Es asaz conocida la idiosincrasia cristinista representada sobre la sólida base del populismo. En ese contexto, y tras encontrarse frente a una gran probabilidad de presidir nuevamente la Argentina, la actual senadora Cristina Fernández se ha mostrado últimamente más carismática, empática y sencilla de lo que ha mostrado ser durante su historia bajo el brazo del Estado.
Hoy, a CFK le conviene caer bien y generar cierta tranquilidad frente al desasosiego que la política económica y social viene generando dentro de la ciudadanía, que si bien muestra un fuerte apoyo al coetáneo presidente Mauricio Macri, también manifiesta cierta preocupación y disconformidad con las medidas que se vienen llevando a cabo dejando a un pueblo altamente paupérrimo.
En el mismo sentido, la otrora presidenta publicó en su cuenta oficial de twitter un saludo por esta navidad en el que manifiesta un inusitado nivel de política claramente opositora a la actual conducción gubernamental.
“En esta navidad, quiero enviar un abrazo muy especial a todos los argentinos y a todas las argentinas. Principalmente a quienes la están pasando mal” agregando que “Un país con trabajo y oportunidades sin exclusión… ese es mi deseo. Los quiero mucho” fueron las exactas palabras publicadas por la senadora líder de Unidad Ciudadana.
En esta Navidad, quiero enviar un abrazo muy especial a todos los argentinos y a todas las argentinas. Principalmente a quienes la están pasando mal.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 24 de diciembre de 2018
Un país con trabajo y oportunidades sin exclusión... ese es mi deseo. Los quiero mucho. pic.twitter.com/RKG2wofUec
Como puede notarse, Cristina habla de un país con trabajo. Si, la misma Cristina que dejó de publicar datos oficiales respecto del desempleo, la pobreza, la indigencia, entre otros. O lo que es peor aún, maquilló, bajo sus propios intereses, aquellos números tan importantes únicamente reemplazados por la Universidad Católica Argentina (UCA).
Ejemplo elocuente de ello es el nivel de pobreza que ostentaba la Argentina en aquel fatídico diciembre del 2015 cuando Macri, tras una larga espera, logró posarse en el cómodo aunque peligroso sillón de Rivadavia.
En aquellos momentos, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) aseguraba que la pobreza se asentaba en el 4,7%, numero irrisorio si se compara con el de la UCA que consignaba un número mayor a 30%. Es decir que Cristina desguazó, sin parámetro alguno, un instituto que supo ser serio y respetado por las altas autoridades de Gobierno.
Y, de modo irónico, termina su escueto mensaje con un “los quiero mucho”. Claro, cómo negarlo, si fue gracias a los onerosos aportes de toda la ciudadanía que pudo enriquecerse ilícitamente, engañando, paradójicamente, a todos aquellos a los que dice querer.
Ayy Cristi… ¿Cuándo te arrepentirás del latrocinio sistemático que manejaste? ¿Cuándo enviaras una carta de arrepentimiento en vez de una navideña con evidente contenido populista y antimacrista?
En agradecimiento a su mensaje: Feliz navidad y un próspero año nuevo. Ojalá que tras las rejas y con condena firme, y no cómoda y acogedora dentro de la Casa Rosada.