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Macri, los intendentes y el desafío del peronismo que viene

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LA POLÍTICA QUE NOS PARIÓ
LA POLÍTICA QUE NOS PARIÓ

Defender su terruño: la misma razón que motivó que prácticamente todos ellos respaldaran la candidatura a senadora nacional de Cristina Kirchner por fuera del partido, apenas semanas atrás, es la que generó ahora que la mayoría de los intendentes peronistas sellaran un pacto anti-K en la disputa de poder que libraron dentro del PJ bonaerense, con el agregado de que en esta oportunidad apostaron por una renovación y lograron imponer a Gustavo Menéndez como presidente.

 

Mantener el poder territorial frente a la "ola amarilla" que encabeza la gobernadora María Eugenia Vidal en la Provincia y que supone una amenaza real, concreta, para los jefes comunales del Partido Justicialista (PJ) con miras a las elecciones de 2019: ése es justamente el objetivo que persiguen los intendentes cuando toman decisiones de esta naturaleza; conjuntas, de supervivencia. Peronismo puro, o sea.

Liderados por Menéndez, alcalde de Merlo; por Gabriel Katopodis, de San Martín, y Martín Insaurralde, jefe municipal de Lomas de Zamora y un hombre de confianza del caudillo bonaerense Eduardo Duhalde, entre otros, un grupo significativo de intendentes peronistas echó por tierra las pretensiones kirchneristas de apoderarse del sello partidario en la Provincia, después de haber roto incluso con el PJ para lanzar el frente Unidad Ciudadana e impulsar la candidatura de Cristina.

Claramente, el revés sufrido en el seno del peronismo bonaerense supone un nuevo golpe a la mandíbula para el kirchnerismo, después de las derrotas electorales de 2013 —cuando quedó sepultado el sueño de una "Cristina eterna" en aquellos comicios de medio término—; de 2015, con su ruidosa salida del Poder, tanto en la Nación como en la Provincia; y de 2017, el 22 de octubre pasado, cuando perdió Cristina y también su cuñada, Alicia Kirchner, allá en el pago chico de Santa Cruz.

Ahora se espera que la ex jefa de Estado vuelva a refugiarse en Unidad Ciudadana e intente construir desde ese espacio una eventual candidatura a Presidenta.

Por lo pronto, jurará el 29 de noviembre próximo como nueva integrante del Senado nacional, donde deberá rivalizar con el actual jefe del bloque peronista, el patagónico Miguel Pichetto, un dirigente de perfil dialoguista (con el Gobierno) y renovador puertas adentro en el PJ.

La necesidad de los intendentes de cerrar filas y tratar de preservar su poder territorial, además de haber forjado un pacto anti-K que incluso frustró negociaciones de último momento de Máximo Kirchner tendientes a consensuar una lista de unidad encabezada por el ex canciller Jorge Taiana —reciente compañero de fórmula de Cristina— para encabezar el PJ bonaerense, en cierta medida también allana el camino de Vidal hacia una reelección en la Provincia en 2019.

¿Por qué? Porque el peronismo sabe e incluso lo admite puertas adentro que después de haber logrado desmarcarse finalmente del kirchnerismo, es poco probable que en apenas dos años consiga construir un candidato con reales posibilidades de rivalizar con Vidal, la principal artífice de la victoria de Cambiemos en las recientes elecciones en territorio bonaerense.

 

Los que "nunca quisieron trabajar con la Provincia"

El triunfo de los dialoguistas en la contienda del PJ bonaerense le sienta bien al gobierno de Vidal y al macrismo en general. En La Plata, consideran que la administración provincial desde un primer momento, a partir de la asunción en 2015, se ha mostrado abierta a mantener conversaciones con distintos sectores, más allá de los colores partidarios de cada uno.

En este sentido, entienden que aquellos que habían adoptado una postura "más dura" y se venían manifestando "más reacios al diálogo" son justamente quienes ahora quedaron relegados dentro del peronismo provincial: en esa nómina, según dijeron a la agencia Noticias Argentinas fuentes cercanas a Vidal, se destacan tanto Fernando Espinoza como su lugarteniente en el partido de La Matanza, Verónica Magario, y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.

"No vamos a meternos en la disputa interna de otros partidos, pero pareciera ser que existe cierta renovación. Obviamente los que siempre pusieron trabas y cortaron todo tipo de diálogo entre la provincia y los municipios fueron esos sectores más duros, encabezados por Espinoza, Ferraresi, Magario, (Mario) Secco (jefe comunal de Ensenada). Ellos nunca quisieron trabajar con la Provincia", resaltó la fuente consultada por Noticias Argentinas.

La victoria de Menéndez se produjo después de que el propio Insaurralde elogiara a Vidal por la pelea que había librado por el Fondo del Conurbano, en medio de las negociaciones entre la Nación y las provincias por el Pacto Fiscal y la reforma tributaria que propone el Gobierno de Mauricio Macri. Se trata de partidas de dinero que se tienen que coparticipar y por ende, llegar a los municipios y beneficiar no solo a los vecinos, sino también a los intendentes.

Porque esos fondos deberían motorizar obras y las obras, más allá de que las impulse la Provincia o incluso la Nación, promocionan y apuntalan la gestión de los jefes comunales. En este caso, Vidal consiguió que los intendentes peronistas dieran un amplio respaldo al Presupuesto bonaerense 2018 en la Legislatura provincial (por primera vez en la historia se aprobó durante los primeros días de noviembre), después de haberse asegurado 40.000 millones de pesos el año próximo y $65.000 millones en 2019.

La resolución de la disputa por los fondos del Conurbano terminó de marcarles a los jefes comunales peronistas el camino que debían seguir, que debían recorrer en la puja frente al kirchnerismo por el sello partidario provincial. Miles de millones de pesos coparticipables que ayudaron a tomar una decisión conjunta y sostenerla.

Al oficialismo provincial también le conviene esta situación, porque con los intendentes fortalecidos, el kirchnerismo deberá aferrarse a la segmentación que produjo con el lanzamiento de Unidad Ciudadana.

Entonces, por un lado el PJ muy probablemente se restará votos entre sí en los comicios de 2019 y, además, Cristina jugando por su cuenta, lo que se supone que ocurrirá de ahora en adelante, será funcional una vez más a la estrategia de polarización del macrismo, que ya demostró que sabe obtener beneficios electorales de la "grieta".

 

Objetivo 2023

En las elecciones de octubre pasado, la mayoría de los intendentes que lograron imponer ahora su postura frente al kirchnerismo presidía los comandos distritales, pero se vieron obligados a jugar por afuera con Unidad Ciudadana para enfrentar a la "ola amarilla".

La decisión de tomar las riendas del partido significa que los intendentes planean dar la discusión política y electoral, en su momento, dentro de la estructura. ¿De qué manera? Decidiendo la política de alianzas, por ejemplo.

Se espera también que los jefes comunales activen al PJ bonaerense, que había quedado en "stand by" tras la decisión de su ex presidente Espinoza de irse a jugar con Cristina a Unidad Ciudadana —ahora pretendía volver y comandar al partido—, pero especialmente que hagan pesar su participación en el Congreso nacional del Partido Justicialista, que es el órgano superior del partido.

Por eso, los intendentes coparon también las listas de congresales provinciales, de donde surgirán las representaciones nacionales. Saben que ahora Cristina y sus aliados no tendrán la última palabra.

Uno de los aspectos que más les preocupa es cómo prevenir que dentro de dos años los comicios nacionales se lleven puestos a los alcaldes peronistas de la Provincia, en especial, a aquellos que vieron sus distritos pintarse de amarillo en las elecciones legislativas de octubre pasado.

Por eso quieren tener su propio perfil, más dialoguista para evitar quedar pegados a la confrontación que, a pesar de la derrota, mantendrá probablemente a Cristina segunda en el tablero nacional, pero con intendentes corriendo el riesgo de perder sus municipios. Por ese motivo, el primer objetivo es salir airoso de lo que pueda ocurrir en 2019.

"Haber corrido al kirchnerismo, a La Cámpora y a Espinoza es una buena señal. Para nosotros y para los amarillos también.

Tenemos que admitir que 2019 será un escenario recontra favorable para ellos. No tenemos tiempo para armar un candidato de cara a 2019. Además, Cristina, con los 20, 18 o 15 puntos que te pueda quitar, te hace perder la elección", dijo a NA una fuente cercana a un intendente peronista del Conurbano.

"No tenemos a ningún candidato, a ningún gobernador que pueda enfrentar a Macri en la Nación y tampoco tenemos candidato para enfrentar a Vidal en la Provincia. Entonces debemos ser inteligentes y enfocarnos en esta reconstrucción del peronismo no con la mira puesta en 2019, sino pensando ya en 2023.

“Nuestro primer paso debe ser retener lo que tenemos, por eso estamos todos juntos, para ayudarnos entre nosotros", completó.

 

2 comentarios Dejá tu comentario

  1. Centrarse SOLO en Macri, podría ser un error de percepcción política. Probablemente Macri, si al igual que los productos, tuviera una fecha de vencimiento en la suela de sus zapatos, quizás esta diga 10 de Dic de 2023. Los verdaderos CONSTRUCTORES DE PODER para el futuro son VIDAL, PEÑA entre los mas destacados. Nadie podrá decir que VIDAL viene de "cuna de oro" o vinculada a los negocios espurios del empresariado prebendario como de la "famiglia Macri". Ni siquiera que surgió de una escuela de élites. Vidal hoy por hoy es la PERONISTA Y PROGRESISTA de toda las nuevas camadas de dirigencia joven. Sin necesidad de recitar consignas perimidas del siglo IXX y XX, APLICA POLITICAS orientadas a SOLUCIONAR problemas a grandes grupos humanos. No es casual, que sea acompañada por tantos PJ y que probablemente se incrementen en la medida que con los fondos pciales, realize MAS OBRAS PUBLICAS en favor de la gente. Sin MACRI en la toma de decisiones, se podría hablar de una "dirigencia" POPULAR Y REPUBLICANA, de la que sin lugar a dudas podrían participar muchos intendentes del PJ. Ademàs es la oportunidad para romper con LOS APARATOS y las lealtades mentirosas del "movimiento". ¡Se vienen tiempos de "CAMBIO"!

  2. CAMBIO, a eso le tienen pánico, los Intendentes y gobernadores, asi como las cúpulas sindicales. Ni que hablar de transparencia, o democracia en la gestión...!!!!! Estos kosos, no quieren perder sus prebendas, sus privilegios de jefes mafiosos.

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