Es muy grave que quienes nos gobiernan utilicen la mentira, el engaño, los dobles discursos y las trampas para conseguir propósitos no muy claros, que siempre perjudican al pueblo al que representan. En una actitud lógica, nadie quiere tener trato con este tipo de personas, ya que incluso cuando, muchas veces intentamos engañarnos a nosotros mismos, nos hemos dado cuenta que al final, la mentira lastima profundamente a nuestra propia dignidad, y si además ese daño lo pasamos al plano social, se produce un gran desastre, con consecuencias inimaginables. No obstante, al repasar el código de fondo que utilizan muchos políticos, se desprende que apunta a justificar el fin con los medios. Según la revista “British Journal of Psychiatry”, los mentirosos tienen un 14 % menos de materia gris. No libra a algunos de quienes nos gobiernan, de cargar con la culpa de mentir o de negar deliberadamente la verdad fáctica.
    Kirchner nos miente y nos sigue mintiendo cuando habla de los fondos de Santa Cruz. Cuando en la Cumbre de Monterrey se refirió que los 530 millones de dólares pertenecientes a los fondos públicos de Santa Cruz, estaban invertidos en la Reserva Federal de EEUU.  Textualmente, el primer mandatario había aseverado que “en la mayor crisis de mi país, me tocaba gobernar la provincia de Santa Cruz y retiré los fondos de mi país llevándolos a la Reserva Federal de los EEUU a una tasa del 1 por ciento anual, mientras había gente invertía en el país al 30 por ciento anual, ganando en un año lo que nosotros proponíamos ganar 30. Cuando uno tiene altas tasas de interés asume como meta el riesgo y no la seguridad de la inversión.”. Luego, el periodista Adrián Salbuchi, investiga esta aseveración, surgiendo una respuesta contundente de ese Organismo: “la información sobre inversiones es falaz. Usted debería dar aviso a las autoridades. La Reserva Federal es el banco central de los EEUU y, como tal realiza transacciones con gobiernos, bancos comerciales y otras instituciones financieras. La Reserva Federal no participa en operaciones de inversión y no existe ninguna oficina de la Reserva Federal en Santa Cruz”.
    Nos miente cuando efectúan promesas que no está a su alcance cumplir, como con el canje de los bonos, que reduciría la deuda, ya es impagable antes de empezar a cumplirse.
    Nos miente con el tema de los casetes de las escuchas telefónicas relacionadas con la AMIA.
    Nos miente con el presunto accidente del tango 01.
    Nos miente con el supuesto intruso de la Quinta Presidencial.
    Nos miente cuando después de las elecciones, y montándose sobre los hechos de la estación de Haedo y de la Cumbre de las Américas, inicia una burda campaña de persecución política, ideológica y judicial contra las organizaciones de izquierda y otras, que no responden a sus caprichos.
    Nos miente cuando un estudio de la Fundación Pent, integrada por investigadores de la Universidad Torcuato Di Tella y de la Universidad de San Andrés, revela que los legisladores del PJ en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja introdujeron en la ley de presupuesto 2005 un mecanismo administrativo que permitirá anunciar este año 73 obras públicas por más de 90 millones de pesos, aunque no cuentan con recursos asignados Según el documento, son obras que pueden ser prometidas a la ciudadanía con réditos electorales y no necesariamente deben ser llevadas a cabo ya que no cuentan con los fondos exactos presupuestados”.
    Nos miente con el sonado caso de las inversiones Chinas. Al respecto, Patricia Bullrich,  expresó que “de cumplirse lo declarado por el presidente Kirchner afirmando que si un funcionario le miente al periodismo estará cinco minutos en el gobierno, el primero en abandonar la gestión pública debería ser el mismo Kirchner porque es el principal gestador de mentiras del Gobierno”. “El acuerdo con China es un claro ejemplo. Mientras personalidades del entorno presidencial y el propio Presidente generaban falsas expectativas anunciando inversiones en el país de 20 millones de dólares, las mismas autoridades chinas desenmascaraban públicamente la mentira. Esto demuestra que Kirchner miente y ha sido el responsable de todo este manoseo de la información pública. Ahora busca escaparse de sus errores, echando culpas sobre los medios, la oposición y su propio gabinete del que desconfía al afirmar que no pone las manos en el fuego por nadie” . Por otro lado, Bullrich agregó: “anuncia la vuelta de los fondos de Santa Cruz una vez que pesa contra él una denuncia penal, amparada por el artículo 260 del Código Penal, que condena el depósito de fondos públicos en el exterior. Hace diez años que Kirchner miente y viene ocultando información sobre este tema”.
   Miente cuando sigue culpando a sus antecesores en el gobierno, por la actual situación económica por la que atraviesa el país.   
   Miente cuando dice que el Estado no tiene nada que ver en la droga de Ezeiza. La empresa Lafsa es del Estado, ya que fue armada por el Estado, manejada por De Vido y Jaime, principales operadores de Kirchner.
   Miente cuando dice que acaba de enterarse (luego de hacerse público los hechos). La SIDE, que depende directamente del presidente, hacía varios meses que se lo había hecho notar. Es decir que el presidente es culpable, por acción o por omisión.
   Francis do Pico, afamado licenciado en Ciencia Política, dijo: “La forma en que Kirchner y sus seguidores ejercen el poder tiene algunos puntos en común con los instrumentos de propaganda política y de manipulación de las masas que utilizó el nazismo en Alemania. Aquí algunos ejemplos: Muchas veces centramos tanto nuestra atención en los detalles que nos perdemos de ver la totalidad o esencia de las cosas. Eso es lo que últimamente hice a la hora de criticar o analizar alguna política, acción o personaje del actual gobierno del presidente Kirchner. Pero hace poco levanté la mirada accidentalmente y me di cuenta de que había ante mis ojos algo más grande, sospechoso y criticable. ¿Qué fue lo que vi? Vi que el kirchnerismo, salvando las diferencias, acciona de una forma muy semejante al partido nazi de Adolfo Hitler, Joseph Goebbels".

Carlos Alberto Bralo