Acceder al feed de los comentarios de este artículo
Venezuela no sale de la encerrona. La permanencia en el poder de Nicolás Maduro, parteaguas entre la autocracia y la democracia, divide al mundo entre el apoyo de Rusia, la cautela de China y el rechazo de Estados Unidos, más allá de las opiniones encontradas en América latina y en otros confines. Detrás está el interés estratégico y económico en un país rico en petróleo, caldo de cultivo de las argucias. En las argucias, precisamente, residen la necesidad de una apertura y del ingreso de la ayuda humanitaria y las diferencias en el alineamiento con otro parteaguas. El parteaguas de la política global: Donald Trump.
Trump resultó ser el primero en reconocer al presidente encargado o interino de Venezuela, Juan Guaidó, presidente de la opositora Asamblea Nacional. Le siguió la mayoría de los países de la región enrolada en el Grupo de Lima. Entre ellos, Argentina. Discreparon México, atado a la Doctrina Estrada de no injerencia en asuntos internos de otros países, y Uruguay, atado a los vaivenes del gobernante Frente Amplio. Trump también resultó ser el primero en adoptar una medida concreta: le cedió a la Asamblea Nacional, declarada en desacato por el Tribunal Supremo de Venezuela, el control de los ingresos derivados del petróleo en el territorio norteamericano, el primer destino de las exportaciones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
La petrolera Citgo, filial de Pdvsa, no puede enviar dinero a Venezuela, así como el diluyente necesario para que el crudo fluya por los oleoductos. Pretendió ser un tiro de gracia contra el régimen de Maduro, aferrado a la “opción militar” no descartada por Trump. Ópera bufa al margen, con precarios entrenamientos de milicianos armados, la veintena de países de la Unión Europea que tardó lo suyo en reconocer al gobierno interino de Guaidó procuró desmarcarse de la táctica agresiva de Trump. Tomó distancia, de modo de insistir en una instancia agotada, el diálogo, y ocuparse de lo urgente. Del riesgo de muerte de miles de venezolanos por la escasez de comida y de medicinas.
Trump puso a Venezuela entre Maduro y la pared. Llevó al extremo una situación delicada en la cual los militares y una porción de la población siguen siendo leales a un régimen sostenido por Rusia, China y Turquía, gracias a las deudas contraídas por Maduro, y por la gran beneficiaria del petróleo venezolano a precio vil, Cuba, de valor más simbólico que efectivo en el vecindario. Estados Unidoslidia con una desventaja: no se caracteriza por ser un buen agente de cambio. En Afganistán negocia el retiro de las tropas con el régimen talibán después de 18 años de guerra. Las intrusiones en Irak, Libiay Siria lejos estuvieron de garantizar la paz e implantar el embrión de la democracia.
La ayuda humanitaria para Venezuela, con aportes de Estados Unidos y Canadá, pasó a ser un crédito para Guaidó y una humillación para Maduro, acostumbrado a premiar en especies la fidelidad de su base política en medio del colapso económico. En esos términos, la debilidad de un gobierno considerado fraudulento y represivo fortalece la legitimidad de uno de emergencia, con más respaldo político que jurídico. Una mezquindad. Esa otra cara de la encerrona venezolana no repara en medias tintas, como el mensaje de Trump: convocan elecciones presidenciales, como exige Guaidó, en lugar de legislativas, como pretende Maduro, o tocan fondo.
Una opción aterradora frente a los anaqueles vacíos, la hiperinflación, el resurgimiento de enfermedades que habían sido erradicadas y el éxodo de más de dos millones de personas. La Unión Europea, con Italia, Chipre, Grecia, Eslovaquia y Rumanía en las antípodas, no reconoció de inmediato a Guaidó, pero tampoco habilitó a Maduro con el silencio. Pidió “elecciones presidenciales libres, justas y democráticas”. De haberlas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) u otro apéndice del régimen no está en condiciones de organizarlas. Excepto que Maduro acepte a los miembros nombrados por la Asamblea Nacional. Algo tan improbable como la admisión de la realidad.
Los pérfidos yankis han sido los que han sostenido por años a Maduro, cuyos ingresos petroleros(lo único que mantenía en pie a su "gobierno") provienen de USA. Maduro jamás le causó el mínimo daño a los yanks, si se lo ha causado al pueblo de Venezuela y a los países de la región que se tienen que bancar los refugiados. Con Maduro los yankis han dejado que se pudriera el extremo la situación interna. Una cosa parecida a lo que hicieron en Siria. Ahí bancando a los insurrectos anti AlAssad y luego infiltrándoles su creatura, el mamarracho que han llamado "ISIS", en realidad mercenarios salafistas que les proveen y pertrechan sus chirolitas del mistongo y contra-natura "reino" Saudi y los otros emitatos petroleros. Obvio en Siria la situación ha sido mucho más trágica porque las contradicciones en este país, que fue dibujado por los imperialismo british y francés post 1era. GM y que recién alcanzó una "independencia" precaria post 2da. GM, son muchísmo más grandes que en Venezuela, pero parece que ese camino van a recorrer. Como los yankis controlan a las usinas de (des)información del mundo(las agencias de noticias) y a "los medios" que estas alimentan y a sus "periodistas" y opinadores(como el que escribe este artículo), pueden perpetrar todos los estropicios imaginables por el mundo con la mayor de las impunidades.
Segun youtube el sr AUTOCONVOCADO en presidente de Venezuela, aprovechando la muerte de Chavez, mister Maduro, se sabe por documentos legales y veraces que el ni siquiera es nacido venezolano, ha nacido en Cucuta Colombia y tiene partida de nacimiento y de bautismo en una iglesia de la zona. Maduro hizo carrera haciendo viajes de chofer, siendo de profesion remisero- yendo y viniendo desde su colombia NATAL a venezuela, y una vez en venezuela conocio al militar. Congeniaron y el otro quedo encantado, Maduro le comia el cerebro imitandolo, y engordando su ego. A ti te puedo nombrar presidente, le vaticino Hugo. Y estaba encantado porque este vivo le sabia imitar los gestos, la voz y la parada. Pero dicen las redes que Chavez ya estando muy enfermo y cerca de su muerte se desencanto con la forma verdadera de ser de Maduro, pero ya era demasiado tarde. Maduro usurpo el poder, ahi no hubo elecciones libres y no las hay desde entonces hasta el dia de hoy.. La constitucion hecha en el librito chiquito es a conveniencia de los que supieron tomar el poder....El resto es historia. Y la presente situacion asi este llena de palabrerio y tesis en geopolitica, hay una cosa tangente y real, que es el hambre, la indigencia, la miseria economica, la miseria moral, el abuso de las libertades, la falta de medicinas, las muertes y el hacinamiento en las carceles, los militares cobardemente defendiendo sus bolsillos ante una poblacion desarmada y necesitada de cuidados, la diaspora por todo el mundo de venezolanos pidiendo ayuda....el que no quiere ver, que no vea. Pero desde lo alto se hara justicia, el resto es mas imbecilidad y enloquecimiento de la parte humana. Que tal ver a militares disparandole a paquetes de leche en polvo y a cajones llenos de medicinas? Que Dios los agarre confesados, porque el papa, en este momento no atiende , anda muy ocupado.