El oficialismo admitió lo que ya se esperaba, pero no tiene ni un pelo de ingenuo, lo hizo en el momento preciso en el que Argentina se encontraba venciendo a Nigeria 1 a 0 en el partido que se llevó a cabo el martes último.
El anuncio que dio a conocer una información de suma importancia, fue brindado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), así como también por el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) y asegura que en abril comenzó la recesión y llegó para quedarse.
Según lo comunicado por el INDEC, la economía descendió 0,9% en abril respecto al mismo mes del 2017, con esta cifra configuró la primera baja interanual luego de 13 meses.
Según confirmaron desde el organismo estadístico, la caída fue consecuencia de un tajante descenso de la agricultura por la sequía, es dable mencionar que junto a la ganadería, la caza y la silvicultura, menguaron 30,8%, con un impacto contundente sobre el nivel general.
En tanto, las cifras oficiales del EMAE, en abril respecto de marzo del corriente 2018, registraron una disminución del 2,7%, la primera contracción tras ocho meses de continuas alzas.
Sin embargo, el dato más relevante no es solo el hecho de que se haya iniciado una recesión, sino que, además, llegó para quedarse al menos por los próximos seis meses.
La concentración de la recolección de cosecha gruesa, principalmente de maíz y soja entre mayo y julio, junto al severo cambio de expectativas que provocó la “turbulencia cambiaria”- tal como le gusta llamarla al Gobierno – que se extendió hasta el 14 de junio, momento en el cual se cerró el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), anticipa un ciclo recesivo que al menos se extenderá hasta todo el tercer trimestre.
Dicha proyección no está prevista únicamente por consultoras - privadas y públicas -, además la han mencionado, a su manera, el nuevo ministro de producción, Dante Sica, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Según el INDEC, el primer cuatrimestre terminó con una suba del 2,4% de Producto Bruto Interno (PBI), pero con la estipulación del Estudio Orlando Ferreres y Asociados, para mayo, con caída del 2,8%, ese aumento acumulado se atenuó a 2,2%, un guarismo asaz paupérrimo teniendo en cuenta que solo contiene dos meses en baja.