Las pequeñas y medianas empresas son la espina dorsal de cualquier economía capitalista moderna, destaca un informe de las Naciones Unidas, organización que decidió instituir al 27 de junio como el Día Internacional de las Pyme. Al igual que en la Argentina las pequeñas y medianas empresas representan el 70% del empleo y representan la mitad del PBI del Mundo, destaca la ONU.
En la Argentina constituyen un sector de la economía muy sensible a las variaciones de los contextos macroecómicos. La mayor parte conforma un grupo denominado “sensible”, porque puede ser afectado rápidamente por importaciones. En Argentina las pymes suelen vérselas con contextos muy desfavorables, como son la elevada presión fiscal, la falta de financiamiento, altos costos laborales, costos energéticos elevados y problemas de logística, entre otros.
Según un estudio de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), en Argentina la cantidad de pynes cada 1000 habitantes es baja: apenas 27. La tasa de creación de empresas en el país tambien es baja. Apenas 1 cada 2,300 habitantes. En América latina es 1 cada 500, entre los paises de la OCDE (al que aspira ingresar Argentina) es de 180, mientras que en Chile es de 150.
La ONU destaca que “las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, también conocidas como pymes, tienden a emplear a una gran proporción de trabajadores pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad, como mujeres, jóvenes y personas de hogares desfavorecidos. En muchas zonas rurales, son casi la única fuente de empleo. Como grupo, estos pequeños negocios son el generador de ingresos más importante en la “base de la pirámide”.
También afirma que “a pesar de crear empleo, las microempresas y pymes tienen que hacer frente a muchas dificultades en su funcionamiento diario y crecimiento”.
“El acceso a una financiación es uno de los principales obstáculos que afectan de manera desproporcionada a estos pequeños negocios. Según el Banco Mundial, entre 200 y 245 millones de empresas, formales e informales, no tienen acceso a los préstamos o descubiertos bancarios que necesitan, o no disponen de financiación, pero aun así el acceso es complicado. De ellas, más del 90 por ciento son microempresas y pymes”, dice la ONU.
La organización indica que “las dificultades financieras son aún mayores para las empresas informales, que suelen ser de menor tamaño y, aunque menos productivas que las formales, contribuyen en gran medida a la actividad económica y el empleo. Se calcula que un 74 por ciento de las microempresas y pymes de todo el mundo funcionan en el sector informal de la economía”.
“En el caso de los países en desarrollo, la cifra asciende al 77 por ciento. Los negocios informales se apoyan en financiación informal, que si bien facilita el acceso a fondos, enlentece el crecimiento y aumenta la ilegalidad de la empresa”, destaca el reporte.
Por su lado, la CERA destaca: “Las Pymes exportadoras (Pymex) han caído de 5959 en 2008 a 4095 en 2017. La participación de las Pymex en el total exportado pasó del 14% en 1998 al 9% en 2017. Actualmente, la alta conflictividad del sector público, las huelgas pasadas en el SENASA e INTI, y la actual de la Aduana, entre otras, generan sobrecostos muy importantes y dificultan el esfuerzo exportador y la creación de empleo en el sector privado”.
A los efectos de determinar cuando una empresa es pyme, el Ministerio de la Producción actualizó recientemente los parámetros:
La empresa que cumple con esos requisitos y está debidamente registrada ante la AFIP accede a beneficios fiscales previstos en la ley Pyme.
No conozco caso por caso, obviamente, pero sí la sensación general ¿Quién abre y mantiene PYMEs en Argentina? O los muy optimistas, o demasiado desesperados, o muy piratas. Es un país tan ingrato con quienes quieren desarrollar una iniciativa, que caen en este sistema: los que se quedaron sin trabajo y no encuentran nada, arriesgando alguna indemnización o vendiendo su auto ("los desesperados" del párrafo anterior); también llegan los "muy piratas" (gente que quiere una rentabilidad extraordinaria a fuerza de controles flojos, y que necesita rápidos reflejos para cambiar de rumbo cuando haga falta); y por último los muy optimistas, gente que apuesta a una idea o proyecto, pensando con optimismo en el futuro del país, el crédito, etc. Asumo que este último grupo son los menos entre quienes crean PYMEs y, tal vez, una porción algo mayor entre quienes las mantienen en marcha. ¿Motivos? Muchos. a) Todos hemos escuchado al que lo apretaron los funcionarios (coima del que fuera, inspector, policía, etc), los gremios, los mayoristas, etc. Todo lo que se paga atenta en contra de la viabilidad y rentabilidad del proyecto. b) Poca previsibilidad del mercado (o sea: Baja estabilidad de la economía en el país, donde los volantazos en la dirección son moneda corriente). c) Poca ayuda (líneas de crédito bancarios, burocracia estatal)