Durante el fin de semana, Elisa Carrió se mandó una de las suyas. Un nuevo desacierto de los últimos que viene cometiendo.
En la mesa de Mirtha Legrand, el primer comandante del ARA San Juan, Carlos Zavalla hablaba de la muerte de su vástago.
“Mi hijo murió a los 27 años por un cáncer que de entrada se supo que era irreversible y mi preocupación fue cómo él iba a superar esto. Yo lo veía tan tranquilo y asistido por un psicólogo y un día le dije: ‘Jorge ¿él sabe que se va a morir?’. Y me dijo: ‘Sí, sabe que se va a morir y lo estamos trabajando; su única ambición es no sufrir’”, sostuvo el hombre.
Entonces, Carrió cortó el relato, que tenía a todos conmovidos, y sostuvo: “Ah, mi ambición es que hagan arroz con champiñones en mi velorio”.
Luego, cuando vio que la pifió, la quiso arreglar: “Y no lo estoy tomando en broma porque también tengo un hermano muerto a los 42 años”.