El futuro de Víctor Santa María, secretario general del PJ de la Ciudad de Buenos Aires, y del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios Renta y Horizontal (SUTERH), depende de que la causa judicial en la que se encuentra procesado por haber estafado a su gremio a manos del ex Banco Patricios siga dormida en la Sala 4ta. de la Cámara de Apelaciones en lo Correccional Criminal, explica Tomás Vidal en la revista EDICIÓN i.

La causa es vieja. Nació en el año 2001 y, en ese momento, al dictarse su procesamiento, Víctor Santa María perdió su banca de legislador de la Ciudad, a la que había accedido en sociedad con Gustavo Béliz, bajo el sello de ‘Nueva Dirigencia’, que con Acción por la República articularon Encuentro por Buenos Aires.

Junto a Víctor, el más complicado en la causa es su padre, José Francisco, también procesado, junto a otros 11 miembros de la Comisión Directiva del SUTERH.

    De acuerdo al auto de procesamiento elaborado por el ahora ex juez Mariano Bergés (y confirmado por la Cámara de Apelaciones y por la Cámara de Casación), en una supuesta reunión de la Comisión Directiva del 7 de abril de 1995, y amparándose en el mandato de la asamblea de agosto de 1994, propusieron que el sindicato participara “como integrante de la nueva composición accionaria del Banco Patricios S.A.”

El Ministerio de Trabajo dictaminó que “la actividad comercial” le estaba vedada a las instituciones sindicales. Pero los Santa María se ampararon en la “autonomía sindical”.

El SUTERH invirtió otros US$ / $ 11 millones en el Banco Patricios y ninguno de esos egresos fue autorizado por la comisión directiva:

> el 30 de junio de 1996, el SUTERH compró “acciones preferidas” por $ 3.274.459;

> el 30 de junio de 1997, compró “acciones preferidas” por $1.997.396;

> el 1 de julio de 1997, compró “acciones preferidas” por $ 4.688.935;

> el 15 de septiembre de 1997, compró “acciones preferidas” por $ 1.084.253;

> el 27 de noviembre de 1997, realiza un “aporte irrevocable” por $ 2.500.000; y

> el 28 de noviembre de 1997, compró “obligaciones negociables” por $ 2.333.779.

Mientras el SUTERH incrementaba su riesgo inversor en el Patricios, la situación financiera del banco se desbarrancaba. Entre agosto de 1996 y enero de 1997, el Banco Central inspeccionó al Patricios y publicó un informe acerca de la “delicada situación” de la entidad bancaria.

Pero lo que resulta inexplicable y muy sospechoso es la sucesión de aportes realizados los días 27 y el 28 de noviembre, que en total suman casi US$ / $ 5 millones, 48 horas antes que el Patricios entrara en cesación de pagos.

Sobre esta compra el juez Bergés consideró: “En cuanto a la compra de obligaciones negociables los días 27 y 28 de noviembre de 1997, esa operación coincidió con el mayor momento de salida de capitales del ex Banco Patricios, y con la fecha de la cesación de pagos”.

EDICIÓN i logró entrevistar a Francisco Suárez, durante 25 años amigo y hombre de confianza de José Francisco Santa María, ‘Pepe’. Suárez fue el encargado del plan de viviendas del sindicato y también fue secretario de Actas, Prensa y Propaganda durante 10 años. Luego, ‘Pepe’ decidió expulsarlo del gremio. Entonces, Suárez promovió la causa Banco Patricios, por la que se procesó a toda la comisión directiva SUTERH, inclusive él mismo fue procesado. Por primera vez, Suárez brindó un muy extenso testimonio durísimo sobre los Santa María.

Aqui apenas un fragmento de su relato a EDICIÓN i:

"(...) -¿Podría explicar como se descubrió el tema del Banco Patricios?

-Cuando me expulsaron del gremio, yo inicié una acción de reposición en el cargo a través de la Justicia en lo Laboral. Aquel proceso no prosperó, por supuesto; los amigos que Santa María son muy importantes. No debo acusar a nadie, pero, por ejemplo, Julio César Simón era el abogado personal de la agrupación 2 de Octubre desde que comenzamos, ¿cómo llegó a juez, y ahora es camarista del fuero laboral?

Durante aquel juicio de reposición de cargo, entre otras cosas mi abogado, el doctor Escobar, solicitó la incautación del Libro de Actas, en el cual figuraban todas las maniobras del Banco Patricios.

A alguien ‘se le escapó la tortuga’y lo conseguimos.
En ese momento, nosotros le sacamos fotocopias al Libro de Actas y se lo dimos a un contador amigo para que lo revisara; al poco tiempo el hombre nos explicó que las maniobras que se habían llevado a cabo con lo del Banco Patricios eran contablemente “horrorosas”. Le preguntamos si eso alcanzaba para presentar una denuncia penal, y él nos dijo que no alcanzaba para una denuncia penal solamente, sino para todas las denuncias penales que se nos ocurrieran.

Una persona de nuestro nuestra lista Violeta presentó la denuncia penal y así comenzó el proceso penal.

-¿Cómo fundamentaron el pedido de secuestro del Libro de Actas?

-Porque para echarme, Santa María utilizó un punto del Estatuto que establece que cualquier miembro de la comisión directiva que falte a tres reuniones consecutivas o a seis alternadas puede ser expulsado.

-Entonces, ¿Ud. faltó a las reuniones conociendo ese ítem?

-No, pero las actas de la Comisión Directiva siempre están atrasadas entre tres y cinco meses, entonces fue muy fácil para ellos fraguar tres actas en las cuales no aparecía mi firma. Lo que quería probar mi abogado es que si yo no había faltado a una sola reunión en 10 años, no era lógico que me hubiera ausentado a tres reuniones consecutivas.

(...)

-¿Y qué fue lo que apareció en esas actas?

-Apareció una consultora contable, cuyo nombre no recuerdo ahora, contratada en forma perentoria en marzo de 1998, coincidiendo con la quiebra del Patricios, para intentar, en esas cuatro o cinco actas atrasadas, organizar alguna forma de rescatar a Víctor Santa María, el hijo de José Francisco, quien era el representante de SUTERH en el banco. La prioridad era impedir la responsabilidad legal de Víctor, el delfín. La prioridad no era velar por los intereses de los afiliados.

En el acta del año 1995, cuando se hizo la primera inversión del SUTERH en el Patricios, un monto equivalente a US$ / $ 2,1 millones, se estipuló que Víctor tenía la obligación de informar mensualmente de cómo evolucionaba la inversión. Jamás lo hizo hasta el año 1998. No hay ninguna acta que revele alguna inversión.
En marzo de 1998, cuando quebró el Patricios, resulta que yo redactaba actas de 10 hojas, a veces me pasaba días escribiendo las actas, con las cosas que me pasaba el contador del sindicato, sobre temas de los cuales yo no entiendo nada.

Y yo transcribía las actas con los informes que me pasaba el contador que me explicaba como era la operación con los bonos, las acciones y quien sabe cuantas cosas más. Copié actas en cantidades industriales a partir de la quiebra del Banco Patricios.

Entonces comienzan a aparecer, uno tras otro, los informes posdatados de Víctor Santa María. Con fecha diciembre o noviembre de 1997 comienza a decir en las actas que él “ve con preocupación la situación del Patricios”, o “que el banco no está bien”.

(...)

Yo tengo mi responsabilidad por haber avalado con mis acciones que no hubiera reuniones de Comisión Directiva y por haber hecho firmar, a libro cerrado, a los demás muchachos. Pero no soy responsable de lo que el juez considera que fue una defraudación.

La defraudación no la hice yo, ni la hicieron los miembros de la Comisión Directiva. Yo conozco los nombres de quienes movieron los fondos.

(...) La víctima fue el SUTERH Capital, está por definirse la investigación sobre el FATERYH, la federación nacional, donde se perdieron US$ / $ 6 millones, y el responsable es el secretario general del FATERYH durante muchos años, Víctor Santa María.

(...) -Entonces si nunca se realizaban las reuniones. ¿Quién tomaba las decisiones?

-A veces se hacían reuniones informales entre los miembros del secretariado, donde quizás se pedía opinión sobre cosas sencillas como, por ejemplo, si teníamos que aumentar el precio de la entrada a los invitados que iban a nuestro complejo en la localidad de La Reja, que estaba a $10 y teníamos que subirlo a $20.

Pero las cuestiones de fondo que hacían al manejo grande del dinero nunca se consultaban, eran decisiones unilaterales, primero del padre José Francisco y después también del hijo Víctor, cuando fue creciendo. (...)".

EDICIÓN i también entrevistó, entre otros, a Jorge Hernández es el presidente de la Fundación Reunión de Administradores.

Aquí 3 conceptos de Hernández:

> "Desde hace varios años los consorcios de propietarios hemos tenido una sistemática persecución. Primero nos cobraban dos veces los aportes, con la excusa de que se les había incendiado el archivo de los registros de los aportes. Entonces se enteraban de que cambiaban los administradores de cualquier edificio entonces los intimaban y muchos terminaron pagando dos veces".

> "En otra oportunidad, tomamos conocimiento de que había un proyecto de ley para crear un registro público de administradores en la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa pretendía que hubiera un seguro de responsabilidad de los administradores, que iba a facturar una cantidad de millones de pesos. Lo denunciamos en la Legislatura porteña, donde el proyecto era impulsado por los diputados Sandra Dosch y Delia Bisutti, ambas respondían a Aníbal Ibarra; Alberto Fernández y Víctor Santa María. Logramos que eso tampoco prosperase".

> "En las paritarias siempre estuvieron representados los consorcios y los administradores a través de la Cámara Argentina de Propiedad Horizontal. También participa la Unión de Administradores de Inmuebles, a la que la hice inscribir en el año 1987, para que estuviera en la paritaria. Y también participa AIERH, que es una institución creada por ‘Pepe’ Santa María con su suegro, un tal Romeu, ya fallecido, en el edificio de Cangallo al 1800. Obviamente es manejada por el sindicato y fue incluida rápidamente en la paritaria".