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El Gobierno cosechó resultados agridulces en el Congreso, ya que el avance del Pacto Fiscal y la Reforma previsional tropezó con el rechazo a los términos de los cambios en materia laboral por parte del peronismo en el Senado.
"Gradualismo pero a paso firme" y "reforma permanente" son algunos de los términos utilizados por las principales espadas del gobierno para resumir la estrategia oficial tras el triunfo de octubre.
El problema es que la lectura que se está haciendo en los mercados es que hay mucho de gradualismo y poco de reforma, lo cual explica el elevado déficit fiscal.
El Gobierno busca evitar una política de shock que provoque un caos social, pero a su vez mantener el empuje suficiente para introducir cambios con el objetivo de mejorar la competitividad de la economía, atraer inversiones y dar por cerrada la etapa del Estado todopoderoso que se involucra en todo sin terminar nunca de brindar los servicios que debe.
Los ministros Jorge Triaca (Trabajo), Nicolás Dujovne (Hacienda), Rogelio Frigerio (Interior), Francisco Cabrera (Producción) y Luis Caputo (Finanzas), más el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, llevan la voz cantante sobre las reformas clave, como quedó claro en la charla que brindaron a legisladores para que defiendan las políticas oficiales.
Pero el paquete de reformas de fin de año que impulsa el Gobierno sufrió un duro revés, luego de que ante la imposibilidad de obtener un respaldo monolítico de la CGT al proyecto, el peronismo decidió postergar el tratamiento de la reforma laboral en el Senado.
Sin ese apoyo del bloque del PJ-FPV, es muy difícil que la iniciativa pueda discutirse este año, como pretendía la Casa Rosada.
La decisión de la mayoría opositora de la Cámara alta implica un triunfo político para el camionero Pablo Moyano, principal crítico de la iniciativa acordada entre el Gobierno y el triunvirato de conducción de la CGT.
Los senadores del PJ, temerosos de reflotar el escándalo "Banelco" de hace 17 años, quieren estar seguros de que exista consenso antes de aceptar reformas a una ley muy cara al ideario peronista.
El jefe de los senadores opositores, Miguel Angel Pichetto, admitió que las críticas de camionero Pablo Moyano restaron margen de maniobra para avanzar en un acuerdo con el oficialismo.
Moyano, cada vez más combativo, pidió no repetir la experiencia ocurrida durante el gobierno de la Alianza, cuando sospechas de pago de sobornos para votar la reforma laboral terminaron en escándalo y fue el principio del fin de Fernando de la Rúa.
"Hemos decidido postergar la reforma laboral hasta que esté la nueva composición del Senado y la CGT unifique una sola voz y diga que hay que tratar la reforma laboral", dijo Pichetto, quien aspira a seguir conduciendo el bloque opositor aún con la presencia de la nueva senadora Cristina Fernández.
Los sindicalistas recibieron bien la movida de los senadores, en especial porque da más tiempo al triunvirato de la CGT para tender puentes de diálogo con Moyano.
Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña debatirán a fondo la semana próxima cuál es la estrategia seguir.
Fueron al Vaticano a un encuentro de sindicalistas en el que esperaban recibir un espaldarazo del papa Francisco, pero el pontífice faltó a la cita.
El Papa viene criticando la utilización del trabajo como mercancía y habría manifestado su preocupación por la falta de un flanco social más consolidado por parte del gobierno de Mauricio Macri, pero su pensamiento de fondo aún es motivo de análisis e interpretación.
En cambio, el gobierno se pudo anotar avances con el Consenso Fiscal —gracias a los gobernadores— y la reforma previsional.
En el último punto, fue clave un cambio de último momento por el cual el gobierno aceptó un esquema de cálculo propuesto por Pichetto, que permitirá un leve aumento mayor de las jubilaciones.
Si prosperan las reformas, el gobierno aspira avanzar con un camino de transformación permanente, con vistas al principal objetivo planteado por Mauricio Macri: reducir la pobreza.
El presidente, que ya piensa en la reelección, cree que si logra acertar con la receta para mejorar la situación social tendrá el camino allanado para darle continuidad a un proyecto que ya sin disimulo aspira desarrollar en ocho años.
Pelearse con la oposición por tan poco no tiene sentido, así como fue publicada, la reforma fiscal y laboral es un mas de lo mismo, otro maquillaje para no tocar los intereses que hay que tocar si acaso el gobierno quisiera hacer algo por los argentinos que ya estamos hartos de pagar casi todo mucho mas caro que nuestros vecinos, o por aquellos otros que están sin trabajo, o trabajan esporádicamente. Si realmente quisiera efectuar una reforma laboral en serio, ofrecería un empezar de cero, dejar todo como está con los actuales trabajadores para que no rompan las pelotas con "los derechos adquiridos" y mandar una ley mas a tono con las del mundo que progresa, que funcione exclusivamente para las nuevas relaciones laborales, ya que así como está planteada esta reforma, un blanqueo y algunos retoques más, no garantiza ningún cambio, ya que el corazón del problema del empleador está en la peligrosidad de caer víctima de la industria del juicio, en los altos costos de las indemnizaciones, cargas sociales etc. Si realmente estarían pensando en los que NO tienen trabajo, pelearían por algo contundente, algo que neutralice los problemas que estoy mencionando. En cuanto a la reforma fiscal-tributaria, me huelo a que se trata de un "cedo por acá, pero lo recupero por allá",de reducir los privilegios de los acomodados, nada de nada. Creo que los argentinos ya estamos subordinados al sistema, resignados a ser los sostenedores de este agobiante populismo en el que lamentablemente, Macri parece sentirse bastante cómodo. Ya nos hemos acostumbrado a vivir con que los derechos adquiridos son solo de los otros, NUNCA nuestros. Es lo que me temía, que una vez conseguido el voto, sigan en la cómoda, entiéndase por ello fingir que hacen cosas pero en realidad apuestan a un gradualismo al mejor estilo conservador. Lo mas cómico es que los opositores lo tildan de neoliberal o liberal, cuando hasta ahora lo que demostró, es ser algo así como un peronista "conserva" mas prolijito.
La CGT ha ido perdiendo fuerza en la misma proporción en que se ha incrementado el TRABAJO EN NEGRO y la desocupación. Además de los que están en blanco, hay muchos sindicalizados que optan por opcciones de izquierda y otro tanto son ecepticos respecto a la representación sindical. Sino fuese por ALGUNAS obras sociales, mas de uno habría dejado de ser sindicalizado. El futuro no es bueno para estos PESADOS APARATOS DE LA POLITICA PERONISTA, que por quedarse en la defensa de la "estructura sindical", no han advertido el CAMBIO CULTURAL que los invadió como un caballo de Troya de mano del Kirchenerismo. Fuè esa expresió ¿PERONISTA?, la que primero LOS USO y luego los vapuleó para terminar hoy apareciendo como "referente" de un SINDICALISMO POPULAR, en la figura de....¡HUGO YASKY! Para nada Peronista, pero tan acomodaticio como el mejor. EL SINDICALISMO ARGENTINO, tiene "nichos" de fortaleza, algunos IDEOLOGICOS como en los DOCENTES Y EN SECTORES DEL ESTADO y otros por APOYO ECONOMICO, como el de camioneros,petroleros y construcción. Pero lo cierto es que el futuro del SINDICALISMO ARGENTINO no es claro, con tanta división de FONDO, como lo demuestran las diferencias IDEOLOGICAS. Pablo Moyano, que a veces parece "fundirse" con los compañeros de izquierda, en realidad lo hace para que no se advierte que EL es el heredero de una gran corporacion ECONOMICA, por mas que aparezca como "popular y rudimentario". Por otra parte si se derogara el DECRETO DE ONGANIA por el que se les dà el manejo de las OBRAS SOCIALES a los Sindicatos, sería el FIN de esta forma de CONSTRUIR PODER.En realidad esos fondos debería ir a la SALUD PUBLICA tal como Perón lo ideó SOLIDARIAMENTE para TODOS LOS TRABAJADORES (incluidos los ocasionalmente desocupados), sin privilegios ni privilegiados.
..."El presidente, cree que si logra acertar con la receta para sacar a los mafiosos de los sindicatos podrá mejorar la situación social" ... Pero esa solución esta en manos de la Justicia, Cristina quiso ir contra Moyano, pero las carpetas que él posee han sido mas fuertes que las de Cristina. Sin Justicia no hay República y muchos Jueces siguen en su laraga siesta.