La cuestión de los cuadernos que muestran la corrupción del kirchnerismo, cada día arroja una nueva sorpresa. No obstante, poco a poco la sociedad se va aburriendo del mismo culebrón.
En ese contexto, el dibujante Nik decidió hacer una serie de gráficos explicativos a efectos de entender el método para participar del sistema K (Ver a pie).
Los que se alineaban debían pagar un 10% del valor total que figuraba en una licitación inflada y que beneficiaba siempre a ambas partes. La consecuencia, para los que no accedían a participar era la quiebra.
Además del monto a pagar por cada licitación, las empresas que ya tenían corredores viales debían aportar mensualmente el 10% de la recaudación de sus peajes, un porcentaje que representaba aproximadamente más de U$S 100 mil mensuales.
El dinero tenía dos destinos. Cuando los montos no superaban los U$S 100 mil, el destino final era la Casa Rosada. Sin embargo, las recaudaciones millonarias que ya develaron varios empresarios e incluso Claudio Uberti, el primer arrepentido K en la causa, terminaban en el departamento del matrimonio presidencial que componían Néstor y Cristina Kirchner en el cruce de las calles Juncal y Uruguay.