponen electoralmente ambas fuerzas.

La instalación de la constituyente generó que la oposición de la MUD, muy combativa hasta entonces, tuviese que redefinir su estrategia.

En esa situación afrontó el debate sobre inscribir o no a candidatos para las elecciones regionales de diciembre, apenas horas después de acusar de fraude al Consejo Nacional Electoral y entre el desánimo de parte de sus seguidores, que llevan cuatro meses movilizados.

La acción de protestas para bloquear calles en todo el país, el martes, tuvo un seguimiento muy puntual, muy inferior a los días previos a la elección de la Constituyente.

Tras un debate que la propia MUD lo califica como arduo y pese a las discrepancias, los partidos de la coalición decidieron dar el pase para unos comicios que califican de eventuales.

El diputado opositor José Manuel Olivares, expresó: "Quieren que no participemos y al no participar, la van a hacer", cree que al haber aceptado ese primer paso, la MUD obliga al gobierno a suspender las elecciones o celebrarlas.

La MUD tiene la convicción de tener la mayoría de votos para conseguir enfrentar al oficialismo en unas elecciones justas y transparentes.

El CNE no sólo desplazó las regionales, sino que el año pasado además suspendió el proceso de referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro, que impulsaba la MUD por un supuesto fraude en la fase inicial de la recolección de firmas.

Este miércoles, el dirigente Andrés Velásquez, dijo que “El régimen de Maduro se ve obligado a convocarlas. Es nuestro deber afrontarlas”.

A si mismo, insistió en que continuara la estrategia de presión social que empezó con una ola de protestas, hace más de cuatro meses y por la que han muerto ya más de 120 personas.

Velásquez dijo que "Está definida la calle, no vamos a salir de ella, esa herramienta no la vamos a abandonar", y que adelantó que en los próximos días anunciarán nuevas medidas para confrontar al gobierno.