Las protestas encabezadas por Hugo Moyano se han convertido en moneda corriente en los últimos años, las organizaba durante el kirchnerismo si no conseguía lo pretendido y las sigue liderando durante el macrismo cual niño caprichoso.
En esa línea, y en medio de un paro sorpresivo por parte de los trabajadores de Camioneros junto a la autopista Ezeiza-Cañuelas, el gremio conducido por el clan Moyano, convocó a un paro nacional para el jueves 14 de junio, dependiendo del resultado de la reunión que se realizará el próximo martes sobre la base de la discusión por paritarias.
“Si el martes no nos dan una respuesta, el jueves hacemos un paro general. Que nadie diga que no hemos avisado”, sostuvo Hugo Moyano a la cabecera de la concentración, agregando que “ha comenzado el camino de la lucha y nadie mejor que los camioneros para conocer los caminos y las rutas”.
El líder de dicho sindicato, manifestó que el paro nacional queda en manos de la decisión que resuelvan tomar desde la Cámara empresaria: “el martes tenemos audiencia con la FADEEAC (Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas). Si el martes no tenemos una respuesta favorable, que nos asegure que no vamos a perder el valor adquisitivo de nuestro salario, el jueves hacemos un paro general. Que nadie diga que no hemos avisado”.
Decidido a no recibir una cifra menor del 27% de aumento del salario, Moyano arremetió contra el oficialismo al mencionar: “Hasta qué punto llega la incapacidad y falta de sentido común del Gobierno, que pretende que con una inflación del 30 los trabajadores recuperen el 15. ¿Quién puede creer esa idiotez? Por eso vamos a reclamar el porcentaje que corresponde y no vamos a aceptar otro”.
La discusión no se encuentra en si el ex triunviro de la Confederación General de Trabajo (CGT) tiene razón o no, sino, en cual va a ser el resultado de la próxima manifestación de no llegar a un acuerdo sobre paritarias.
Viendo los antecedentes es bastante sencillo deducirlo, va a hablar -insólitamente- de la dignidad, probablemente se produzca un escándalo a raíz de algún incidente –sea mayor o menor- y, obviamente, se va a referir a su arduo trabajo sobre la “lucha” por los trabajadores, desfachatez mediante.
Sin embargo, escondido en su dirigencia, se ha demostrado cómo ha lavado dinero a mansalva con una caradurez inusitada, ni hablar de los fondos de la obra social de Camioneros que se apropió para su propio beneficio, ¿Acaso es esa su manera de luchar por los trabajadores?, dudoso.
Volviendo a la “limpieza” de activos, ha demostrado tener grandes habilidades: uno de los mecanismos que habría utilizado, fue la construcción, baste mencionar el Hospital mendocino Santa Isabel de Hungría y el sanatorio Antártida.
Un dato relevante: La obra social de Camioneros compró la clínica Antártida por un total de 10 millones de pesos en el año 2009, sin embargo, en el año 2011, se la vendió al sindicato, también conducido por los Moyano, por la exagerada suma de 334 millones de pesos.
Es decir, ¿Cuál sería el incentivo del sindicalista para venderse a sí mismo, poco más de 33 veces más caro, algo que ya poseía?, la respuesta es más que obvia.
Ni hablar de su paso por el club Independiente, donde entre otras tramoyas, y esto aseverado por el mismo “Bebote” Álvarez, lavaba dinero proveniente de la reventa de entradas.
Quien tenga alguna duda sobre los negocios sucios del sindicalista, solo debe observar las propiedades que ostenta en Parque Leloir, nada más que agregar.
Si bien personajes que supieron ser muy cercanos a él, como el ya mencionado “Bebote” Álvarez o los triunviros de la CGT Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, lo han acusado de ilegalidades e inmoralidades, todavía existen quienes apoyan ciegamente al líder camionero.
Uno de los más elocuentes ejemplos conduce a la otrora mujer del gremialista, Elvira de los Ángeles Cortés.
En diálogo con Tribuna de Periodistas, Elvira defendió la “lucha” del camionero, aunque con algo de suspicacia: “Le pido disculpas pero no tengo nada para aportar… ojalá las referencias que encuentre sean certeras… yo, aunque me encuentro alejada de Hugo hace ya mucho tiempo, coincido en un alto porcentaje con su ideal político… su lucha es genuina y la persecución, sobre todo por los medios, es injusta, y es consecuencia de su lucha que no le agrada a los poderosos”.
Por último agregó: “Yo orgullosa de que mis hijos sigan el camino que les orientamos en este sentido de la lucha de los trabajadores y peronistas. Bueno, eso nada más voy a decir. Abrazo… éxito”.
Es necesario detenerse en una frase particular y sobre todo peculiar: “ojalá las referencias que encuentre sean certeras”. ¿Qué quiso decir con eso? ¿Habrá algo que sabe y que por alguna razón no pueda contar? Por el momento difícil saberlo.
Moyano es un tipo interesado, lo demostró durante la gestión K, peleándose y amigándose con el entonces oficialismo dependiendo siempre de su propia conveniencia.
Exactamente lo mismo hizo con el macrismo, siendo que desde que el actual presidente, Mauricio Macri, se encontraba presidiendo el club Boca Juniors, hasta la actualidad, supo armonizar y rivalizar con él, otra vez dependiendo del provecho que pudiera sacar.
No es complicado deducir quién es Hugo Moyano realmente, un tipo que, acorralado hoy en día por la Justicia, busca la manera más rápida de conseguir apoyo social, ¿Cómo? “Luchando” por los trabajadores en apoyo a medidas populistas.