El aguinaldo es un ingreso que se espera con ansias, ya que muchos lo utilizan para comprar regalos de navidad, pagar deudas o como una oportunidad de inversión. Sea cual sea el destino que le demos a ese ingreso "extra", lo importante es tenerlo definido antes de que llegue a nuestras manos para evitar que sea malgastado.
Invertir este dinero, pagar deudas o ahorrar para un proyecto a mediano y largo plazo es una forma inteligente de utilizar el aguinaldo. La realidad de cada persona es diferente, por lo que cada uno deberá revisar su situación económica para tomar la mejor decisión respecto al aguinaldo y en qué gastarlo. Tener en claro en dónde será invertido es clave para nuestra economía a futuro.
Es importante analizar la situación económica que vive cada hogar para utilizarlo de la mejor manera, no dejándonos llevar únicamente por los gastos propios de las fiestas. Es por esto que una planificación anticipada en la que se evalúen las necesidades inmediatas y posibilidades de inversión más adecuadas nos ayuda a garantizar un uso adecuado del dinero que obtenemos por el aguinaldo.
Considerar aquellos consumos fijos que tenemos todos los meses es el primer elemento que debemos analizar ya que determinarán el valor restante que podremos gastar o invertir de nuestro aguinaldo. Este dinero extra también puede ser útil para terminar de pagar deudas que arrastramos durante los últimos meses y evitar así el incremento de intereses.
En esta época del año los gastos suelen aumentar por las reuniones familiares y con amigos que se realizan para cerrar el año. También se suma la planificación de las vacaciones y el dinero que destinaremos a cubrir estos gastos. Esto suele exceder el presupuesto planificado de cada familia y utilizar el aguinaldo para cubrirlo permite evitar utilizar el dinero de su economía diaria o generar deudas futuras.
Una buena opción es separar el dinero excedente para evaluar su inversión según el perfil financiero da cada persona. De esta manera garantizamos ahorrar el monto que tenemos como excedente en esta época y evitamos su pérdida de a poco con consumos pequeños diarios. Una manera de aprovechar este ingreso es optar por un instrumento de inversión que brinde valor frente a la inflación. Para lograrlo, es importante elegir el producto que ofrezca un buen rendimiento y se adapte al perfil que tenemos como consumidor.
De todas maneras, es normal que en esta época del año queramos premiarnos por el trabajo duro de todos estos meses. Lo importante en esta instancia es ponerse un límite dentro de la situación financiera de cada uno, teniendo en cuenta prioridades como la educación, salud, vivienda, pago de deudas, entre otras. Para organizarse recomendamos utilizar la regla 70-30, en la que se destina 70% de los ingresos a los gastos básicos como alimentos, salud, transporte y educación. El restante 30% se divide en partes iguales entre el ahorro, el entretenimiento y el pago de deudas.
Más allá de la correcta inversión del aguinaldo, tener una educación financiera permite planificar nuestra economía a corto y largo plazo. Es importante tener bien claro nuestros gastos fijos para proyectar con el dinero restante el tipo de consumos o inversiones que realizaremos a futuro. De esta manera nuestros proyectos personales serán más fáciles de alcanzar y contaremos con mayores márgenes de ahorro.