Considero más que interesante la
noticia que acabo de leer: “Brasil cancelará de un pago toda su deuda con
el FMI. Brasil decidió anticipar para antes de fin de año el pago de toda su
deuda con el Fondo Monetario Internacional, unos US$ 15.500 millones que
vencerían a fines de 2007. La propuesta de pago anticipado fue realizada por el
Ministerio de Hacienda y por el Banco Central, y aprobada por el presidente Lula
da Silva (…)” Además, el Presidente del FMI manifestó estar muy complacido por
la decisión tomada por dicho país. “Nos complace la decisión de Brasil”, afirmó
el director gerente del FMI, Rodrigo de Rato, a través de un comunicado del
organismo. Y agregó que “esta decisión refleja la creciente fortaleza de la
posición externa del país”. De Rato elogió “la excelente administración” de la
política económica llevada a cabo por las autoridades brasileñas que, indicó,
permitieron “la consolidación de la confianza en el mercado, el mejoramiento
sostenido del rendimiento macroeconómico y un mejorado panorama de la deuda
interna y externa”(2).
Brasil, al igual que la Argentina tuvo procesos políticos signados por la
Guerra Fría, la protesta social, Dictadura Militar, y represión. De hecho, su
presidente, viene de aquellas luchas sociales que signaron la historia
brasilera, al representar al movimiento obrero en la lucha sindical. Hoy,
presidente, realiza tamaño anuncio. Si miramos el número, 15.500
millones de dólares, parece mucha plata, y un aligeramiento de la carga que pesa
sobre las espaldas de un país con industria y en ciertas formas desarrollado,
pero que tiene una aberrante desigualdad social. El contraste entre
los que más y menos tienen es realmente escalofriante en una escala superior a
la argentina dado que multiplica varias veces su población. Pero, ¿cuál es la
deuda externa de brasil? Según Latin Focus (2), la deuda externa
total alcanzaría más de 200 millones de dólares –lo que en esencia, 15.500
millones- no es nada comparado con el total.
Es más que interesante observar el gráfico que está disponible en dicho
informe, pues allí se puede ver una evolución de la deuda externa a partir de
1995 en adelante: en términos generales, aumenta. Quien conoce como funciona un
banco, sabe que –como todo negocio- funciona si hay ganancias. Si hubiera
pérdida en prestar, no se prestaría. ¿Por qué entonces la deuda externa se torna
impagable al punto de pedir prestamos, haciendo más deuda para pagar la deuda?
(3).
Otro dato importante y para diferenciar es justamente entender la diferencia
de ambas deudas, la Argentina y la brasileña. Mientras que la dictadura que
irrumpe en nuestro vecino país no desindustrializa, sino lo contrario, el
nuestro si lo hace. Mientras Brasil tiene un parque industrial importante, la
Argentina no lo tiene. ¿Por qué?
Con el primer y segundo gobierno de Perón, la Argentina prácticamente no
tenía deuda, y la moneda nacional era divisa de intercambio en la demacrada
Europa de posguerra. Luego de 1955, una gama de dictaduras militares gobernó el
país, sin tener el carácter desindustrialista de la que comienza en 1976, y con
el foco en el desarrollo de ciertos sectores industriales estratégicos. Por
ejemplo, desde Onganía (1966) hasta Isabel Martínez de Perón, la deuda fue
creciendo de 4 mil millones de dólares a casi 8 mil millones de dólares.
Cuando la Junta Militar encabezada por Videla toma el poder, y a través de
todo el Proceso la deuda se eleva de 9.700 millones de dólares a 45.100 millones
de dólares (4). ¡Todo un crimen consumado! Para que se entienda
bien, el dinero de las arcas del Estado, que podría ser invertido en el
desarrollo nacional, se fue netamente a parar a manos de inversores
extranjeros. Luego con Alfonsín, trepó a 65.300 millones de
dólares, llegando con Menem a 146.219. Los prestamos, llovían con la esperanza
de ser repatriados en jugosos intereses que encarecerían por millones el
préstamo original.
Pero el detalle más jugoso, que es el saldo de la dictadura militar en
Argentina, son los porcentajes de los aumentos numéricos recién mencionados.
Mientras que con el Gobierno de Menem, que fue el que en democracia
incrementó más la deuda, correspondía al 123 %, todo el Proceso de Reorganización Nacional, lo hizo en un 364%. ¡Todo un
crimen consumado!, si se tiene en cuenta que el incremento aumento a posteriori
de aquel período representa en gran parte toma de deuda para pagar la ya tomada
(5).
Milagro, hasta
el año 2000, cada uno de los Argentinos, debía a todos los acreedores externos
3.800 dólares, que deberían pagar quienes critican que en Argentina no existe la
seguridad jurídica, quienes se convierten en diputados, o tienen medios de
comunicación y fundaciones. Todo un dilema, dado que hay gente que vive aquí con
menos de 1 dólar por día, y muere fusilado por el hambre.
Daniel Blinder
Notas y Fuentes
(1)
http://www.clarin.com/diario/2005/12/13/um/m-01107059.htm
(2) http://www.latin-focus.com/spanish/countries/brazil/bradebt.htm
(3) Ver www.hombregris2001.com.ar en la sección investigación “Al maestro con
cariño (o de la deuda externa)” o “Rompemos e insistimos, pero acuérdense que
del otro lado están...” de Daniel Blinder o “Deuda Externa ¿Qué Pagamos?” entre
otros.
(4) http://www.econolink.com.ar/economyemp/ecempr4.htm
(5) Ver, www.hombregris2001.com.ar en sección análisis “24 de marzo de 1976: Los
verdaderos subversivos”, de Daniel Blinder.